
Imagen: Moni Soria/WIkimedia Commons, CC BY-SA 4.0.
El 1 de agosto de 2017, durante una redada por la Gendarmería argentina (policía militar de frontera), Santiago Maldonado desapareció. Maldonado es un artista del tatuaje que ha viajado por todo el país, participando en proyectos de diversas comunidades y movimientos. El 1 de agosto, Santiago había participado en un barricada parcial, fuera de la Pu Lof en Resistencia del departamento de Cushamen (el Lof Cushamen) en la provincia de Chubut, Argentina. Esa barricada se había opuestio en pie como parte de las acciones para liberar al prisionero político Mapuche Facundo Jones Huala quien, a finales de junio, fue detenido de nuevo y encarcelado con cargos de carácter dudoso.
El 1 de agosto, a las órdenes del juez federal Guido Otranto, la Gendarmería lanzó otra redada violenta contra el Lof, aparentemente para levantar la barricada. La Gendarmería, sin embargo, fue más allá de la barricada y entró en tierras de la comunidad. Hubo testigos afirmaron que Maldonado no logró cruzar el río cuando intentaba escapar de la policía, que estaba disparando balas reales y balas de goma. Ellos informaron que fue capturado, golpeado y luego forzado dentro de una camioneta militar por la gendarmería. No se ha sabido nada de él desde entonces. Los gendarmes, junto con el gobierno federal y los gobiernos provinciales, siempre han negado cualquier conocimiento de su paradero. Y eso lo hacen frente a abundante evidencia que indica que sigue estando, vivo o muerto, en sus manos.
Esta desaparición forzada ha reverberado mucho más allá de los paisajes del Chubut rural. Se ha convertido en una historia central para los medios de comunicación en Argentina y en el foco de una amplia campaña en el país y más allá. El 11 de agosto, y luego de nuevo el 1 de septiembre, se organizaron marchas masivas, que han juntado a varios sectores de la izquierda junto con organizaciones indígenas y de derechos humanos. La condena de las acciones del gobierno ha sido extensa e incluye repetidos llamados a la acción por parte del Comité contra las Desapariciones Forzosas.
El papel de la administración del presidente Macri en la desaparición del artesano de 28 años de edad, y sus acciones y declaraciones a los medios de comunicación desde entonces, ha echado gasolina a la ira sobre el caso. La ministra de seguridad Patricia Bullrich, de quien depende la gendarmería, se niega a asumir ninguna responsabilidad en el asunto. En cambio, en los medios comerciales, el Gobierno ha desplegado varias estrategias que distracción sobre el que ha sido su propio papel en la redada y la desaparición, e intentado desacreditar a Maldonado, a su familia y al Lof. En los medios comerciales, Maldonado ha sido pintado como un hombre violento, peligroso - un terrorista, que es como los medios de comunicación pintan a todo Mapuche que se resiste. Los funcionarios también han creado una red de declaraciones contradictorias: Maldonado no estuvo presente durante la redada, que accidentalmente se ahogó durante ella, que se le vio en otras provincias. Para darle credibilidad a tales hipótesis, el gobierno puso una recompensa de 500.000 pesos, que en septiembre se cuadriplicó a 2 millones de pesos para quien dé razón de Maldonado.
Diversos poderes del Estado han culpado a la familia de Maldonado y al Lof Cushamen de la ausencia de progresos en la investigación
Además, en vez de darles apoyo y de mantenerlos al día con lo que vaya ocurriendo, diversos poderes del Estado han culpado a la familia de Maldonado y al Lof Cushamen de la ausencia de progresos en la investigación que se supone que se está llevando a cabo. Esa investigación no ha seguido ninguna de las pistas sugeridas por testigos en la Lof y de la investigación realizada por la familia y su abogado. También está siendo dirigida por el mismo juez Otranto que ordenó los asaltos anteriores contra el Lof. Por otra parte, algunas de las evidencias que han aparecido - más de un mes después del hecho– han sido obviamente adulteradas, y sin esfuerzo aparente por ocultarlo.
La familia de Maldonado está atormentada. En entrevistas, Sergio Maldonado se refiere a veces a su hermano menor en tiempo presente, a veces en tiempo pasado. Dijo que todavía conserva una ‘mínima esperanza’ de que Santiago esté vivo. Sin embargo, después de la última ‘búsqueda’ en el territorio de Lof Cushamen el 18 de septiembre, llevada a cabo bajo un secretismo total, declaró que su 'temor es que vayan y lancen a mi hermano por ahí e inventen más historias sobre lo que sucedió’. Sergio, como muchos otros seguidores del caso, sostiene que el gobierno está buscando en el lugar equivocado y 'haciendo todo lo posible para no encontrarlo’.
La práctica de la desaparición forzosa
La acción del gobierno desde el 1 de agosto muestran que uno no puede considerar la desaparición o reacciones de funcionarios como errores o equivocaciones, como insisten algunos informes. Demasiadas pruebas señalan este caso como una manifestación más del terrible aparato represivo del Estado en Argentina. Lo principal es el hecho de que la redada del 1 de agosto no fue la primera vez en que municiones de fuego real fueron usadas contra los miembros de los Lof Cushamen.
La campaña por la reaparición de Santiago tiene resonancias con la Junta Militar de 1976-1983, en la que desaparecieron 30.000 personas. De hecho, desde que asumió el poder a finales de 2015, el gobierno de Macri intentó retrotraer los juicios represores militares que se iniciaron durante la administración de Néstor Kirchner. También se intensificó el uso de la violencia – que es una característica persistente de la democracia Argentina – contra la movilización social en general. Además, la persona que parece haber planeado el asalto del 1 de agosto, y que estuvo presente en el momento del secuestro de Maldonado, Pablo Noceti, Secretario del gabinete de Bullrich, es un abogado que ha defendido a miembros de la Junta Militar.
