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Protesta en el movimiento Black Lives Matter: una entrevista con activista y abogado Justin Hansford

Siguiendo los pasos de manifestaciones en St. Louis en contra de la absolución de Jason Stockley, oímos cómo la protesta ha sido fundamental en BLM; cómo el movimiento ha llevado adelante un desplazamiento cultural, subrayado por el disentimiento reciente de estrella de NFL Colin Kaepernick; y cómo la dinámica de protestas ha cambiado en la época de Trump. English

Justin Hansford
2 octubre 2017
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Protesta en St Louis el 18 de septiembre de 2017, luego de la absolución del ex oficial de policía Jason Stockley. Imagen: Dane Iwata / Agencia de Noticias Xinhua / Imágenes de PA. Todos los derechos reservados.

ENTREVISTA: ANNA NORMAN

Anna Norman (AN): ¿Podrías reflexionar sobre el inicio del movimiento BLM, y explicar por qué la muerte de Michael Brown en agosto de 2017 fue un momento crítico para relaciones interraciales estadounidenses?

Justin Hansford (JH): Alguna gente dice que el comienzo del movimiento fue el asesinato de Trayvon Martin en 2012, pero a mi modo de ver esto no fue el momento crítico. Antes de Trayvon Martin, otros negros jóvenes habían sido matados por la policía, o por gente como George Zimmerman que se actuaban como si fueran la policía, y que se habían ido sin castigo. Así que el asesinato de Trayvon Martin y las protestas subsiguientes no eran nada fuera de lo común, la verdad. Lo que sí era diferente con el asesinato de Mike Brown era que esta vez la gente estaba harta. Las protestas eran orgánicas, y surgieron a partir de  la frustración y la rabia.

Yo en aquel momento llevaba tres años viviendo en St. Louis, como diez minutos de la ciudad de Ferguson. Y después de que mataron a Mike Brown vi su imagen en mi newsfeed en Facebook, tirado en la calle, con la policía encima de él como si acabaran de matar a un animal; su cuerpo estuvo en la calle más de cuatro horas. Y la gente salió no porque le había dicho la NACCP, u otra organización sin ánimo de lucro; salió a causa de genuina angustia. Vieron el cuerpo, y la situación se remontaba a los linchamientos, a la tradición de colgar a la gente negra de los árboles. Era simbólico. Se expuso su cuerpo, tirado, con la intención de intimidar y demostrar a la comunidad que eso podría ser tú la próxima vez si no te sometes a la violencia e intimidación del estado. Y eso enfureció a la gente. Salieron en multitudes, de boca en boca, porque decidieron solos que ya bastaba.

No nos era fundamental ser totalmente no violentos en nuestra respuesta a la violencia policial.

Fue encabezado por los jóvenes, que no coreaban ‘Venceremos’, sino ‘Que se joda la policía’ y ‘Manos en el aire, no dispares’. Éramos muy beligerantes. La gasolinera local se prendió fuego, y se dañaron algunas cosas, pero no considero daños a la propiedad como violencia. Esas eran maneras de las que la gente podían descargar sus frustraciones. No fue una protesta no violenta, sino una protesta anti-violenta, eso es la distinción. No nos era fundamental ser totalmente no violentos en nuestra respuesta a la violencia policial.

[Las protestas] duraron unas semanas, pero el estado utilizó varias técnicas para asegurarse de que se extinguieren después de eso. La gente está acostumbrada a las herramientas de guerra que se utilizan contra nosotros, como el gas lacrimógeno y balas de goma, y la brutalidad de que se molió y se detuvo a alguna gente. Crearon una ley: la policía dijo que la gente tenía que mantenerse en movimiento mientras que protestaba. No podían mantenerse de pie y gritar ‘Manos en el aire, no dispares’, tenían que seguir caminando todo el tiempo, y si se paraba quieto aún un momento, se detuvo por quedarse en pie.

Eso fue dictaminado inconstitucional luego por el tribunal federal de distrito luego - la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) inició eso pleito en octubre 2014, después de que la técnica había sido eficaz, gastando la energía de la gente y forzar a que dejara de protestar por fatiga. Así que, era una técnica eficaz que se utilizó, además de otras técnicas, que era ilegal pero que era eficaz en ayudar a llevar fin a eso levantamiento inicial.

Pero a pesar de eso, había gente que tenía gran cantidad de determinación y siguió protestando durante meses y meses; se convirtieron en líderes, por decirlo así, debido a su resiliencia.

