
USDA Photo by Lance Cheung/Flickr. (CC 2.0 by)
Esto representa una pérdida de oportunidades ya que los trabajadores migrantes pueden contribuir de manera significativa, pues son ellos quienes experimentan el reclutamiento de primera mano, lo cual les hace conocer de manera íntima la brecha entre lo legal, y lo que realmente sucede. Como resultado, los migrantes suelen aportar contribuciones importantes como diseñadores de políticas, ya que ellos pueden recomendar estándares y procedimientos de ejecución concretos y específicos al contexto. También son educadores eficaces, que proporcionan información a sus compañeros no solamente sobre derechos formales, sino también sobre condiciones reales y fuentes de apoyo disponibles en el campo. Los migrantes también pueden ser quienes monitoreen el comportamiento de los reclutadores ya que son ellos quienes están presentes mientras se realizan transacciones con fines de reclutamiento y frecuentemente sin otros testigos. Debido a esto son ellos quienes están en una posición única para reportar abusos y tal vez lo más importante es que los migrantes pueden combatir las violaciones de reclutamiento como participantes activos en sindicatos y campañas de defensa que intentan cambiar el comportamiento de reclutadores, empleadores, y gobiernos.
Una iniciativa que sirve como ejemplo y que ha sido impulsada por los propios migrantes es la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Migrantes Sinaloenses en México (CTW por sus siglas en inglés). La CTW fue iniciada en 2013 con el apoyo del Proyecto de derechos económicos sociales y culturales (ProDESC), una organización ubicada en México que trabaja con migrantes, mineros, comunidades indígenas, y propietarios comunales para defender y promover sus derechos. La CTW está compuesta por migrantes temporales en Sinaloa, quienes implementan medidas para promover y proteger sus propios derechos en el reclutamiento. Muchos de los mismos migrantes son miembros del National Guestworkers Alliance (Alianza nacional de trabajadores temporales), ubicada en Louisiana donde trabajan, para demandar el reconocimiento de sus derechos dondequiera que se encuentren.
El derecho mexicano no permite que los migrantes, quienes trabajan en el extranjero, formen un sindicato, y los sindicatos mexicanos han sido indiferentes ante sus necesidades porque trabajan fuera del país. La CTW ofrece una forma de organizase antes no explorada dentro del sector tan amplio que representan los migrantes. Sus miembros, quienes mayormente migran para trabajar en la industria de mariscos en los Estados Unidos, han identificado como problemas críticos en el reclutamiento; fraudes, cobros ilegales, represalias, y la imposibilidad en el proceso de ser contratados de nuevo. Por lo anterior, es importante evitar estos problemas ya que de acuerdo a las experiencias de los miembros de la Coalición se muestra de manera clara, que las prácticas abusivas tienen un impacto negativo en la habilidad de los trabajadores de reclamar cuando sus derechos están siendo violados en los diferentes espacios de trabajo a los que llegan.
En colaboración con ProDESC, La CTW ha demandado sanciones civiles y penales para los reclutadores que cometen abusos a través del sistema judicial en México y sus miembros han acudido directamente con el gobierno mexicano para demandar un cambio. Su primer victoria fue que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social reconoció a la CTW como un importante interlocutor, lo que representó un gran logro, ya que anteriormente la Secretaría insistía en que los trabajadores no tenían el derecho al apoyo estatal porque al ser trabajadores migrantes, sus lugares de trabajo no estaban en México, sin embargo, la CTW logró convencer a la Secretaría para inspeccionar una agencia de reclutamiento que cobraba por reclutar para trabajos fantasmas. Esa fue la primera vez que la Secretaría intervino en estos asuntos, y la inspección reveló 27 violaciones ilegales.
El trabajo de la CTW no es fácil, y sus miembros han enfrentado amenazas y represalias de reclutadores y empleadores. Para mantener su participación, ellos necesitan protección para evitar ser nombrados en las listas negras de los empleadores. De igual forma, necesitan apoyo institucional para continuar con su activismo estando en su país y para cuando están en el extranjero, solo entonces podrán llevar nuevas ideas y tener el poder de erradicar estas prácticas coactivas en los procesos para reclutar mano de obra.
La participación activa de los migrantes en el esfuerzo contra los abusos en el reclutamiento ayuda a construir políticas más efectivas. De manera más general, hay cuestiones básicas sobre la justicia y la democracia en la defensa de sus derechos ya que la perspectiva de los migrantes puede ser diferente a la de los defensores, los gobiernos, o las corporaciones que han encabezado la mayoría de los esfuerzos hasta hoy, sin embargo, son ellos, los actores más importantes de la migración transnacional quienes deben tener la oportunidad de representarse a sí mismos y tener injerencia en los esfuerzos para cambiar los problemas a los que se enfrentan.
