Gustavo Petro, presidente electo de Colombia y su gobierno tendrán que enfrentar enormes retos en materia ambiental. La herencia que reciben de gobiernos anteriores es muy pesada y cómo la gestione él y su ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, será clave en el éxito de su programa de gobierno. Tendrán que enfrentarse a problemas muy graves,que vienen de muchos años atrás, y a la fuerte resistencia al cambio de poderosos sectores extractivos.
La Amazonia
Dentro de las preocupantes tasas anuales de deforestación hay un capítulo esencial: la deforestación en la enorme región amazónica colombiana. Desde hace diez años, la Amazonia concentra la mayor pérdida de bosque y biodiversidad del país.
En 2020, según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el 63% de la deforestación de Colombia sucedió en esta región y en 2021 ese porcentaje aumentó a 66%.
La Amazonia vive amenazas como los incendios y la tala de bosque para la implantación de pastos y de cultivos que impactan muy negativamente en los ecosistemas y que han creado una crisis de seguridad sin precedentes. La intensificación del acaparamiento de tierras y de actividades económicas ilegales como la minería y el cultivo de hoja de coca, ponen en riesgo a los defensores ambientales.
Deforestación
La acelerada pérdida de bosques es la mayor problemática ambiental a la que se enfrentará el gobierno Petro. Según cifras del Ideam, en 2021 este fenómeno aumentó en 1,5% frente al año anterior con 174.000 hectáreas deforestadas (superficie equivalente a unos 116.000 campos de futbol).
Expertos ambientales, como Sandra Vilardy, directora de Parques Cómo Vamos (programa encargado de monitorear del estado de los parques naturales nacionales de Colombia), afirman que el gobierno nacional habla de cifras positivas porque se refiere a tendencias. "Ellos dicen que la tendencia disminuyó, a pesar de que las cifras reales aumentaron", afirma Vilardy, lo que muestra que la deforestación no se detiene en Colombia.
Para abordar el tema de la deforestación, Petro y Muhamad tendrán que evaluar si continuar o no con la Operación Artemisa, punta de lanza del gobierno Duque para, supuestamente, frenar esta problemática. Artemisa se puso en marcha en 2020, cuando se deforestaron 171.000 hectáreas.
Esta es una operación con un enfoque militar, que busca perseguir a quienes deforestan en el país. Sin embargo, no ha sido lo suficientemente efectiva ya que solo ha conseguido recuperar 23.842 hectáreas. Sin embargo, ninguna de estas hectáreas recuperadas por Artemisa tiene un plan de restauración efectivo por parte de las agencias ambientales del país.
Asesinatos de defensores ambientales
Otro gran problema que Petro y Muhammad deben resolver es el de la protección a defensores ambientales. Durante dos años consecutivos Colombia ha ocupado el primer puesto como el país más peligroso del mundo para ser líder ambiental de la ONG Global Witness.
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