Elon Musk rara vez expresa abiertamente sus opiniones políticas en X (antes Twitter), salvo para hacer vagos guiños a favor del "centrismo" y la "libertad de expresión" -uno de sus temas favoritos- o adoptar una actitud general "anti-woke".

El propietario de X ha denunciado el "virus de la mente despierta", e incluso se ha burlado de Wikipedia, llamándola "Wokipedia" (presumiblemente por los intentos de sus editores de mantener la objetividad der la enciclopedia en línea basada en hechos).

Este "anti-wokismo" es bastante tóxico, es evidente. Es una postura que anima claramente a la derecha estadounidense en su núcleo duro y en todos sus extremos (aunque algunos que se consideran centristas o liberales también han adoptado una postura "anti-woke" en los últimos años). Un ejemplo de ello: Al gobernador de Florida, notoriamente autoritario, y candidato republicano a las primarias presidenciales, Ron DeSantis, le encanta presumir de que "Florida es donde woke va a morir."

Pero Musk a veces va más allá de los sentimientos "anti-woke" a grandes rasgos, por ejemplo, al destacar supuestas amenazas de genocidio contra los blancos. También apoya abiertamente al comentarista racista y ex presentador de Fox News Tucker Carlson, una figura clave en la generalización estadounidense de la "gran teoría del reemplazo" supremacista blanca.

Las interacciones de Musk con los usuarios de X tóxicos también alientan directamente, llaman la atención e implican cierto grado de acuerdo con las teorías de la conspiración, así como con el discurso anti-LGBTQ y antisemita. Para encontrar estos tuits más condenatorios, a menudo hay que mirar las respuestas de Musk en lugar de sus mensajes originales.

Por ejemplo, bajo un tuit conspirativo que decía, en parte, que "El Departamento de Justicia está entorpeciendo activamente el procesamiento del hijo del presidente mientras intenta encarcelar a su rival político. Biden está destruyendo la legitimidad de nuestro sistema democrático", Musk se limitó a responder: "Cierto". También interactúa regularmente con la cuenta de "sátira" cristiana conservadora The Babylon Bee, famosa por su postura antitrans. En un reciente post titulado "Mujer conduciendo sola en carril VAO afirma que su pronombre preferido es 'ellas'", respondió con un emoji de risa.

Supremacistas blancos

Y lo que es aún más preocupante, Musk citó recientemente en Twitter a un supremacista blanco holandés e influencer de extrema derecha que el año pasado tuiteó: "Las vidas blancas importan y está bien ser blanco. Deja de tener miedo de decirlo". El tuit citado por Musk formaba parte de la reciente campaña supremacista blanca #BanTheADL, un ataque a la Liga Antidifamación, organización estadounidense dedicada a combatir el antisemitismo. El hashtag fue tendencia durante el fin de semana del Día del Trabajo en Estados Unidos, que fue también cuando tres grupos neonazis celebraron manifestaciones llenas de odio en Orlando (Florida), incluso frente al parque temático y complejo turístico Disney World.

El tuit original decía que: "El hecho de que #BanTheADL sea trending muestra hasta qué punto la gente está harta de la estupidez del 'estamos etiquetando todo lo que no nos gusta como odioso/racista/peligroso/de extrema derecha'". En respuesta, Musk preguntó: "¿Quizás deberíamos hacer una encuesta sobre esto?". Un usuario X respondió: "Sí. La ADL, la ACLU [American Civil Liberties Union] y el SPLC [Southern Poverty Law Center] son grupos de odio de la izquierda radical". Musk respondió con: "Sería difícil describirlos como centristas", añadiendo: "Sería tronchantemente irónico que la Liga Antidifamación perdiera una demanda por difamación".

Sin duda, hay algunas críticas válidas a la ADL por parte de la izquierda, especialmente en lo que respecta a su tendencia a confundir la oposición a la política israelí y el antisionismo con el antisemitismo. Incómodamente, el actual jefe del grupo, Jonathan Greenblatt, dio la bienvenida a la adquisición de Twitter planeada por Musk en términos elogiosos, llamando a Musk -aún más incómodamente- "el Henry Ford de nuestro tiempo" (Ford no era sólo un destacado industrial; también era un virulento antisemita).