Los trabajadores migrantes, al igual que todos nosotros, son seres humanos complejos que toman decisiones difíciles en cuanto a las opciones que se presentan, pero las estrategias para poner fin al tráfico de personas y prácticas coercitivas del trabajo migratorio raramente toman en cuenta la voluntad de los propios migrantes. Tales iniciativas frecuentemente involucran a defensores, corporaciones, gobiernos, y consumidores, todos menos los propios trabajadores, quienes generalmente solo son considerados víctimas desventuradas.
Esto representa una pérdida de oportunidades ya que los trabajadores migrantes pueden contribuir de manera significativa, pues son ellos quienes experimentan el reclutamiento de primera mano, lo cual les hace conocer de manera íntima la brecha entre lo legal, y lo que realmente sucede. Como resultado, los migrantes suelen aportar contribuciones importantes como diseñadores de políticas, ya que ellos pueden recomendar estándares y procedimientos de ejecución concretos y específicos al contexto. También son educadores eficaces, que proporcionan información a sus compañeros no solamente sobre derechos formales, sino también sobre condiciones reales y fuentes de apoyo disponibles en el campo. Los migrantes también pueden ser quienes monitoreen el comportamiento de los reclutadores ya que son ellos quienes están presentes mientras se realizan transacciones con fines de reclutamiento y frecuentemente sin otros testigos. Debido a esto son ellos quienes están en una posición única para reportar abusos y tal vez lo más importante es que los migrantes pueden combatir las violaciones de reclutamiento como participantes activos en sindicatos y campañas de defensa que intentan cambiar el comportamiento de reclutadores, empleadores, y gobiernos.
Una iniciativa que sirve como ejemplo y que ha sido impulsada por los propios migrantes es la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Migrantes Sinaloenses en México (CTW por sus siglas en inglés). La CTW fue iniciada en 2013 con el apoyo del Proyecto de derechos económicos sociales y culturales (ProDESC), una organización ubicada en México que trabaja con migrantes, mineros, comunidades indígenas, y propietarios comunales para defender y promover sus derechos. La CTW está compuesta por migrantes temporales en Sinaloa, quienes implementan medidas para promover y proteger sus propios derechos en el reclutamiento. Muchos de los mismos migrantes son miembros del National Guestworkers Alliance (Alianza nacional de trabajadores temporales), ubicada en Louisiana donde trabajan, para demandar el reconocimiento de sus derechos dondequiera que se encuentren.
El derecho mexicano no permite que los migrantes, quienes trabajan en el extranjero, formen un sindicato, y los sindicatos mexicanos han sido indiferentes ante sus necesidades porque trabajan fuera del país. La CTW ofrece una forma de organizase antes no explorada dentro del sector tan amplio que representan los migrantes. Sus miembros, quienes mayormente migran para trabajar en la industria de mariscos en los Estados Unidos, han identificado como problemas críticos en el reclutamiento; fraudes, cobros ilegales, represalias, y la imposibilidad en el proceso de ser contratados de nuevo. Por lo anterior, es importante evitar estos problemas ya que de acuerdo a las experiencias de los miembros de la Coalición se muestra de manera clara, que las prácticas abusivas tienen un impacto negativo en la habilidad de los trabajadores de reclamar cuando sus derechos están siendo violados en los diferentes espacios de trabajo a los que llegan.
En colaboración con ProDESC, La CTW ha demandado sanciones civiles y penales para los reclutadores que cometen abusos a través del sistema judicial en México y sus miembros han acudido directamente con el gobierno mexicano para demandar un cambio. Su primer victoria fue que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social reconoció a la CTW como un importante interlocutor, lo que representó un gran logro, ya que anteriormente la Secretaría insistía en que los trabajadores no tenían el derecho al apoyo estatal porque al ser trabajadores migrantes, sus lugares de trabajo no estaban en México, sin embargo, la CTW logró convencer a la Secretaría para inspeccionar una agencia de reclutamiento que cobraba por reclutar para trabajos fantasmas. Esa fue la primera vez que la Secretaría intervino en estos asuntos, y la inspección reveló 27 violaciones ilegales.
El trabajo de la CTW no es fácil, y sus miembros han enfrentado amenazas y represalias de reclutadores y empleadores. Para mantener su participación, ellos necesitan protección para evitar ser nombrados en las listas negras de los empleadores. De igual forma, necesitan apoyo institucional para continuar con su activismo estando en su país y para cuando están en el extranjero, solo entonces podrán llevar nuevas ideas y tener el poder de erradicar estas prácticas coactivas en los procesos para reclutar mano de obra.
La participación activa de los migrantes en el esfuerzo contra los abusos en el reclutamiento ayuda a construir políticas más efectivas. De manera más general, hay cuestiones básicas sobre la justicia y la democracia en la defensa de sus derechos ya que la perspectiva de los migrantes puede ser diferente a la de los defensores, los gobiernos, o las corporaciones que han encabezado la mayoría de los esfuerzos hasta hoy, sin embargo, son ellos, los actores más importantes de la migración transnacional quienes deben tener la oportunidad de representarse a sí mismos y tener injerencia en los esfuerzos para cambiar los problemas a los que se enfrentan.
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