
Zapatistas: la lucha continúa
El 2018 estuvo marcado por varias iniciativas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las comunidades indígenas que evidencian la práctica de la resistencia y la rebeldía hoy en México. English.


La serie openMovements invita a politólogos líderes en sus campos de investigación para compartir sus resultados y sus perspectivas sobre luchas sociales contemporáneas.
El eje de la resistencia fue la formación del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) que busca ampliar la experiencia y el ejemplo de gobierno propio de las comunidades indígenas en varias zonas de México. El Concejo tuvo como principal expresión la campaña de denuncia encabezada por su vocera María de Jesús Patricio, Marichuy. Según declaraciones del CIG en los primeros meses del año, el principal objetivo de la participación del CIG, de Marichuy y de sus [email protected] en el proceso electoral de 2018 era volver al colocar en el debate nacional la guerra de exterminio contra los pueblos originarios.
La experiencia se saldó con la recolección de 281.955 firmas apoyando el registro de Marichuy como candidata presidencial independiente. En marzo de 2018, al presentar los resultados de la campaña, el CIG, el EZLN, el Congreso Nacional Indígena (CNI) y la Asociación Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos afirmaron: “Nuestro caminar sigue. La diferencia fundamental con las etapas anteriores es que ahora somos más pueblos originarios caminando juntos y, LO MÁS IMPORTANTE, que ahora somos más personas, grupos, colectivos y organizaciones orientados a buscar en [email protected] [email protected] las soluciones que, lo sabemos, no vendrán nunca de arriba”.
El balance de esta iniciativa es mitigado ya que si bien se logró colocar la situación de los pueblos originarios en el debate público, la campaña no logró alcanzar un apoyo que parecía factible a la luz de otras iniciativas impulsadas por el EZLN y sus aliados. Acaso la limitada respuesta a la campaña de firmas tuvo que ver con el ingreso del movimiento indígena en el espacio de la política institucional, incursión que tuvo muchas lecturas desfavorables: desde quienes vieron en ella un intento por restarle votos a López Obrador, hasta quienes rechazaron la participación del zapatismo en las elecciones.
Durante el segundo semestre de 2018, la coalición indígena y popular realizó diversas reuniones de balance. En diciembre se convocó un Encuentro de Redes de Resistencia y Rebeldía, de Apoyo al CIG, para discutir los próximos pasos a seguir. Este encuentro daba así continuidad a las reuniones de agosto y octubre en las que el EZLN propuso como eje de articulación que el Concejo Indígena de Gobierno dejase de ser indígena y nacional para pasar a ser de todos los sectores en lucha y de carácter internacional. En el encuentro de diciembre, se discutió sobre el nuevo gobierno, que se definió como un proyecto que busca despojar a los pueblos originarios de sus territorios. También se refrendó la solidaridad con las luchas en curso, el apoyo a las comunidades zapatistas y la necesidad de continuar las movilizaciones conjuntas.
"Ahora somos más pueblos originarios caminando juntos y, lo más importante, que ahora somos más personas, grupos, colectivos y organizaciones orientados a buscar en [email protected] [email protected] las soluciones que, lo sabemos, no vendrán nunca de arriba"
Un resultado destacado del encuentro fue el nacimiento de la Red de Resistencia y Rebeldía Antipatriarcal y Anticolonial La Caracola que en su proclama de presentación afirmaba:
“Denunciamos la falta de praxis antipatriarcal, tanto en el plano político como en el personal. Denunciamos el silenciamiento y la invisibilidad de nuestras palabras, sentidos, propuestas, luchas y experiencias. Ante esto, exigimos a las redes de apoyo el cumplimiento de lo acordado en el primer encuentro de redes de apoyo en agosto de este año, ya que observamos que se siguen reproduciendo las mismas lógicas patriarcales. Esta lucha no es solo de mujeres; engloba todos los cuerpos y territorios oprimidos por el sistema hetero patriarcal.”
Las propuestas vertidas en el encuentro están siendo procesadas en los espacios e instancias en que participan quienes asistieron, con vistas a generar un plan de lucha común. El núcleo de estas propuestas es la formación de una red mundial de resistencias y rebeldías que dé forma e impulse las luchas de todas y todos.
