democraciaAbierta: Analysis

¿Existe una ola de municipalismo latinoamericano?

Algunos ejemplos de nuevo municipalismo, que proponen construir una alternativa a la política tradicional desde los movimientos ciudadanos, intentan interpelar a la vieja izquierda latinoamericana

Gabriel Silvestre Marilín López Fittipaldi
26 enero 2023, 12.30pm

Representantes de la plataforma municipalista Gabinetona, en Belo Horizonte, Brasil. Desde la izquierda: diputada Áurea Carolina, exconcejala Cida Falabella, concejala Bella Gonçalves y diputada regional Andréia de Jesus

|

Tamás Gontijo Bodolay

La tercera edición de la conferencia Ciudades sin Miedo se realizó en la argentina ciudad de Rosario del 21 al 23 de octubre de 2022. Esta fue la primera reunión presencial desde el evento inaugural celebrado en Barcelona en 2017, el cual reunió a una nueva generación de políticos, activistas, ONGs y académicos, entre otros, para debatir los contornos y la dirección del naciente “movimiento municipalista global”. Desde entonces, han tenido lugar encuentros regionales y una segunda conferencia en línea, organizada en 2021.

La trayectoria de este movimiento ha cambiado considerablemente desde su "debut" en 2017, concretado en el auge del proceso de “ciudades del cambio”, que llevó a diversas plataformas ciudadanas a ser elegidas para las alcaldías de algunas de las principales ciudades de España. Observar esta trayectoria desde América Latina nos permite analizar cómo este movimiento ha tenido un alcance más allá de las fronteras europeas y hasta qué punto ha sido capaz de provocar cambios en la política local, en un contexto turbulento que ha marcado la región en la última década. En vista de la nueva “Marea rosa” de gobiernos de izquierda latinoamericanos que se ha consolidado en los últimos años, también es importante preguntarse cómo se posiciona este movimiento en relación con cambios más amplios en la política nacional.

¿Una ola de municipalismo latinoamericano?

El nuevo municipalismo puede entenderse como la expresión política de un movimiento que se articula al margen de las instituciones formales, liderado por movimientos sociales, colectivos populares y ciudadanos en general, para construir una alternativa a la política tradicional que responda a la precariedad urbana, la desigualdad social, la participación directa y una mayor autonomía en la construcción de proyectos colectivos para el bien común.

El reto sería pasar de los estallidos de indignación al lento proceso de construcción de estrategias transformadoras sostenibles

Se entiende como resultado de las protestas y movilizaciones sociales que marcaron el final de la década de 2000 y principios de 2010 en muchas ciudades del mundo (como la Primavera Árabe, el movimiento de los Indignados en España, Occupy en Estados Unidos, las protestas estudiantiles en Chile, las manifestaciones del Parque Gezi en Estambul y la Plaza Syntagma en Atenas, así como las manifestaciones de junio de 2013 en Brasil, entre otras) que expresaron la desconfianza ante el orden político-económico imperante. A pesar de los variados contextos en los que surgieron estas manifestaciones, el principal reto sería, como han reconocido los académicos Dikeç y Swyngedouw (2017), “pasar de los estallidos de indignación al lento proceso de construcción de estrategias transformadoras sostenibles” en las que una nueva política urbana pudiera ser “imaginada, practicada y universalizada”.

En algunos casos, este proceso fue meteórico, con movimientos que decidieron formar una alternativa política y presentarse a las elecciones. En España, plataformas ciudadanas y nuevos partidos políticos fueron elegidos en varias ciudades, además de adquirir una representación importante en el congreso nacional en 2015.

El partido Barcelona en Comú ha estado a la vanguardia de este movimiento desde entonces –sobre todo tras el fin de muchas experiencias en otras ciudades en los años siguientes–, al tiempo que articulaba una agenda internacionalista con otras iniciativas afines, dando lugar a la primera conferencia Ciudades sin Miedo de 2017.

