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Voces desde las cadenas de suministro: entrevista con Daniel Castellanos

La vida en los EE.UU. como trabajador o trabajadora extranjera invitada no es nada fácil. Estás atada a un empleador, sin poder dejarlo, y afrontando desafíos para organizarte laboralmente. English

Daniel Castellanos
29 agosto 2018

Daniel Castellanos

DC: Mi nombre es Daniel Castellanos. Soy cofundador de la National Guestworker Alliance (Alianza Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Invitadas), una organización de personas que vinieron a trabajar a los EE. UU con visado. Hace más de 10 años que organizamos a las trabajadoras y trabajadores, principalmente en respuesta a las difíciles condiciones de trabajo, que como antiguo trabajador invitado, conozco de primera mano. Soy originario de Perú y padre de dos hijos. Me di cuenta de que para convertirse en una trabajadora o trabajador invitado tienes que endeudar a tu familia. Por ejemplo, tuve que pagar $5000 para venir a EE.UU. —y eso es muchísimo dinero—. El segundo gran problema al que nos enfrentamos es que, como persona trabajadora invitada, estás vinculado a un solo empleador: no puedes abandonarlo sin perder tu visado. Esto es horrible. Como persona libre, puedes buscar trabajo en el lugar que quieras, pero yo, como trabajador invitado en los EE.UU, no tengo este derecho. Estoy atado a un empleador, sin importar si me trata bien o mal. Tengo que quedarme con él o ella, quién también está en posesión de mi contrato. Si no me quiere, puede llamar al departamento de policía y hacer que me deporten. Estamos luchando contra esto. El Gobierno de los EE.UU. no lo entiende, cree que con este esquema de personas trabajadoras invitadas ganamos todas, pero no es así.

BTS: ¿El problema con el trabajo por invitación es entonces que, incluso llegando de forma legal, la explotación sigue siendo muy grave?

DC: Sí. Se oye mucho sobre los problemas que enfrentan las personas migrantes indocumentadas, pero yo llegué legalmente, y aun así la situación era mala. De hecho, en cierta forma, es aún peor. Como trabajador o trabajadora indocumentada podría cambiar de empleador, pero no como trabajador invitado. Además, el empleador me cobra por todo. Las personas trabajadoras invitadas viven en la propiedad del empleador, lo que significa que las controla todos los días. Puede llamar a la puerta y decirles que vayan a trabajar a las dos o tres de la mañana. Algunos incluso te obligan a practicar la misma religión que ellos, lo que es simplemente inaceptable. Desafortunadamente, estos problemas existen también de forma paralela en otros países. Sabemos que los programas de trabajo por invitación fueron reproducidos en Canadá y Corea, reproduciendo a su vez los mismos problemas.

BTS: ¿Es esta la razón por la que viniste a la Conferencia Internacional de Trabajo 2016 (ILC por sus siglas en inglés)? ¿Cuáles fueron tus metas?

DC: Vinimos a la ILC de la OIT porque pensamos que la OIT, como la mayor institución internacional, puede empujar a los gobiernos en la dirección correcta. Reúne a todos los actores clave y nos da la oportunidad de hablar desde la perspectiva de las personas trabajadoras para mostrarle al mundo cómo mejorar las cosas para estas personas. Al fin y al cabo, este solo es un paso en un largo camino de negociaciones. No se solucionará mañana, pero pondremos estos temas sobre la mesa y la gente las verá. Y eso ayudará.

BTS: A muchas de las personas aquí reunidas nos gustaría ver estas discusiones convertidas en una convención de trabajo digno. ¿Qué piensa de eso?

DC: Sí, absolutamente; es crucial. Este es un problema global, no solo en la UE, sino para trabajadoras y trabajadores en todas partes. En América Latina hay personas trabajadoras sin ningún tipo de beneficios. Esta mañana, conversaba con personas indonesias que hacen relojes suizos Rolex, y que reciben sueldos irrisorios. Necesitamos denunciar estas injusticias, y mostrarle a la gente que para mantener una economía global es necesaria una regulación global.

BTS: Porque las compañías más grandes se están embolsando la mayor parte del dinero en la cadena de suministro, ¿es así?

DC: Así es. Es muy común, pero sabemos que tener este tipo de convenciones puede cambiar las cosas y ayudarnos a obtener acuerdos más justos para las trabajadoras y trabajadores.

BTS: ¿Qué aspectos clave cree que tenemos que cambiar para generar trabajo digno en las cadenas de suministro?

DC: Tres cosas. La primera es una mejor comprensión por parte del gobierno sobre este tema. Los gobiernos de todo el mundo no entienden que el capital está castigando a las personas trabajadoras. En segundo lugar, necesitamos que los gobiernos aumenten la protección de las y los trabajadores. Necesitamos libertad para organizarnos, no tener que enfrentarnos a listas negras o a la deportación. El Gobierno tiene que protegernos. Y tercero, ¡necesitamos empleados y empleadas satisfechas y felices! Es necesario mostrarles a los empleadores que, desde la perspectiva comercial, un empleado o una empleada feliz es siempre mejor. No será fácil, pero tenemos que convencerlos.

BTS: Gracias Daniel.


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BTS en Español has been produced in collaboration with our colleagues at the Global Alliance Against Traffic in Women. Translated with the support of Translators without Borders. #LanguageMatters

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