Se estima que al menos 200 personas han sido forzosamente desaparecidas en Argentina desde 1983
La desaparición de Santiago Maldonado ha sido capturada por la coyuntura política de las elecciones legislativas de Argentina programadas para octubre de 2017. Los medios de comunicación simpatizantes de la oposición kirchnerista ha dedicado recursos a cubrir el caso y a denunciar acciones de la administración de Macri. Sin embargo, las desapariciones forzadas no son una especialidad de la derecha política, y Maldonado está lejos de ser la única persona en desaparecer en tiempos de democracia. Se estima que al menos 200 personas han sido forzosamente desaparecidas en Argentina desde 1983 y por lo menos 5000 torturadas y asesinadas mientras estaban bajo custodia de la policía. La mayoría de estos casos ocurrieron durante los gobiernos 'progresistas' de Kirchner.
Además, en los conflictos con los pueblos indígenas, la práctica de la desaparición, junto con otras formas de terror estatal, tiene largas raíces que se extienden hacia atrás, más allá de la última Junta Militar. En la permanente conquista de las tierras indígenas en esta parte del país, muchos Mapuches han desaparecido. Entre ellos Genaro y Cristian Calfullanca, padre e hijo, trabajadores rurales que desaparecieron en abril de 2013, justo antes de que fueran a declarar en el caso de ventas ilegales de tierras. Dado al racismo intenso en Argentina, sus nombres no son muy conocidos.
Aplastar los Lof Cushamen

Tropas y vehículos de Gendarmería Nacional en el Cartuchos en el Pu Lof Mapuche en Resistencia de Cushamen (Chubut), luego del operativo represivo durante el cual desapareció Santiago Maldonado el 1 de agosto de 2017. Imagen: Movimiento Libres del Sur, CC BY 4.0.
Los miembros de los Lof Cushamen viven en un estado de sitio. No sólo su territorio, sino toda la región ha sido objeto de intensa militarización. Los tres 'registros' de sus tierras, llevados a cabo por cientos de hombres fuertemente armados de las fuerzas especiales, no han conseguido devolver a Maldonado. Durante estos ataques, la policía ha destruido viviendas, robado alimentos y otros productos básicos, y han identificado, acosado y detenido a residentes.
Elizabeth Loncopan fue detenida en la última redada edl 18 de septiembre, aparentemente por 'resistencia a la autoridad', aunque la base de esta acusación nunca le fue explicada. En su liberación, dijo: ‘sabemos que el juez Otranto defenderá los intereses de Benetton y cubrirá a Noceti y a la gendarmería sobre la desaparición del compañero Santiago Maldonado.’
Las fuerzas especiales no están atacando solo a los Lof Cushamen, sino también a los vecinos de los Lof en Vuelta del Río que desde la desaparición de Maldonado han sido sometidos a un creciente hostigamiento y vigilancia. El 18 de septiembre, la policía los atacó y los vecinos informaron haber sido golpeados, torturados y detenidos. Para tratar de obtener garantías de que el Estado deje de perseguirlos, ocuparon pacíficamente las oficinas del juez Otranto en Esquel el 20 de septiembre exigiendo, como la familia Maldonado, el reemplazo del juez. En represalia, esa noche paramilitares armados invadieron su territorio y quemaron dos casas enteras, las de Marcelo Calfupan y de Rogelio Fermín, la de este último por segunda vez. Silvio Huilinao, quien también es de Vuelta del Río, dice que una línea principal de defensa para ellos es que sus voces sean escuchadas y que su lucha sea conocida. Además, destaca que la persecución y la violencia que están sufriendo ahora no es nueva, y que los pueblos indígenas han sido sometidos a ello durante mucho tiempo. Hoy, añade, 'la mayoría de las personas mapuches están viviendo tiempos muy difíciles'.
Un proyecto mortífero
“Para un puñado de seres humanos, el vivir bien exige la desaparición sólo de otros seres humanos, sino también de la vida, de la naturaleza”.
Mauro Millán.
Millan es longko (líder) de los Lof Pillan Mahuiza en la provincial occidental de Chubut, y se resiste a planes para construir una mega-represa en los Andes, que inundará una vasta región con el fin de suministrar energía a proyectos mineros. Tal como él y muchos otros en América Latina lo describen, el capitalismo es un "proyecto de muerte" que hace desaparecer no sólo a personas sino también a la naturaleza y a las formas de vida.
En el momento actual, en Argentina, como en otros países de la región, se está llevando a cabo ese proyecto de muerte con un giro hacia el despliegue de mayor violencia. A través de sus brutales acciones, el gobierno de Macri está enviando un mensaje claro ,no sólo a los miembros Mapuches de los Lof Cushamen, pero también a los cientos de Lof en la provincia, así como a los Mapuches - y otros pueblos - en otras provincias. Se trata de perseguir despiadadamente a quienes se resistan a la expropiación y a la devastación de la tierra, que son pilares fundamentales del modelo de post-2001 del país de crecimiento.
La desaparición forzada de Santiago Maldonado en medio del conflicto de los Lof Cushamen es un marcador y una advertencia sobre el resurgimiento del Estado represivo en Argentina. Como ha dicho Sergio Maldonado, este es un caso complejo, que no trata sólo acerca de su hermano sino que trata también de disuadir a otros de que participen en la movilización social.
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