AN: El hecho de tener un presidente negro en el que el movimiento empezó, ¿fue un factor importante?

JH: Siempre se debatirá esto, pero a mi modo de ver, varios factores llegaron a la vez.

Empezaremos con la situación local. Había que vivir en este vecindario específico para entender lo que ocurría en ese momento. St. Louis es una ciudad predominantemente negra, con una blanca estructura de poder, y casi siempre ha sido así. Aún durante el movimiento de derechos civiles, St. Louis se veía como un lugar que… estaba por el sud, pero estaba al norte al punto que no llamaba tanta atención de activistas de derechos civiles. Así que continuaron mantenerse oprimidos. Así que hubo rabia y agresión acumuladas latentes - era cuestión de tiempo que erupcionaran. Y se había matado a Trayvon Martin un par de años antes, lo que tenía gran impacto en las sensibilidades de la gente. Así que este dinámica local entró en juego con la imagen del cuerpo muerto de Mike Brown. Y el hecho de que yacía allí tanto tiempo significó que la gente tuvo la oportunidad de verlo sí mismo y de enfurecerse. Causó daños particulares a nuestra psicología, ver su cuerpo así. Así que había tres factores: la dinámica local, el asesinato de Trayvon Martin, la exposición del cuerpo de Mike Brown.

El hecho de que sí teníamos un presidente negro también, yo creo, animó a la gente a pensar, ‘Pues, si nos expresamos, hay alguien esta vez que escuchará de verdad.’ Así que eso es un factor cuarto: que puede que alguien escuche si denunciamos.

Y luego, por supuesto, hay los medios sociales. Los reportajes inicialmente intentó minimizar el incidente. Pero gracias al alcance de Twitter, en particular, la gente era capaz de ir allí sí mismo para tuitear recuentos de primera mano que en algunos casos tenían alcance más amplio que las noticias. Así que el intento de los medios corporativos de influir  la situación hacia el beneficio de la policía y de promover el statu quo y adelantar la primicia próxima, eso interrumpieron los medios sociales. Eso es algo al que no teníamos acceso antes.

Así que esos son cinco factores. Si los encajamos, tenemos la perfecta receta para un levantamiento. 

Para hacer algo que interrumpa el statu quo, casi te ves forzada a ser disruptivo

AN: ¿Podrías hablar más del acto de protesta en sí, y su relevancia particular para el movimento Black Lives Matter?

JH: En los Estados Unidos en particular tenemos un gran problema. Si traemos peticiones y querellas ante nuestras autoridades, a menudo no nos escuchan. Nos ignoran. Además,  cuando seguimos las reglas, aún durante las protestas, si recibimos autorización y nos marchamos en un círculo, puede que la gente mire y se ocupe de su rutina diaria. Y de esta manera tienes un problema. Para hacer algo que interrumpa el statu quo, casi te ves forzada a ser disruptivo, y de una manera más específica te ves forzado a violar la ley. Se llama el dilema de los manifestantes legales - si obedeces la ley durante una protesta, y lo haces de una manera pacífica y agradable, a nadie le importa.

Fui a la ONU, seguí las reglas, inicié un pleito ante la ONU. Pronuncié un discurso ante el cuerpo especial policial del Presidente Obama. Presentamos litigios. Pero la cosa que cambió la cultura fue las protestas en las calles cuando la gente se rompía reglas. Se detuvo a la gente, y si soy honesto, manifiesta todo el tiempo la gente en los Estados Unidos, pero las cámaras vinieron después de que se prendió fuego a la gasoliner Quick Trip.

Cuando intentaba yo ayudar a representar a la gente legalmente, hablé con personas involucradas, [que habían] dañado a algunas propiedades. Y esa gente tenía intención del sentido de que sabía que para hacer a que la gente se prestara atención no podía sólo seguir las reglas y entregar una petición y escribir una carta a su congresista. Sabían que para hacer que las cámaras giraran a grabar una ciudad pequeña como Ferguson, algo tenía que prenderse fuego. Y por eso esa gente iba a arriesgarse y hacerlo, y algunos de estos ahora están el la cárcel porque se sacrificaron para hacer así.

