
Una joven pintando un mural en Lisboa. 24 febrero 2013. Fotografia AP/Armando França. Todos los derechos reservados.
Manuel Serrano: El Fórum de los Ciudadanos se propone reforzar la democracia en Portugal haciendo que se escuche la voz de los ciudadanos de a pie en debates públicos sobre cuestiones importantes. ¿De dónde vino la idea?
Lourenço Jardim de Oliveira: El principio de deliberación pública viene de lejos: se encuentra en las raíces mismas de la democracia. En este sentido, el Fórum de los Ciudadanos no es una idea nueva, sino la actualización de un viejo principio. Estamos asistiendo a la adopción de formas modernas de participación ciudadana e innovación política, para intentar revitalizar la democracia, en lugares donde a menudo se ha dado por sentada. Iniciativas como los Citizen Juries en Estados Unidos y Australia, o las Citizens´ Assemblies en Canadá, Irlanda y los Países Bajos tienen todas una misma misión: incorporar ideas frescas a la democracia y situar al ciudadano en el centro del sistema político. El Fórum de los Ciudadanos es una iniciativa inspirada en estos referentes internacionales que dinamiza un reducido equipo que sueña con que Portugal reinvierta en el concepto de ciudadanía y se convierta en un ejemplo de buenas prácticas.
El Fórum de los Ciudadanos tiene como misión revitalizar la democracia portuguesa, haciendo que se escuche la voz informada de ciudadanos de a pie sobre los grandes temas de actualidad.
MS: ¿Son escalables las experiencias de países como Canadá, Islandia y Australia?
LJ: Mantenemos una estrecha relación con los equipos que lideran estas iniciativas en Canadá, Islandia y Australia, pero también en Estados Unidos, Irlanda y Francia. En algunos países, son algo más que experiencias: asistimos a la institucionalización de procesos de deliberación pública al haberse comprobado su eficacia en promover la implicación de los ciudadanos y una mejora en la calidad de la toma de decisiones. La mayoría de estos proyectos se hallan en fase de crecimiento y van ganando influencia en la vida política, lo cual supone a la vez un acicate y una esperanza para proyectos como el nuestro.
Creo que no podemos copiar simplemente los modelos y métodos extranjeros. Aprendemos mucho de ellos, los consultamos con frecuencia, usamos muchas de sus herramientas y compartimos periódicamente ideas y experiencias. Pero no existe un método único para la construcción de espacios de deliberación. Cada proyecto debe adaptarse a las características y dinámicas locales. Por supuesto, no es lo mismo construir un fórum ciudadano en Portugal y en Suiza. Para desarrollar el Fórum de los Ciudadanos tuvimos que adaptarnos a las especificidades de nuestra democracia, de nuestra vida pública, de nuestra historia y de nuestro comportamiento político como sociedad. Sólo así podemos esperar a tener un impacto real y alcanzar nuestros objetivos.
Por otra parte, impresiona ver cómo, más allá de las distancias, distintos proyectos alrededor del mundo logran apoyarse mutuamente. Cuando presentamos los resultados de la primera edición del Fórum (17 de enero de 2017), estuvo con nosotros el profesor David Farrell, que viajó desde Dublín para participar en la sesión y compartir su experiencia liderando proyectos de esta índole en su país. De hecho, muchos países están hoy enfrentándose a los mismos desafíos y es importante trabajar juntos para desarrollar ideas innovadoras. Las nuevas tecnologías fueron impulsadas por un movimiento global de emprendedores que compartieron sus soluciones e influencia para promover nuevas ideas. Lo mismo debería suceder con las democracias. Ya debería haber más “start-ups políticas”. Desgraciadamente, los únicos movimientos políticos en crecimiento que cooperan a nivel internacional son los relacionados con el populismo, más que con la innovación.
El Fórum de los Ciudadanos pretende estructurar el debate público y orientarlo en una dirección constructiva, permitiendo que se escuche la voz ponderada que proviene de la propia sociedad civil.
MS: ¿Existe una desconexión entre lo que los ciudadanos quieren y lo que los políticos hacen? ¿Cuán grande es la brecha?
LJ: Los sucesos recientes en Estados Unidos y el Reino Unido, así como la evolución del populismo en otros países europeos, reflejan claramente el distanciamiento entre ciudadanos y políticos que afecta particularmente a aquellos países en los que la democracia se da por sentada. Los ciudadanos ya no se identifican con los políticos. No protestan sólo contra la corrupción o la mala gestión de los fondos públicos. Las prioridades de los políticos simplemente no se corresponden con las prioridades de los ciudadanos. En Portugal, la crisis financiera centró la atención de la clase política y de las empresas de comunicación en los bancos, la deuda pública, el déficit y los impuestos. Son temas importantes que impactan en la vida de la mayoría de los ciudadanos. Pero han absorbido totalmente la atención de los políticos en detrimento de los problemas reales a los que se enfrentan los ciudadanos en su día a día. Los canales de noticias han contribuido a esta situación, sin entender ni exponer estas realidades. Esto deja a los ciudadanos sin más voz que el voto y, por consiguiente, sintiéndose abandonados por lo que se da en llamar “el sistema”. La brecha es lo suficientemente grande como para que la mitad de la población de un país acuda a las urnas para votar en un sentido que los medios de comunicación son incapaces de predecir.