En el escenario, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la inauguración del evento, se encontraban figuras clave de la emergente “red municipalista internacional”, incluidos representantes de tres plataformas electorales latinoamericanas de reciente creación que han tenido distintos grados de éxito. Sus trayectorias ilustran cómo ha ido tomando forma el municipalismo en la región.

Sin miedo BCN

Conferencia Ciudades sin Miedo 2017 con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en el centro (de rojo) con Áurea Carolina y Bella Gonçalves de Muitas (primera de la derecha y segunda de la izquierda), Caren Tepp de Ciudad Futura (segunda de la derecha) y Jorge Sharp de Valparaíso Ciudadano (cuarto por la derecha)

|

Diario de Madrid CC BY 4.0

Ciudad Futura es un partido-movimiento establecido en Rosario, la tercera ciudad más grande de Argentina. Era una de las experiencias más maduras cuando se formó la red municipalista, siendo su germen dos movimientos que, de forma separada, habían actuado en las empobrecidas periferias de Rosario por más de una década.

La trayectoria reciente de los movimientos autonomistas en Argentina tiene antecedentes más antiguos que la mayoría de las demás articulaciones municipalistas, con orígenes en la profunda crisis que azotó al país tras la recesión económica y el colapso social de 2001.

Luego de consolidar programas centrados en la educación, la cultura y la seguridad alimentaria y habiendo tenido éxito en impedir el desarrollo de un proyecto inmobiliario para construir un barrio cerrado que desalojaría el tambo cooperativo del movimiento y los asentamientos populares cercanos, decidió ocupar las instituciones políticas para reforzar su accionar. Desde 2013, cuando disputó por primera vez los escaños del Concejo Municipal, ha ido creciendo hasta convertirse en el partido con mayor representación de la ciudad.

El segundo ejemplo lo personifica el alcalde Jorge Sharp de Valparaíso, la principal ciudad de la segunda aglomeración metropolitana de Chile. Líder de movimientos estudiantiles, Sharp fue elegido para representar a la campaña independiente impulsada por ciudadanos locales bautizada como Valparaíso Ciudadano, en su primer intento de presentarse a un cargo público.

La movilización nació del descontento popular catalizado por un gran incendio que devastó parte de la ciudad en 2013. Los ciudadanos debatieron y co-diseñaron un programa de gobierno en reuniones abiertas, a cuyo liderazgo podían postularse candidaturas independientes, principalmente de movimientos ya existentes. Elegido alcalde en 2016, Sharp desertó posteriormente del grupo y fue reelegido creando la plataforma municipalista Territorios en Red.

Por último, la plataforma Muitas –según se llamaba originalmente antes de cambiar a Gabinetona– surgió de las protestas callejeras en Belo Horizonte, centro de la tercera mayor región metropolitana de Brasil, que reflejaban las manifestaciones del país de junio de 2013. En los años siguientes, participantes de diferentes colectivos autónomos y movimientos sociales articularon la ocupación de edificios públicos y ejercieron presión para el cambio a través de canales de participación popular.

En 2016 la movilización decidió “ocupar la política” y creó la plataforma feminista, antirracista y pro-LGBTQ+ Muitas para presentarse a las elecciones municipales, obteniendo dos concejales. La plataforma fue acogida por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y desde entonces ha conseguido la elección de un diputado estatal y otro nacional, al tiempo que ocupaba los dos escaños en la alcaldía.

La conferencia Ciudades Sin Miedo 2022

Las tres experiencias constituyen algunas de las principales referencias del nuevo municipalismo en América Latina. Han participado activamente en la red Ciudades sin Miedo y el evento del pasado octubre pretendía demostrar el crecimiento del movimiento en la región.

Es prematuro afirmar que existe una “oleada” de plataformas municipalistas en América Latina, ya que los ejemplos son escasos

Sin embargo, su alcance se ve limitado por su activismo localista, por encontrarse fuera de los grandes centros urbanos de sus respectivos países y por la volatilidad política a escala nacional. Por lo tanto, es prematuro afirmar que existe una “oleada” de plataformas municipalistas en América Latina, ya que los ejemplos son escasos, pero la agenda debatida el pasado mes de octubre permite comprender el contenido del movimiento latinoamericano.

