Imaginen que todos en el planeta tienen acceso a Internet transmitida desde los cielos; miles de millones de personas cuentan con acceso ultrarrápido a través de redes móviles de 6G. La red está en todas partes. Un billón de sensores conectados en automóviles, casas, fábricas, calles y carreteras vigilan todo, desde nuestros signos vitales hasta la contaminación del aire y las mercancías que se mueven a través de las cadenas de suministros. Cada punto de datos se registra, analiza, combina y utiliza para tomar decisiones automatizadas, casi instantáneas.
Bienvenidos a 2036, un mundo en el que la privacidad ha muerto; a menos que la protección de la privacidad se convierta en un principio central en el diseño y el uso de estas tecnologías. El mes pasado, Amnistía Internacional publicó una clasificación de 11 empresas con base en sus políticas y prácticas principales relacionadas con el cifrado y los derechos humanos. Clasificamos a las empresas detrás de las aplicaciones más populares de mensajería instantánea en el mundo y las calificamos según la manera en que reconocen los riesgos a la privacidad y la libertad de expresión, mitigan estos riesgos mediante el uso del cifrado y comunican estos riesgos a sus usuarios.
Un elemento central en nuestra clasificación es si las empresas utilizan el cifrado de extremo a extremo en sus aplicaciones. Este es un método que codifica la información enviada entre el remitente y el destinatario para que solamente ustedes y los amigos, familiares y compañeros de trabajo con los que se comunican puedan leerla. Con el cifrado de extremo a extremo, ni siquiera las empresas que manejan las aplicaciones pueden leer los mensajes.
Aunque estamos acostumbrados a que las empresas de tecnología usen nuestros datos para vender anuncios, muchos han aceptado que las personas esperan un mayor nivel de privacidad en la mensajería instantánea. Ya se trate de Apple, que no depende de los ingresos por publicidad, o de Facebook, que obtiene casi todas sus ganancias a través de los anuncios, estas empresas y otras de menor tamaño ahora utilizan el cifrado de extremo a extremo para aplicaciones como iMessage, WhatsApp y Line.
Por otro lado, Snapchat, Skype y Blackberry Messenger son algunas aplicaciones que aún no cuentan con esta necesaria función. Realmente no hay ninguna excusa: la tecnología está disponible, los riesgos que representan la vigilancia masiva y los delitos cibernéticos para nuestra información son bien conocidos, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos reconoció que el cifrado es un elemento facilitador de los derechos humanos.

Pixabay/bykst (Some rights reserved)
With so much of our personal, financial and professional information online, we should use the best technology to protect it.
Una queja que se escucha con frecuencia respecto al cifrado de extremo a extremo proviene de los organismos policiales: se quejan de que les impide acceder a la información necesaria para prevenir e investigar los delitos. En muchos países, los políticos y los funcionarios de seguridad de alto nivel han hecho alusiones a una prohibición del cifrado de extremo a extremo, o la han pedido de manera explícita. Estos llamamientos parten de información errónea, están equivocados o son insinceros.
No fabricamos cerraduras para casas deliberadamente deficientes ni le damos una llave maestra de la puerta de entrada a la policía local. En primer lugar, un cifrado más fuerte proporciona mayor seguridad de la información. Dado que gran parte de nuestra información personal, financiera y profesional está en línea, deberíamos utilizar la mejor tecnología para protegerla. No fabricamos cerraduras para casas deliberadamente deficientes ni le damos una llave maestra de la puerta de entrada a la policía local. ¿Eso quiere decir que es más difícil abrir? Sí. Y así debe ser.
¿Es posible que alguien use la tecnología, ya se trate de cerraduras, GPS o coches, para cometer delitos? Por supuesto que sí, pero eso no significa que debamos hacerla menos segura, confiable o eficiente para todos los demás.
En segundo lugar, obligar a las grandes empresas a que renuncien al cifrado de extremo a extremo no evitará que los delincuentes siquiera medianamente sofisticados lo utilicen. La tecnología es gratuita, está ampliamente disponible y se puede duplicar con relativa facilidad. Lo único que se lograría al restringir el uso del cifrado de extremo a extremo sería debilitar la seguridad de la información de miles de millones de personas, sin hacer nada por evitar que los delincuentes utilicen esta tecnología.
La idea de que todas las comunicaciones deben ser accesibles nunca se había expresado hasta que algunos gobiernos empezaron a reivindicarla en los últimos años. En los miles de años de civilización humana, cuando uno tenía una conversación privada con alguien más, esta se mantenía privada a menos que pasara una de dos cosas: que uno de los participantes hablara sobre ello o que hubiera un espía (o equipo de espionaje) escondido por ahí y escuchando.
Imagínense lo diferente que sería la historia si las personas no pudieran confiar en el carácter privado de sus conversaciones. ¿Todavía creeríamos que la tierra es plana y nos inclinaríamos ante reyes divinos? ¿La ciencia y la música habrían prosperado como lo han hecho? ¿Estarían ustedes con sus parejas? Las ideas que cambian nuestras vidas y nuestro mundo suelen comenzar en privado. Los proyectos más innovadores, que convierten lo imposible en realidad, muchas veces comienzan como disparatados intercambios de ideas entre unas cuantas personas.
La visión del futuro que imaginé al comienzo de este artículo es, en todo caso, moderada. En los próximos años, es probable que la realidad mixta supere a los teléfonos inteligentes como la plataforma informática y de comunicaciones más avanzada. Los lentes y otros dispositivos superpondrán una realidad digital a nuestro mundo físico. La realidad virtual avanzará a tal grado que las personas tendrán reuniones sociales y de trabajo periódicas e incluso mantendrán relaciones en entornos virtuales. La inteligencia artificial, que ya está avanzando mucho más rápido de lo que cualquiera hubiera previsto hace unos años, impulsará los sistemas de información gubernamental, financiera y de atención médica.
Todas estas tecnologías producirán y procesarán cantidades cada vez mayores de datos sobre todos los aspectos de nuestras vidas. La tecnología puede mejorar nuestras vidas, pero no si la privacidad se destruye en el camino. La privacidad es crucial para el progreso humano y tenemos que defenderla de quienes quieren destruirla para su propio beneficio.
En el informe de Amnistía, decidimos concentrarnos en la mensajería instantánea por una simple razón: es la forma más privada de comunicación digital para los miles de millones de personas que tienen acceso a Internet. Para proteger el derecho a la privacidad, ahora y en el futuro, tenemos que proteger nuestra capacidad de utilizar la mejor tecnología de protección de la privacidad, como el cifrado de extremo a extremo.
Las empresas como Blackberry, Microsoft (a la que pertenece Skype) y Snapchat tienen que adoptar la tecnología del cifrado de extremo a extremo para sus productos de mensajería. Otras, como Apple y Facebook, que ya utilizan esta tecnología, tienen que informar mejor a sus usuarios sobre cuándo están protegidos sus mensajes y cuándo no. En nuestra evaluación, quedó claro que incluso las empresas que ocuparon las posiciones más altas de la clasificación, únicamente lo hicieron porque otras empresas tuvieron peores resultados; todas tienen margen para mejorar incluso en este aspecto limitado, pero vital, de la privacidad.

Lee más
Reciba su correo semanal
Comentarios
Animamos a todo el mundo a que haga comentarios, Por favor, consulte las intrucciones de openDemocracy para comentarios