América Latina: democracia a la baja por quinto año consecutivo
El índice de la democracia global bajó un 0,07 en 2020; el puntaje más bajo registrado desde el 2006. A América Latina, con un descenso de 0,04 tampoco le fue bien.
Un estudiante es arrestado en una protesta en San Salvador.
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Camilo Freedman/Zuma Press/PA Images
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Como viene siendo habitual al principio de cada año, la Unidad de Inteligencia de The Economist publicó su reporte del Índice de la Democracia para el año 2020; los resultados son alarmantes. Registrando el puntaje más bajo desde el 2006, las democracias globales sufrieron retrocesos importantes, impulsados principalmente por la pandemia del coronavirus y las medidas que los gobiernos adoptaron para enfrentarla.
Aunque el África Sub-sahariana, el Medio Oriente y África del Norte, fueron las regiones con retrocesos más marcados, América Latina tampoco tiene un buen desempeño y no avanza. Al contrario, el promedio de la región bajó por 0,04 puntos, siendo el quinto año consecutivo donde el puntaje promedio baja.
La pandemia facilitó la ocurrencia de abusos de poder en Latinoamérica. Además, la región sufrió de sus ya conocidos reveses: una cultura política débil; dificultades para mantener instituciones independientes que protejan el Estado de derecho; y corrupción.
El reporte calificó solo a tres países de América Latina y el Caribe como “democracias completas” (Chile, Costa Rica y Uruguay). En la región, hay 13 “democracias incompletas”, cinco “regímenes híbridos” y tres “regímenes autoritarios” (Nicaragua, Cuba y Venezuela).
Aunque no hace parte de la región como tal, Estados Unidos pasó de ser una democracia completa a una democracia incompleta, resultado de la disputa sobre la legitimidad de elecciones y la acusación sin pruebas de fraude masivo por parte de la máxima autoridad del país. Tras cuatro años de gobierno Trump, la insurrección que atacó el Capitolio en Washington evidenció lo cerca que puede estar del colapso, una gran democracia.
La baja en la puntuación de la región se debe, principalmente, a la represión de las libertades civiles en respuesta a la pandemia y a sus débiles procesos electorales
Mapa de América Latina y el Caribe del Índice de la Democracia 2020 | The Economist Intelligence Unit
La baja en la puntuación de la región latinoamericana se debe, principalmente, a la represión de las libertades civiles en respuesta a la pandemia y a sus débiles procesos electorales. Guatemala, Haití y El Salvador fueron los países que más impulsaron los retrocesos democráticos, en especial El Salvador, que, bajo Nayib Bukele, pasó de ser una democracia incompleta a un régimen híbrido.
Medidas como la de la Asamblea Nacional de Nicaragua de no permitir a miembros de la oposición del partido de Daniel Ortega participar en las elecciones de 2021; o como la de Venezuela, que decidió utilizar las medidas de cuarentena para reprimir a miembros de la oposición de Nicolás Maduro; o la del presidente de Haití, Jovenel Moise, de disolver el parlamento y presidir sin elecciones; son retrocesos evidentes y preocupantes, y posicionan a la región en estado de alarma.
Por otro lado, las incontables denuncias de corrupción en El Salvador hacia su presidente Nayib Bukele hacen temer una degradación definitiva de la democracia en el país centroamericano, que celebra elecciones a finales de este mes de febrero.
En este sentido, el reporte de The Economist también resalta los procesos electorales y la ola de protestas que se vienen produciendo en la región desde el 2019, como una alerta a los procesos electorales poco inclusivos y pluralistas que se viven en Latinoamérica. Advierte, además, que las protestas seguramente van a resurgir en el 2021, para hacerle frente a la desconfianza que siente la ciudadanía hacia sus gobernantes e instituciones.
Aún así, no todo son malas noticias. Latinoamérica sigue siendo la región emergente más democrática - abajo únicamente de América del Norte y Europa Occidental - donde el 80% de la población vive en regímenes clasificados como democráticos.
Pero el reporte del Índice de la Democracia 2020, prende alarmas frente a un deterioro democrático en la región. Aunque estemos por encima del promedio global, éste va descendiendo, y con él nuestra región.
Países como Guatemala, Haití, Nicaragua, El Salvador, Cuba y Venezuela, están en el radar y requieren atención y cuidado. Este será un año donde habrá numerosos procesos electorales en la región, y después de un 2020 donde ya se vieron afectadas las libertades civiles, la ciudadanía debe permanecer alerta.
Las tentaciones caudillistas y el recurso a la desinformación masiva, son elementos que siguen amenazando la salud de nuestras democracias. En Estados Unidos, la fortaleza de las instituciones finalmente hizo que prevaleciera el orden democrático durante el tenso traspaso de poder. No estamos seguros de que ese hubiera sido el caso en muchas de nuestras naciones. A la luz de las fragilidades que identifica el informe, hay que permanecer especialmente vigilantes al sur del Río Grande: las instituciones siguen siendo débiles en la región.
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