Una estrategia común de la gente que quieren mantener el statu quo era decir que los manifestantes son aleatorios, que tuvieron éxito por casualidad, fue un coincidencia - but eso es falso: todo esto se basaba de una estrategia. Es una digresión esto, pero piensa en Rosa Parks. Provocó el movimiento de derechos humanos por no levantarse cuando le dijeron que fuera a la parte de atrás de un bus. A menudo se entiende que era una anciana que no tenía ganas de levantarse de su asiento ese día. Pero eso es falso. Éste era alguien que de hace mucho tiempo era organizador para la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP), alguien que había asistido un entrenamiento el año antes sobre cómo hacer las sentadas. Alguien que había aprendido cómo la gente había decidido no levantarse de sus asientos en buses en otras partes del país. Y de esta manera estaba imitando una estrategia, seguía un plan y era entrenada a hacerlo de una manera intencional. Pero la manera de la que intentan contar la historia hace que la situación parezca aleatoria y fortunada. Eso no fue el caso con Rosa Parks, y no fue el caso en Ferguson. En ambos casos se trataba de personas que seguían una estrategia intencional para perturbar la statu quo, y por eso era eficaz.

AN: ¿Me podrías decir más acerca de las interacciones con la policía durante las protestas después del asesinato de Mike Brown, de una perspectiva legal y personal?

JH: Las interacciones dejaron a muchos de nosotros con trastorno de estrés postraumático, TEPT - algunos de nosotros hemos sido diagnosticados con eso. No fue sólo el hecho de que la gente te dispara cosas y no sabes qué son, te llama insultos racistas, ves a amigos atacados violentamente. En el momento no sabes qué es el gas lacrimógeno y qué es una bola real. Y por supuesto había otra gente además de la policía que tenía munición. Había defensores de la supremacía de la raza blanca allí, que habían salido para provocarnos. Estos son cosas de las que he seguido ver en mis pesadillas.

Fui a la cárcel después de ser detenido [durante las protestas]. Fue una experiencia interesante ser abogado y estar en la cárcel, detenido por manifestarse. Algunos de los otros presos podían recibir asesoría legal de mí, así que era más bien popular allí!

Una cosa que es interesante de una perspectiva legal es que, teníamos una situación en Charlottesville, Virginia, recientemente, de la que probablemente teníais conciencia, dónde nazis - literales - se manifestaban con armas semi-automáticas. Y la policía vino y se paró de pie y los miró. Nadie les tiró gas lacrimógeno, nadie les disparó gomas de bola, y nadie les insultó. No hubo uniones policiales que hablaron contra ellos. En St. Louis, el líder de la unión policial llevaba una pulsera a una reunión de ayuntamiento de la ciudad que decía ‘Yo apoyo a Darren Wilson’, el policía que tiró a Mike Brown. Los jefes de uniones policiales a lo largo del país han hablado tanto de cuánto no les gustamos. No hablan de cuánto no les gustan los Nazis.

Dice algo sobre el carácter de las organizaciones de cuerpos policiales en este país. Sabemos del encarcelamiento de masas y sabemos que tenemos más gente negra en las cárceles ahora que había en esclavitud. Y hemos aprendido recientemente que muchos de ellos están allí por delitos como infracciones de tráfico, como vimos en el Reportaje de Ferguson. Es completamente racializado. La comunidad de cuerpos policiales en este país es uno de los lugares donde puedes explícitamente utilizar la raza para discriminar. Puede utilizar perfiles raciales y no es ilegal. Nos llamaron insultos raciales y no se despidieron. La unión policial es demasiado fuerte. La cultura la apoya, y no se puede hacer responsable a los policías.

AN: ¿Cuáles son los éxitos hasta ahora del movimiento Black Lives Matter, a pesar de la falta de cambio estructural?

JH: El éxito más grande es la manera de la que hemos cambiado la cultura. Si es el deporte, las manifestaciones con Colin Kaepernick, o Beyonce denunciando, o libros nuevos, hemos tenido un renacimiento que yo atribuyo a esas protestas. Si ves algunos de nuestros programas y películas, hay tanto que ha cambiado en nuestra cultura sobre esa conversación. Eso es nuestra victoria.

Pero mi esperanza es que el cambio en la ley seguirá el cambio en la cultura.

De una perspectiva legal, no hemos tenido ningunas victorias. Recientemente, en St. Louis, había un policía que se fue sin castigo después del asesinato de una persona negra, aún después de decir literalmente, “Voy a matar a esto hijoputa, sí lo sabes” Así que la gente se está manifestando justo ahora de eso. Hay una lista de estos. Freddie Gray. No se condonó a ninguno de los policías del caso de Freddie Gray en Baltimore. O en el caso de Tamir Rice en Cleveland. O Trayvon Martin, por supuesto. Si miras la lista de casos, ves veredicto inocente tras veredicto inocente tras veredicto inocente.