Encuentros zapatistas
El segundo eje de acción zapatista, el eje de la rebeldía, se tradujo en 2018 en encuentros con diversos sectores sociales. Sin quitar la mirada de la coyuntura nacional, las y los zapatistas invitaron a pensar que vivimos en un sistema capitalista, patriarcal y destructor de la vida y de la madre tierra.
Por el momento que atraviesa la lucha de las mujeres en México y en el mundo y por la respuesta a la convocatoria zapatista, el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, celebrado en Caracol de Morelia entre el 8 y el 10 de marzo, tuvo una gran relevancia.
En primer lugar, por loque tuvo de golpe contundente al patriarcado: miles de mujeres reunidas en territorio rebelde, en un encuentro autogestionado, para hablar con plena libertad de lo que es su vida y su lucha - sin duda, un hecho sin precedentes para las luchas sociales contemporáneas en México y en el mundo. En segundo lugar, porque el encuentro fue capaz de romper el cerco electoral en el que se vió envuelta la lucha social por la proximidad de las elecciones presidenciales de julio de 2018.
"Como Defensa zapatista, nosotros, nosotras, sólo tenemos un objetivo: cuidar la esperanza zapatista. Si este mundo no da para eso, pues habrá que hacer otro, uno donde quepan muchos mundos"
Entre otras cuestiones, al leer las palabras de bienvenida al encuentro, la insurgenta Erika señaló: “Lo que no vamos a hacer es echarle la culpa a los hombres o al sistema de los errores que son nuestros. Porque la lucha por nuestra libertad como mujeres zapatistas que somos es nuestra. No es trabajo de los hombres, ni del sistema, darnos nuestra libertad. Al contrario, el trabajo del sistema capitalista patriarcal es mantenernos sometidas. Si queremos ser libres tenemos que conquistar la libertad nosotras mismas como mujeres que somos”.
En plena vorágine electoral, el EZLN convocó el encuentro titulado Miradas, Escuchas y Palabras: ¿Prohibido Pensar?, en el que se hizo una evaluación de la situación del país. A diferencia de otros encuentros, en este hubo debate y contraste de pareceres, siempre en la sintonía de quienes se sitúan dentro del movimiento indígena y democrático. Durante 9 días se escucharon múltiples análisis. Las voces zapatistas sustentaron los avances logrados con la presencia de las y los concejales del CIG y de Marichuy, así como de los diferentes rostros de la guerra de despojo y exterminio contra los pueblos originarios.
En una de las discusiones más polémicas, el Sup Galeano afirmó: “Ustedes están planteando que si reforma o revolución. Reforma nos va a permitir un respiro, y para revolución no hay que andarse con medias tintas. Nosotros decimos: ni reforma, ni revolución. Supervivencia, o sea resistencia y rebeldía. Porque el capital va a por todo; o sea, el capital no va a permitir Lulas - por mucho que sea reformista, no lo va a permitir. Ni Dilmas, ni Kirchners, ni Correas, ni Evos, ni López Obrador, ni como se llame cualquier cosa que diga “yo les ofrezco un respiro”. No lo van a permitir. Y una cosa es prepararse para ese respiro y otra cosa es prepararse para una persecución sanguinaria…".
“El CNI, el CIG, la Marichuy, la terca lucha de los familiares de los ausentes de Ayotzinapa, de los padres y madres de los infantes de la Guardería ABC, la rabia de los familiares de los desaparecidos, de las asesinadas, de quienes tienen como casa un cuarto con rejas, de los individuos, grupos, colectivos y organizaciones de la Sexta, de las redes de apoyo al CIG, nos enseñan, nos abofetean, nos dicen que hay que aferrarse a esa millonésima cifra de probabilidad. Nos dicen que esa pequeña grieta en el muro, aunque casi imperceptible en la vasta y sólida muralla, no debe cerrarse. Que tenemos que mantenerla, así sea con uñas y dientes… Les decimos: se va a poner peor. Pero lo que llaman el Apocalipsis no es el fin del mundo, es el fin de un sistema. El fin de la hegemonía, el fin de la homogeneidad, el fin del liderazgo, el fin del caudillismo, el fin de los gobiernos y - lo decimos sin matiz alguno - el fin del Estado. Y el responsable de nuestros dolores, habrá de pagar. Y habrá que empezar de nuevo, desde abajo, buscando la vida. Y esto que les digo no es una profecía, es una promesa.”
