Cuando lleguemos al año dos-mil cincuenta, yo tendré cuarenta y ocho años y quién sabe qué clase de mundo destruido me habrá quedado. Esto es totalmente injusto, pero no voy a ponerme a llorar y a quejarme sobre la emergencia climática y lo inmerecido que es para nosotros haber heredado tal desastre y, por su causa, tener que enfrentarnos a un futuro tan incierto. He escuchado a muchos adolescentes apoyar los puntos de vista de Greta, diciendo: "Es inútil seguir estudiando para un futuro que, simplemente, no tendremos." Y estoy de acuerdo. Por supuesto que se puede decir que es inútil, pero, ¿qué más vamos a hacer?
Quiero decir, piensa en lo que era ser un adolescente en los años sesenta, por ejemplo. El mundo estaba en el apogeo de la Guerra Fría y la Unión Soviética acababa de apuntar sus misiles hacia los Estados Unidos en Cuba. La aniquilación nuclear era sin duda una preocupación cotidiana. Pero ninguna crisis, política o ambiental, ha sido nunca tan inminente como esta catástrofe climática (según los expertos, ¡sólo nos quedan doce años para salvar nuestro planeta!).
Hace cincuenta años, si el mundo hubiese sido destruido por la guerra nuclear, habríamos encontrado inmediatamente a alguien a quien culpar; los Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero ahora, si nuestro mundo es destruido por el plástico y las emisiones de gases de efecto invernadero, también tendremos a alguien a quien culpar; y ese alguien somos nosotros mismos.
Una de las principales cosas que deseo desesperadamente, hablando como estudiante, es que Europa actúe de forma diferente ante esta catástrofe sin precedentes. Soy totalmente proeuropeo y aprecio a la UE y la paz que ha traído a nuestro continente, pero simplemente le pido que haga lo que dijo que iba a hacer en relación con el caos climático. Entiendo a la perfección la negación climática del gobierno de los Estados Unidos y su subsiguiente retirada del acuerdo de París: tienen a Trump como presidente. Pero las cosas deberían ser diferentes dentro de la Unión Europea.
Si hubiera podido votar en las elecciones europeas, probablemente habría votado a los Verdes. ¿Por qué los Verdes y no los socialdemócratas, o incluso los liberales? Simplemente porque los Verdes son, al menos a mis ojos y a los de mi generación, el único partido del Parlamento de la UE que se preocupa realmente por las pocas cuestiones esenciales que nos preocupan: el caos climático, la justicia social y la importancia de luchar por salvar nuestro planeta.
Muchos de nosotros nos hemos convertido en vegetarianos o incluso en veganos, ya que necesitamos reducir nuestra huella de carbono personal. La carne es especialmente muy contaminante para el medio ambiente (las vacas, por ejemplo, emiten grandes cantidades de metano que destruye la capa de ozono), y los pastos se comen a los bosques tropicales en todo el mundo. Además, estoy seguro de que la verdadera carne probablemente dejará de existir dentro de cincuenta años, ya que se necesitan demasiados recursos para criar a un animal.
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