Pero mi esperanza es que el cambio en la ley seguirá el cambio en la cultura. Como, vimos que eso ocurría con el matrimonio homosexual, cuando culturalmente las relaciones homosexuales se hicieron aceptable y luego la ley se puso al día. Así que la única esperanza a la que podemos aferrarnos es que subsiguientemente la ley alcanzará e intentará deshacer este problema particular del incumplimiento de asegurar responsabilidad policial.

No creo que eso sea el fin, porque lo que ha ocurrido con el movimiento es que empezó de forma pequeña y expandió. Empezó con un objetivo sencillo - una condena en el caso de Mike Brown. Luego la gente empezó a darse cuenta de que hay un problema en la entera región de St. Louis. Luego la gente se dio cuenta de que este es un problema nacional; con las protestas de Eric Garner y Tamir Rice, nacionalmente la gente empezó a atar cabos. Luego empezamos a pensar internacionalmente. Fui a la ONU con la familia de Mike Brown. Y la gente busca conectar con nosotros en Sudáfrica, en Gaza, en Brasil, por todo el mundo. Así que ahora es cuestión diferente de derechos humanos. Mientras crecen y se extienden nuestros objetivos, desarrollamos otras medidas. Aún si pusiéramos fin a el encarcelamiento en masa y anuláramos la injusticia racial en los Estados Unidos, ya podrías mantener que no podríamos decir ‘Vale, ya está, nuestro trabajo aquí se ha terminado’. Porque ahora estamos abordando el problema de la jerarquía racial global, la supremacía blanca global. Así que todavía quedamos muy lejos de poder decir que hemos tenido éxito, pero creo que lo que sí hemos podido hacer es cambiar la cultura con la esperanza de que tal vez, más adelante, podemos cambiar el sistema de justicia también.

Y mi esperanza es que, con esta organización que estoy creando de la Universidad de Howard encontraremos otras maneras de lanzar un aspecto legal del movimiento que ayudará mover adelante las cosas. Como han dicho otros activistas de derechos humanos en el pasado - Malcolm X, por ejemplo - para americanos negros es importante no ser encasillados sólo dentro de los derechos civiles, sino que también veamos el asunto como un problema de derechos humanos. Eso es mi objetivo. 

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Los manifestantes siguen al jugador de la NFL Colin Kaepernick arrodillándose en apoyo de BLM, Sept 2017. Imágenes de NurPhoto/SIPA USA/PA. Todos los derechos reservados.

AN: ¿Cómo ha evolucionado el movimiento en la era de Trump? ¿Ha entrado en juego una dinámica nueva de protesta?

JH: La era de Trump es interesante porque creo que alguna gente cometió el error de creer la narrativa del progreso. Pensaron, ‘Pues, hemos tenido un presidente negro y ahora va a ser cada vez más mejor.’ Pero si miras la historia, cosas siempre han ocurrido en ciclos. Hubo abolición, pusimos fin a la esclavitud, teníamos algunos oficiales y congresistas elegidos negros. Nos sentíamos cómo dábamos pasos grandes, luego se fundió el Ku Klux Klan un año después, en 1866, y se creó Jim Crow para el fin de los 1800s. Así que fue un paso atrás. Luego hubo Martin Luther King, hubo el Acto de Derechos Civiles, la Marcha en Washington, y todo va super bien un rato. Y luego para los años setenta hay el encarcelamiento en masa. Nixon. Reagan. La guerra contra las drogas. Justo ahora alguna gente se siente como es aún peor que cómo era duramente el movimiento de derechos civiles para gente atrapada en esta trampa.

Nuestro objetivo no era sólo en cuanto a la gente negra como individuos, era luchar contra la jerarquía racial en sí mismo.