La conferencia Ciudades Sin Miedo 2022 en Rosario fue organizada por Ciudad Futura y simbolizó su ascenso como alternativa política en la ciudad. Según datos oficiales, atrajo a 15.000 participantes y reunió a más de 100 oradores conocidos por su activismo político, principalmente de América Latina.

Fueron tres días de conferencias, talleres, actos culturales y ferias en distintos lugares del centro de Rosario, así como visitas guiadas a actividades comunitarias de Ciudad Futura, cooperativas e iniciativas de otros movimientos sociales. Importantes personalidades de Barcelona en Comú –como la alcaldesa Ada Colau– y de la Fundación Rosa-Luxemburgo participaron a través de vídeos.

El acto inaugural contó con la presencia de representantes de Ciudad Futura, Barcelona en Comú, Valparaíso, Belo Horizonte y del gobierno nacional argentino. El hilo conductor de las intervenciones fue cómo cada contexto responde a un escenario de "crisis interrelacionada en múltiples escalas" (Júlia Miralles, Barcelona en Comú), desde "un nuevo ciclo de ajuste neoliberal hasta la construcción de alternativas de extrema derecha que no se parecen a las viejas formas" (Rodrigo Ruiz, Valparaíso).

El nuevo municipalismo debe responder entonces, según Juan Monteverde de Ciudad Futura, a la construcción de poder popular y de democracia directa, cruzando fronteras en tres frentes: entre países, ideológicas y entre partidos, y entre instituciones y personas.

Conferencia rosario

Conferencia inaugural: América Latina del miedo a la esperanza. Sentados de izquierda a derecha: Pedro Brieger (periodista, moderador), Gerardo Pisarello (Barcelona en Comú), Caren Tepp (Ciudad Futura), Isabel Cortez (diputada peruana), Jorge Sharp (Valparaíso) y Mónica Benicio (concejala de Río de Janeiro)

|

Marilín López Fittipaldi

Los tres días reunieron a un amplio espectro de activistas de movimientos recientes y antiguos. Una cuestión concreta que se planteó en distintas charlas fue hasta qué punto el nuevo municipalismo sería una etiqueta adecuada o incluso "nueva". Su significado no es comprendido automáticamente por muchos grupos y el término aún no ha adquirido una expresión relevante en los debates políticos de los principales medios de comunicación. Dados los temas del programa de la conferencia y algunas de las organizaciones representadas, aunque estaba claro que estaban vinculados a agendas progresistas, resultaba menos obvio cómo podían llevarse a cabo a través de un enfoque municipalista.

El tono de los debates y las reivindicaciones planteadas no distaban mucho, por ejemplo, del contenido de reuniones como el Foro Social Mundial. Algunos grupos, como el Frente Patria Grande –una coalición de diversos movimientos sociales de Argentina– destacaron el hecho de que temas clave municipalistas como la democracia directa, el empoderamiento de la ciudadanía a través de la participación o la protección de los bienes comunes eran temas por los que los movimientos latinoamericanos llevaban luchando mucho tiempo, especialmente desde la posdictadura vivida en varios países de la región.

Sin embargo, su uso, al menos en el caso de Ciudad Futura, ha sido estratégico para demarcar una posición política diferente a la izquierda tradicional y permitir así la construcción de un nuevo proyecto capaz de conectar con públicos más amplios.

El acto se cerró con la presentación de la Carta de Rosario 4-3-3, un documento colaborativo que establece cuatro principios, tres objetivos y tres misiones para consolidar la red y los mandatos políticos municipales populares.