"La otra cara que muestran los indígenas en resistencia en sus escenificaciones, es la de la salud para toda la población y no se necesitan grandes sumas para ser atendidos en sus clínicas y hospitales autónomos. Y también convocan a trabajos colectivos para apoyar al [email protected]"
Entre el 6 y el 9 de agosto de 2018, se celebró en el Caracol de Morelia la tercera edición del Festival CompArte por la vida y la libertad, Píntale Caracolitos a los Malos Gobiernos, Presentes, Pasados y Futuros. Este evento ensambló dos ejes de reflexión, la situación del planeta y los avances de la autonomía de las comunidades zapatistas, a través de múltiples expresiones culturales. También contó con la participación de muchos creadores de otras latitudes. Radio Zapatista difundió esta postal del Festival: “En una de las actuaciones en el CompArte 2018, se escenifica claramente la línea que sigue el sistema capitalista al afectar a las comunidades: la mala alimentación enferma a la población, que tiene que solicitar atención médica costosa, lo que lleva a mujeres y hombres a vender sus pocas propiedades y hasta la tierra para saldar sus deudas. La otra cara que muestran los indígenas en resistencia en sus escenificaciones, es la de la salud para toda la población y no se necesitan grandes sumas para ser atendidos en sus clínicas y hospitales autónomos. Y también convocan a trabajos colectivos para apoyar al [email protected]”.
En el mensaje final de este encuentro multidisciplinario, el Subcomandante Galeano afirmó: “En el planeta entero nacen y crecen rebeldías que se niegan a aceptar los límites de esquemas, leyes y preceptos. Porque no son sólo dos los géneros, ni siete los colores, ni cuatro los puntos cardinales. Ni uno el mundo. Como Defensa zapatista, nosotros, nosotras, sólo tenemos un objetivo: cuidar la esperanza zapatista. Si este mundo no da para eso, pues habrá que hacer otro, uno donde quepan muchos mundos”.
Del conjunto de encuentros celebrados el año pasado surgen múltiples iniciativas, análisis y prácticas que intentan hacer frente a los diversos rostros del capitalismo, en México y en el mundo. Es preciso subrayar la importancia estratégica de estos encuentros en tanto que están creando pensamientos críticos y alternativas al capitalismo desde las personas que se organizan y luchan. Esta creación es un aporte esencial en la medida en que que va rompiendo la dependencia de las luchas sociales tanto respecto del pensamiento dominante como de los llamados especialistas.
25 años del levantamiento
En el tránsito del 31 de diciembre al 1 de enero, miles de bases de apoyo del EZLN y organizaciones, colectivos y personas solidarias se dieron cita en el Caracol de la Realidad, Chiapas, para las celebraciones del 25 aniversario del levantamiento armado. Además del desfile militar y un programa cultural variado, se pudieron escuchar las palabras del Subcomandante Moisés, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN y de la Junta del Buen Gobierno “Hacia la Esperanza”. Las intervenciones zapatistas coincidieron en reiterar el carácter anticapitalista de su lucha, su crítica al gobierno de López Obrador y la necesidad de resistir a los proyectos de muerte que se perfilan - por ejemplo, el llamado Tren Maya y la siembra de miles de árboles.
Compartimos un fragmento del discurso del Subcomandante Moisés:
“Si hemos logrado algo, es por nuestro trabajo. Y si tenemos error, también es nuestra falla. Pero es nuestro trabajo, nadie nos lo mandó, nadie nos lo enseñó - es nuestro trabajo. Algunos y algunas nos querían enseñar, nos querían decir qué es lo que tenemos que hacer y qué cosas no tenemos que hacer, cuándo hablar, cuándo no hablar. No les vamos a hacer caso. Solamente el que se organiza sabe, ve, entiende. En los discursos sólo se dice; pero se tiene que hacer lo que se dice, se tiene que hacer lo que se piensa. Manuales, no tenemos; libros, no tenemos. Lo que nosotros queremos construir nadie nos lo va a enseñar. Tiene que ser con nuestro sacrificio, tiene que ser con nuestro esfuerzo, compañeros y compañeras. En el discurso se dice, muy fácil, que hay que hacer posible lo que es imposible - así se dice. En la práctica, se tiene que hacer y lo estamos demostrando. ¿Qué es eso que decimos que estamos demostrando? Ahí está, lo tenemos aquí enfrente: el pueblo aquí es el que manda, tiene su propia política, tiene su propia ideología, tiene su propia cultura, va creando, va mejorando, va corrigiendo, va imaginando y va a ir practicando”.
