Droga, armas y jefes de estructuras criminales es lo que viaja en los vuelos que llegan o salen de Venezuela, desde que el Gobierno ordenó suspender las operaciones aéreas privadas y comerciales con el argumento de hacer frente al Coronavirus.
Desde el pasado 12 de marzo, miles de venezolanos permanecen varados en distintos lugares del mundo a la espera de vuelos humanitarios, o que se reabran los vuelos internacionales para poder retornar al país. Sin embargo, durante ese mismo período, el crimen organizado se ha movido a sus anchas por el espacio aéreo nacional.
El lunes 24 de agosto fue interceptada en Honduras una avioneta proveniente de Venezuela, con 489 kilos de cocaína. Autoridades de ese país centroamericano hicieron seguimiento a la aeronave, que tenía matrícula mexicana y aterrizó en el departamento de Gracias a Dios, una zona boscosa y deshabitada cerca de la frontera con Nicaragua. En el procedimiento también decomisaron un fusil AK-47, un cargador para fusil, una pistola 9 milímetros y un lanzagranadas.
La ruta de los soles
Este hallazgo no sorprende. La avioneta solo es una más en la lista de al menos seis aeronaves venezolanas que han sido detenidas en otros países por transportar mercancía o pasajeros en conflicto con la ley, durante la pandemia por Covid-19. Y desde el inicio de una operación militar antidrogas de Estados Unidos en el Caribe.
Además coincide con decenas de investigaciones y reportes periodísticos sobre la existencia de una ruta de la droga que sale de Venezuela hacia Norteamérica, con parada en Centroamérica, principalmente en Honduras. “La mayoría de las operaciones se hacen por el departamento de Gracias a Dios… Centroamérica es importante, ideal para el Cartel de los Soles”, dijo en una entrevista, Claudio Sandoval, embajador de Juan Guaidó en Honduras.
Entre el 1 y el 23 de abril, un mes después de iniciada la cuarentena radical ordenada por la administración de Nicolás Maduro con restricción hacia y desde Venezuela, autoridades de Estados Unidos anunciaron la incautación de tres toneladas de droga en Guatemala. La cocaína había sido ingresada en dos aviones que salieron de territorio venezolano.
El 26 de julio, la Fuerza Aérea de Guatemala obligó a aterrizar una aeronave con más de 2,1 toneladas de droga, también proveniente de Venezuela. Las autoridades colombianas y estadounidenses venían haciendo seguimiento al Jet Gulfstream III desde abril de 2019 y alertaron a la Fuerzas Armadas guatemaltecas. Mediante un rastreo pudieron identificar que un día antes el avión había volado de México a Venezuela, para luego ingresar al país centroamericano.