Recientemente, en Portugal, un grupo de académicos trabajó con el gobierno para llevar a cabo un ejercicio muy interesante: organizaron una reunión de 60 ciudadanos con los miembros del gobierno, en la que los ciudadanos pudieron formular preguntas libremente. Acostumbrados a tratar con periodistas, los miembros del gobierno se prepararon para responder a preguntas sobre el sistema bancario, el déficit y los pequeños escándalos políticos que aparecen en las portadas de los periódicos. Pero les sorprendieron. En su gran mayoría, las preguntas versaron sobre el funcionamiento del estado del bienestar, la sanidad, la educación y el empleo – o sea, todo muy lejos de las prioridades de periodistas y políticos.

Entrega de los resultados del Primer Foro de Ciudadanos al Presidente Marcelo Rebelo de Sousa. Palacio de Belém, Lisboa, Portugal. 17 de enero de 2017. Foto: Todos los derechos reservados.
MS: En estos momentos, la democracia está siendo atacada desde varios frentes. Autócratas cínicos, populistas racistas y charlatanes ignorantes están sacando tajada de las protestas contra el statu quo por parte de un número considerable de ciudadanos inquietos. ¿De quién es la culpa? ¿De los medios de comunicación, por no ser capaces de informar y ofrecer debate sobre las cuestiones políticas más relevantes de nuestro tiempo? ¿De los intelectuales, como en Weimar?
LJ: Prefiero pensar en soluciones que en atribuir culpas. Obviamente, tenemos que hacer un diagnóstico de la situación para entender porqué las cosas se han descontrolado tanto. Probablemente las élites han dado su posición por sentada y ahora se las ven y se las desean para mantenerse en medio de los cambios constantes que se producen en el mundo de hoy. Los medios de comunicación, por otra parte, luchan por encontrar modelos de negocio sostenibles en un contexto en el que todo el mundo quiere tener acceso gratuito a la información. Creo que ambos, élites y medios, comparten algo de culpa por poner a un lado la realidad de los ciudadanos y centrarse en otras prioridades. El resultado es que ya no comprenden a los ciudadanos, y esto tiene efectos devastadores para la democracia.
Por otra parte, realizar un diagnóstico adecuado de los problemas actuales de la democracia exige cierto grado de introspección por parte de los propios ciudadanos. Una de las conclusiones a las que llegamos en la primera edición del Fórum en Portugal fue que los ciudadanos reconocen su falta de implicación y participación en la vida pública del país. Este es un paso esencial para revitalizar la democracia. Es lógico que, sintiéndose decepcionados y a menudo olvidados, a los ciudadanos les falte motivación para participar. Esto es algo que queda muy claro en Portugal si analizamos los niveles de abstención (más de 50% en las últimas elecciones legislativas). Pero la mejor forma de reducir la distancia entre ciudadanos y políticos es precisamente conseguir que los ciudadanos sean más proactivos. Es preciso romper este círculo vicioso.
El Fórum organiza regularmente “asambleas de ciudadanos” sobre temas de actualidad y difunde los resultados a los políticos, los medios de comunicación y el público en general.
MS: ¿Puede la participación sustituir a la representación? ¿O son complementarias?
LJ: Existen distintos modelos de representación, según el país. Algunos funcionan mejor que otros. Yo no diría que hay que sustituir la representación, sino replantear desde luego nuestro modelo en Portugal. Son muchos los ciudadanos que no se sienten representados por los políticos y no debemos tener miedo a discutir y evaluar nuestro modelo. Sólo entonces seremos capaces de identificar los puntos débiles y pensar en herramientas de participación que puedan resolver estas debilidades. Pero no debemos ver en la participación sólo una forma de resolver temas de representación. Creo que la participación es parte esencial de nuestra democracia, una condición para su existencia a la par de la representación.

El primer Foro de los Ciudadanos discutió tres ideas concretas para mejorar la comunicación entre los ciudadanos y los políticos. Palacio de Belém, Lisboa, Portugal. 17 de enero de 2017. Foto: Todos los derechos reservados.
MS: Las instituciones políticas deben ser las que nosotros decidamos otorgarnos a nosotros mismos como ciudadanos. Hoy por hoy, ¿qué instituciones están los portugueses dispuestos a darse a sí mismos?
LJ: Creo que a los portugueses probablemente les gustaría tener unas instituciones en las que pudieran participar de forma activa, directa y regular, y discutir los temas que les tocan más de cerca. Votamos cada cuatro años y ya está. Los medios de comunicación no nos proporcionan la información que necesitamos ni dan prioridad a los problemas que tienen mayor impacto en nuestras vidas. Creo que necesitamos un lugar donde podamos ser escuchados de forma clara, directa y estructurada, y donde nuestra voz pueda tener un impacto real. Por esto hemos creado el Fórum de los Ciudadanos.
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