Así que tiene sentido que, después de tener el primer presidente negro, luego hay un presidente anti-negro. Hay Trump, y busca promover políticas que son el antítesis de lo que pensabas que este progreso nos íbamos a presentar. Así que creo que la gente está intentando entender eso e intentando adaptarse. Es una época muy confusa pero es casi algo diferente cada semana: un procurador general que intenta restablecer la guerra contra las drogas, Charlottesville, el prohibo de los musulmanes, y todo eso está relacionado con La vida de los negro importa porque nuestro objetivo no era sólo en cuanto a la gente negra como individuos, era luchar contra la jerarquía racial en sí mismo. Y la gente negra es el ejemplo prototípico de eso. Pero agresiones contra a los asiáticos, latinos, musulmanes, americanos nativos… cualquier otro identidad étnica que no es blanco, todos se enfrentan a la agresión. Así que tenemos que poder crear solidaridad y coalición.

Hablar otra vez de la cuestión de o la protesta violenta o la protesta no violenta… Yo vivo en una sociedad en la que Dylan Roof caminó en una iglesia y tiró abuelas de personas. Vimos que una persona fue atropellada por una coche durante las protestas de Charlottesville. Lo que la gente nos han sido pidiendo es que sólo permitimos que la violencia ocurra de un lado. Cuando dicen, ‘Sed no violentos’, están diciendo, ‘Nosotros, la policía o los defensores de la supremacía de la raza blanca o tros, nos cargamos de la violencia para vosotros. Cometeremos esta violencia contra vosotros. Y vuestra superioridad se basará en vuestra capacidad a ser no agresivos y no violentos cuando reaccionáis.’ Rechazo eso. Ya vivimos en una época de violencia. Estoy acostumbrado a la posición de la gente como Dr King y Ghandhi, que no tomaban la posición de poder quedarse quietos cuando te tratan con violencia. Estas eran las personas que no se involucraban en matar a nadie o hacer daño a nadie. Pero tenían que admitir que la violencia si ocurre y, aún si no iban a cometer, iban a tener que sufrir violencia para justificar su participación en el movimiento.

En esta época es tonto pensar que podemos alcanzar los derechos humanos o civiles a través del uso de la vergüenza como estrategia primaria.

Están matando a nuestros hijos, están enjaulando a la gente durante muchos años de sus vidas por infracciones de tráfico o basadas en la guerra contra las drogas. Así que no nos condenes cuando se rompe una ventana, eso es ridículo. El error es permitir que la gente te intimide a que aferrarse a creencias ridículas, bajo el miedo de que te verán como malo si no lo haces.

Para nosotros es muy delicado políticamente. A nuestros ancianos les ha gustado algo que se llame ‘la política de respetabilidad’, esta idea que puedes mantener una instancia moral suprema por usar traje y corbata, por ser no violento, por cantar himnos, y que eso te permite ser persuasivo a los que te dominan. Muchos de nosotros en el movimiento hoy decimos que eso es sólo una estrategia de muchos. Esa estrategia era eficaz en este lugar y tiempo particular, los años sesenta en los Estados Unidos, pero en 2017 cuando tenemos un presidente que habla de agarrarse de las mujeres en las partes privadas, la respetabilidad no conmociona a la gente como en el pasado. Ya no es una herramienta persuasiva. Trump está diciendo que nunca deberías ser avergonzado de nada. Así que creo que en esta época es tonto pensar que podemos alcanzar los derechos humanos o civiles a través del uso de la vergüenza como estrategia primaria. Estas herramientas ya acabaron, porque eso has sido el objetivo [de los que tienen poder], eliminar la eficacia de estas herramientas. Así que ahora tenemos que seguir experimentando con otras soluciones. 

AN: ¿Puedes resumir por qué la protesta es vital para todas democracias?

JH: La pregunta es, vamos a vivir en un país que es como 1984, un país totalitario, o va a tener la gente el derecho a la libertad de pensamiento, la libertad de disentir? Hay una historia larga de disidentes que han llevado adelante a la sociedad, aún cuando la mayoría de la gente en su entorno los creía equivocados, o los oprimía.

Un fundamento de esta sociedad se estableció gracias al disentimiento de la gente negra durante la época de la guerra civil. Y el movimiento de los derechos civiles, por el que Martin Luther King y otros estaban luchan en los años 60, creó el derecho a la igualdad, lo que también abrió las oportunidades para otros.

Es un error sentirse como es sólo un grupo que está intentando expresarse y manifestarse, y que el beneficio sólo va a ser para este grupo si tienen éxito. ‘Eso es su asunto, eso es su problema.’ Eso es equivocado. Si te encuentras en cualquier situación cuando no tienes el poder, deberías alzarte en defensa de el que no tiene el poder ahora, porque un día eso va a ser tú.

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