Dejando a un lado los defectos de la ADL, la campaña #BanTheADL era todo agravio blanco racista y defensas de mala fe de la "libertad de expresión". Durante la campaña, Musk también respondió a otro supremacista blanco (uno que ha restado importancia a la brutalidad de la esclavitud practicada por los blancos) afirmando que "la ADL ha intentado por todos los medios estrangular X/Twitter". Más tarde, Musk amenazó directamente con demandar a la ADL, alegando que sus esfuerzos por sacar a la luz la incitación al odio en X habían ahuyentado a los anunciantes, como si el problema estuviera meramente en el etiquetado de antisemitismo en el sitio y no en la propia decisión de Musk de dejar que la incitación al odio campara a sus anchas.

Incluso cuando amenazó con demandar a la ADL e indicó que compartiría los registros de las comunicaciones de la ADL con X con la cuenta de odio Libs de TikTok, Musk afirmó que estaba "en contra del antisemitismo de cualquier tipo". Pero si Musk está realmente preocupado por la violencia política de derechas, no hay rastro de esta preocupación en sus redes sociales. En su lugar, alienta directamente a los supremacistas blancos y a otros proveedores de odio de una manera que sólo puede envalentonar aún más a la extrema derecha y a sus compañeros de viaje.

LibsOfTikTok se centra principalmente en el odio anti-LGBTQ y especialmente anti-trans, y - como señalé en la columna openDemocracy de la semana pasada - las instituciones atacadas por la cuenta se han enfrentado a amenazas de bomba. La amistad de Musk con LibsOfTikTok subraya que el antisemitismo, la misoginia, las teorías de la conspiración y la animadversión anti-LGBTQ son todos una misma cosa, como también fue evidente en las manifestaciones neonazis que tuvieron lugar en Florida el sábado.

Neonazis

Los neonazis están claramente envalentonados para pasar a la acción en las calles de Estados Unidos en estos momentos - particularmente en la Florida de Ron DeSantis, donde actividades neonazis han tenido lugar con frecuencia durante meses. El grupo neonazi local que se manifestó frente a Disney World el sábado parece haber apuntado a Disney debido a la oposición pública de la corporación a la ley "no digas gay" de DeSantis.

El grupo, conocido como la Orden del Sol Negro, jugó con las conspiraciones de la derecha "groomer" colocando una pancarta "Pedo World" delante de una pantalla de Mickey Mouse a la entrada del complejo, sustituyendo las "O" de la pancarta por estrellas de David como forma de confundir la pedofilia con el judaísmo. La pancarta también incluía una versión antigay del clásico símbolo de las orejas de Mickey Mouse de Disney, con estrellas de David como ojos y las palabras "butt fucker" (puto) debajo. Otras pancartas mostraban crueles caricaturas antisemitas, y los miembros del grupo también enarbolaban banderas con la cruz gamada y una pancarta de Ron DeSantis.

Los neonazis ya han incluido carteles y pancartas de DeSantis en sus manifestaciones. Cuando se le pide que responda, DeSantis tiende a desviarse con acusaciones de que los demócratas y/o los medios de comunicación están tratando de "desprestigiarlo", en lugar de denunciar simple e inequívocamente el apoyo de los neonazis, aunque sí los ha llamado "imbéciles". En cualquier caso, no es de extrañar que los neonazis se sientan bienvenidos en Florida.

La forma en que DeSantis tolera a los peores elementos de la derecha autoritaria y racista de Florida, que están claramente envalentonados por su "guerra contra los woke", es paralela a la forma en que Musk permite a los peores trolls en X. Se une a ellos para denunciar "el virus de la mente woke" y avivar conspiraciones relacionadas con el agravio blanco, incluso si se detiene en hacer declaraciones abiertamente anti-negras o antisemitas. No obstante, permite que el odio, las teorías de la conspiración y la propaganda de derechas -incluida la propaganda de guerra rusa- proliferen en X.

La semana pasada sostuve que la decisión de las grandes empresas tecnológicas de retirarse de la vigilancia de la desinformación política en las redes sociales ayudaría a alimentar la violencia política de derechas durante el ciclo electoral de 2024 en Estados Unidos, y los últimos acontecimientos no han hecho más que convencerme de ello. Si permitimos que la hoja de parra de la "libertad de expresión" proteja a DeSantis y Musk por su culpabilidad en el cultivo de la rabia derechista que alimenta la violencia política, sólo veremos más violencia de este tipo en los próximos meses y años.