democraciaAbierta: Opinion

La inflación en América Latina es la más alta de los últimos 15 años

Tras dos años de pandemia el costo de vida en los países del sur aumentó sustancialmente.

democracia Abierta
21 abril 2022, 12.01am
Mapa de Latinoamérica.
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Dariusz Kuzminski / Alamy Stock Photo

Como en otros mercados emergentes, la inflación, que es el aumento continuado de los precios de los bienes y servicios, se aceleró en todos los países de la región en 2021 y llegó a topes desconocidos en 2022.

En 2021 la inflación total de América Latina subió en un 11,9% y se prevé que para 2022 suba un 10,4%. Solo África tiene cifras de inflación cercanas a las de la región del sur con un 10,6% de inflación en 2021, mientras que el resto de regiones presentan cifras mucho más moderadas (entre el 2 y 4% en 2021).

Los países con mayor inflación de la región son: Venezuela con 284%, Suriname con 61,5%, Argentina con 55,1%, Haití con 23,9%, Brasil con 11,3%, Paraguay con 10,1%, Jamaica con 9,7%, Chile con 9,4%, Uruguay con 9,3%, República Dominicana con 9,1% y Colombia con 8,5%.

Inicialmente, la subida de los precios se dio por el aumento del costo de los alimentos y la energía. Sin embargo, en los últimos meses se ha intensificado el alza debido a la inercia de la política monetaria y las prácticas de indexación salarial, contratos que ajustan sus términos automáticamente con la inflación.

La guerra en Ucrania también ha sido un factor determinante en el shock inflacionario de la región. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, un aumento de 10 puntos porcentuales en los precios mundiales del petróleo provocaría un aumento de 0,2 puntos porcentuales en la inflación en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, mientras que un aumento de 10 puntos porcentuales en los precios mundiales de los alimentos provocaría un aumento de 0,9 puntos porcentuales en la inflación.

Esto deja claro que mientras la guerra continúe, también lo harán las presiones inflacionarias.

Esto deja claro que mientras la guerra continúe, también lo harán las presiones inflacionarias.

En una región con niveles históricamente altos de desigualdad, la erosión de los ingresos debido al aumento del costo de los alimentos y la energía sólo agravará las tensiones económicas y sociales a las que se enfrentan los hogares más vulnerables.

Los factores clave

Los principales factores que impulsaron la inflación en 2021, aparte de la crisis social y económica de la Covid-19, fueron los precios de las materias primas y de las importaciones debido al rol que juegan para los países con economías emergentes, como lo son casi todos los de la región.

También hay factores domésticos que contribuyen al alza abrupta de los precios, aunque son específicos para cada país. Sin embargo, hay uno general para la región que es lo difícil que ha sido la recuperación del consumo privado después de la pandemia.

Los estímulos fiscales y otras medidas de apoyo hicieron que la demanda de bienes aumentara y que los productos de la canasta básica subieran.

Las monedas latinas impulsan la inflación

Además del fenómeno mundial de inflación, en América Latina hay que tener en cuenta el efecto directo que proviene de la depreciación de las monedas de los países de la región en los últimos dos años.

Esa depreciación responde a la incertidumbre que se tiene sobre la economía futura, lo que hace que las personas se refugien en monedas más duras, como el dólar, y que se abstenga de respaldarse en las locales. Las monedas de Chile, Colombia y Argentina cayeron un 10% en 2021, lo que las pone en una situación precaria frente al comercio en el mundo.

Lo cierto es que ya se ven subidas de tasas y el retiro de estímulos que acompañarán a la región todo el 2022. Los expertos creen que mientras siga la guerra entre Ucrania y Rusia, y no se moderen los precios de la energía, no volveremos a tasas de inflación pre pandemia.

El petróleo, el gas y la electricidad se han disparado en la región en los últimos meses debido a la alta demanda

El petróleo, el gas y la electricidad se han disparado en la región en los últimos meses debido a la alta demanda, algo que ha provocado protestas en varios países. Algunos gobiernos de la región han decidido subsidiar la energía para reducir los costos, pero estas son medidas más electoralistas que eficaces.

Si así lo deciden, los gobiernos de la región pueden intervenir para mitigar esta inflación, y la mejor forma de hacerlo es a través de subsidios a la demanda, entregarle a las personas la capacidad de decidir. Por ejemplo, en vez de subsidiar el precio del gas para quienes sufran de falta de acceso a este, entregar un bono y que cada persona decida, según sus necesidades, en qué gastarlo

Lo que muestran los primeros meses de 2022 es que el problema de la inflación no será algo pasajero: la demanda de gas y petróleo es más alta que la oferta, los cuellos de botella continúan en las cadenas de suministros, la pandemia no ha finalizado del todo y la guerra al otro lado del mundo ya afecta a los países latinos.

La inflación es el enemigo número uno para los ciudadanos de cualquier país que, con los mismos salarios, deben adquirir bienes y servicios a precios mucho más altos. De continuar, la situación podría profundizar la crisis económica y social de la región, detonar nuevas protestas, y dejar a los gobiernos entrantes de América latina sin una base sobre la cual ejecutar políticas sólidas de desarrollo.

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