Las imágenes transmitidas por la prensa, hechas de este helicóptero y también por habitantes de aquella ciudad, incluían el ruido de los disparos contra la población civil. Dos días después, las fuerzas de seguridad de Rio de Janeiro dispararon desde un helicóptero en contra de la población civil, dejando 8 muertos y una población entera aterrorizada dentro de las viviendas y escuelas del barrio.
De forma similar, el año pasado, Marcos Vinícius, de 14 años, hijo de Bruna, fue asesinado en una operación similar. Hasta hoy, su madre, sigue guardando el uniforme escolar que él usaba cuando fue apuntado y asesinado.
En ese sentido, un paquete de seguridad pública que prevé ampliar los parámetros de legítima defensa, permitiendo que el Juez deje de aplicar la pena cuando considere que el policía actuó con exceso, pero "por miedo justificado, sorpresa o violenta emoción" se convierte en una "verdadera" licencia para matar, en especial si se toma en cuenta el discurso del gobierno, que se ha vuelto cada vez más radical y agresivo en contra de grupos que viven en situaciones de vulnerabilidad o son percibidos como “distintos” a un proyecto nacional. No olvidemos la famosa declaración del presidente electo que decía que “el error de la dictadura fue torturar, no matar”.
Las cifras son desalentadoras y apuntan a la existencia de una política de exterminio contra la población negra, o por lo menos una política que valora la vida de ciertos grupos sobre otros. Frente a ello, la comunidad internacional y la sociedad civil local tendrá que seguir alzando su voz para proteger y promover lo derechos humanos de quienes se encuentran a la encrucijada de estos retrocesos.
Comentarios
Animamos a todo el mundo a que haga comentarios, Por favor, consulte las intrucciones de openDemocracy para comentarios