Estos consistían en: "democratizar la democracia y feminizar la política", "protección y gestión social de los bienes comunes" e "internacionalizar el nuevo municipalismo (principios); fortalecer el movimiento municipalista, empoderar los territorios a través de la construcción comunitaria y desarrollar un ecosistema de políticas e instrumentos municipalistas (objetivos); intercambiar conocimientos y experiencias a través de la creación de una escuela municipalista en línea, crear una plataforma municipalista colaborativa y generar una estrategia de comunicación compartida para contener el avance de la ultraderecha.

La experiencia latinoamericana fue caracterizada por Gerardo Pisarello, de Barcelona en Comú, como un faro de esperanza frente a la parálisis del Norte Global. Para Caren Tepp, de Ciudad Futura, el reto común es reivindicar un “nuevo municipalismo latinoamericanista y revolucionario”.

La marea rosa latinoamericana 2.0

Si los tres ejemplos de nuevo municipalismo en Argentina, Chile y Brasil pueden considerarse vectores, aunque incipientes, de un nuevo enfoque político progresista en la región, ¿cómo se relacionan con los partidos más tradicionales, particularmente, aquellos que han vuelto al poder en los gobiernos nacionales, al menos en parte, y se han enmarcado de forma especulativa como el retorno de la "Ola Rosa"?

Su posición es particular en cada contexto nacional, pero la interacción ha tenido importantes consecuencias en la orientación de sus actividades.

La comparación es desafiante porque los resultados electorales fueron variados: mientras que en Valparaíso Sharp comanda el Ejecutivo desde 2016, Ciudad Futura es un bloque independiente con amplia representación en el Concejo Municipal de Rosario, mientras que Gabinetona es un bloque opositor más pequeño en Belo Horizonte. En los tres casos, las diferentes estrategias para hacer política, desde los movimientos de partidos hasta las plataformas ciudadanas y la “toma” de un partido existente, han constituido un cambio en la política tradicional de las ciudades respectivas.

En retrospectiva, a pesar del lento crecimiento de su representatividad, los tres ejemplos han ocupado una posición dentro del espectro izquierdista de la política local, disminuyendo o desplazando el dominio de los partidos de izquierda tradicionales. Sin embargo, su capacidad para ganar más fuerza también está relacionada con la dirección de la política nacional.

En Argentina, Ciudad Futura ha adoptado hasta ahora una posición independiente en relación con la política nacional representada por el Frente de Todos, la coalición de peronistas y kirchneristas que derrotó al gobierno neoliberal del expresidente Mauricio Macri en las elecciones nacionales de 2019.

Sin embargo, ha establecido importantes conexiones con representantes de movimientos sociales de la base del actual gobierno de Alberto Fernández. Un logro importante fue la inclusión de la zona de Nuevo Alberdi, bastión político de Ciudad Futura en la periferia de Rosario, en un programa nacional de integración social y urbana de asentamientos populares, una de las trece iniciativas en todo el país.

Entre tanto, una crisis económica fue marcando la mayor parte de 2022 en el país, mientras el gobierno retomaba las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional —trayendo a la memoria recuerdos dolorosos de dos décadas atrás. La reducción del gasto en políticas sociales ha sacudido la base de apoyo del Frente de Todos, con movimientos sociales a punto de abandonar la coalición, un proceso de momento interrumpido ante el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La relación entre la política local en Valparaíso y la ruptura radical a nivel nacional es más estrecha en el caso de Chile. Jorge Sharp ha sido un aliado del presidente Gabriel Boric durante muchos años, uno de los líderes de las protestas estudiantiles de 2011, pero no sin disputas ocasionales antes de la elección sin precedentes del Frente Amplio de Boric para el gobierno nacional en 2021.

La izquierda chilena también obtuvo victorias sin precedentes en las elecciones locales de 2021 y constituye un importante caldero para la expansión de políticas municipalistas y progresistas

Sharp se ha distanciado y ha perseguido una posición independiente desde las protestas del Estallido Social de 2019 y recientemente anunció la creación de un nuevo partido político, Transformar Chile. La organización está formada por alcaldes y concejales que reivindican la necesidad de ocupar cargos con vínculos territoriales explícitos –ligados a asociaciones de vecinos, movimientos sociales, grupos indígenas–, capaces de demostrar el apoyo popular a las políticas progresistas sobre las que el gobierno del presidente Boric ha vacilado hasta ahora –un proceso afectado por el derrotado referéndum para aprobar una nueva constitución popular–.