“Ahora estamos viendo que vienen a por nosotros, los pueblos originarios. Con esa consulta que hacen, tenemos que decirlo claro, manipulan al pueblo: esa consulta está pidiéndole permiso para que nos vengan a atacar a nosotros, los pueblos originarios. Eso es la consulta. Pero hace falta que el pueblo despierte y hoy no vamos a poder más: ya nos cansamos. El nuevo gobierno está consultando para venir a enfrentarnos, a nosotros los pueblos originarios y en especial a nosotros, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, con esa porquería de Tren Maya, al que encima le ponen el nombre de nuestros anteriores. No lo aceptamos”.
El pensamiento independiente y autónomo es una buena noticia, no sólo como contrapeso de la lógica institucional, sino como referencia antiestatal que mantiene viva la lucha social y política.

“El cambio que queremos es que un día, el pueblo, el mundo, mujeres y hombres, decidan cómo quieren vivir su vida, que no que haya un grupo que decida la vida de millones de seres humanos. ¡No! Lo decimos en pocas palabras: el pueblo manda, el gobierno obedece. Esto es para lo que tenemos que luchar. Nos creen ignorantes, compañeros y compañeras. Aquí estamos dispuestos a defendernos. Por todo lo que ya les dije, estamos dispuestos a lo que sea, estamos dispuestos a lo que venga”.
Frente al nuevo gobierno
A partir del triunfo de Morena y de López Obrador en las elecciones del 1 de julio de 2018, el EZLN ha fijado su postura frente al nuevo gobierno a partir de dos ideas generales.
En primer lugar, situa los estrechos límites que tiene el gobierno, en tanto que el poder real no está en el Estado o en las instancias de gobierno, sino en manos de los dueños del capital.
Esta idea se expresó claramente en la breve posdata al comunicado del 4 de julio: “No, nosotras, nosotros, zapatistas, NO nos sumamos a la campaña “por el bien de todos, primero los huesos”. Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo. Ergo…”. La conclusión que los compañeros sacan de esta idea también es contundente y se expresa como la quinta de las “Lecciones elementales de economía política", a saber: “Al capital no se le doma, educa, reforma, somete. Se le obedece… o se le destruye”.
En segundo lugar, las y los voceros zapatistas han insistido en el carácter capitalista del proyecto de nación que impulsa López Obrador, destacando que buena parte de las iniciativas propuestas tienen como escenario los territorios de los pueblos originarios.
Tal es el caso del llamado Tren Maya o de las zonas económicas especiales. Si la caracterización de lo que hoy es un gobierno puede parecer abstracta para quien está encantado con que la casta política haya sido desplazada, la disputa territorial es el frente de batalla en que se dilucidará el destino del capitalismo en México en los próximos años.
Para el EZLN, el nuevo gobierno pretende alimentar al capitalismo con las últimas riquezas que quedan por explotar: “El sistema escogió, de entre los cuatro candidatos, al que se propone como más eficiente, el señor López Obrador. Y las pruebas de amor que dio el señor López Obrador, o que está dando, hacia el gran capital - o sea, para el finquero - son, entre otras, la entrega de los territorios de los pueblos originarios. Sus proyectos para el sureste, para el Istmo, para Chiapas, Tabasco, Yucatán y Campeche son, en realidad, proyectos de despojo”.
A partir de estas ideas, se vislumbra que el EZLN y sus aliados continuarán organizando tanto la resistencia como la rebeldía para contener los proyectos depredadores del nuevo gobierno.
En sentido contrario a lo que han expresado muchos analistas, profesionales de la política y ciudadanos de a pie, el pensamiento independiente y autónomo es una buena noticia, no sólo como contrapeso de la lógica institucional, sino como referencia antiestatal que mantiene viva la lucha social y política, empujando la creación de las bases para la liberación: romper la dependencia respecto del capitalismo, alcanzar la masa crítica que impida la destrucción de los espacios autónomos y empezar a descolonizar las sociedades.
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