La iniciativa de Sharp no es aislada. La izquierda chilena –tanto independientes como partidos tradicionales, tal como el Partido Comunista de Chile– también obtuvo victorias sin precedentes en las elecciones locales de 2021 y constituye un importante caldero para la expansión de políticas municipalistas y progresistas. Un claro ejemplo es el municipio de Recoleta, en Santiago, administrado por los comunistas, donde las políticas municipalistas, aunque no explícitas en el uso de la etiqueta, incluyen una red de farmacias cooperativas de bajo coste, una universidad abierta y programas extracurriculares, entre otros, que han llamado la atención por su innovación.

Finalmente, la plataforma electoral de Gabinetona se encontró con un entorno político muy hostil con el auge de la ultraderecha brasileña que llevó a la elección del presidente Jair Bolsonaro para el gobierno 2019-2022. Los experimentos pioneros con mandatos compartidos en otras ciudades han disminuido significativamente, mientras que las agendas progresistas han sido atacadas por la política reaccionaria representada por Bolsonaro.

La mayoría de los partidos del campo político de izquierdas, y poco después muchos del centro, gravitaron en torno a la candidatura del ex sindicalista y presidente (2003-2010) Lula da Silva para disputar las elecciones nacionales de 2022.

Los representantes de la Gabinetona abrazaron gradualmente la representación más tradicional de la izquierda brasileña y algunos miembros se pasaron al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. Miembros de la amplia coalición democrática que lo eligió, los miembros de la Gabinetona participaron en los equipos de transición relacionados con las políticas urbanas y culturales del nuevo gobierno.

Si se quieren evitar las frustraciones de la anterior marea de gobiernos de izquierda, es posible extraer algunas lecciones de las experiencias municipalistas.

Aunque el uso de la etiqueta municipalista es menos evidente en el caso brasileño, los activistas esperan que se pueda profundizar en el legado de anteriores ciclos de cambio político, como los consejos políticos temáticos que fueron un canal de participación popular y que se extinguieron en los últimos gobiernos, o incluso los presupuestos participativos apoyados a escala nacional, ambas innovaciones implementadas a escala local por los gobiernos municipales del PT de los años ochenta y noventa.

A pesar de los desafíos que cada contexto presenta para el avance de la agenda municipalista latinoamericana, las experiencias discutidas han ayudado a (re)introducir temas clave para el debate, al tiempo que han renovado una generación de activistas y políticos. Si se quieren evitar las frustraciones de la anterior marea de gobiernos de izquierda, es posible extraer algunas lecciones de las experiencias municipalistas.

Entre ellas se incluye el papel fundamental de construir una plataforma popular de abajo hacia arriba capaz de dar soporte a las políticas progresistas, superar el objetivo de la redistribución meramente económica para avanzar hacia una redistribución del poder, descentralizar la toma de decisiones y el liderazgo político, ampliar el alcance de nuevas agendas y transformar las instituciones para albergar nuevos tipos de subjetividades políticas.

We’ve got a newsletter for everyone

Whatever you’re interested in, there’s a free openDemocracy newsletter for you.

Unete a nuestro boletín ¿Qué pasa con la democracia, la participación y derechos humanos en Latinoamérica? Entérate a través de nuestro boletín semanal. Suscribirme al boletín.

Comentarios

Animamos a todo el mundo a que haga comentarios, Por favor, consulte las intrucciones de openDemocracy para comentarios
Audio available Bookmark Check Language Close Comments Download Facebook Link Email Newsletter Newsletter Play Print Share Twitter Youtube Search Instagram WhatsApp yourData