Los tres días reunieron a un amplio espectro de activistas de movimientos recientes y antiguos. Una cuestión concreta que se planteó en distintas charlas fue hasta qué punto el nuevo municipalismo sería una etiqueta adecuada o incluso "nueva". Su significado no es comprendido automáticamente por muchos grupos y el término aún no ha adquirido una expresión relevante en los debates políticos de los principales medios de comunicación. Dados los temas del programa de la conferencia y algunas de las organizaciones representadas, aunque estaba claro que estaban vinculados a agendas progresistas, resultaba menos obvio cómo podían llevarse a cabo a través de un enfoque municipalista.
El tono de los debates y las reivindicaciones planteadas no distaban mucho, por ejemplo, del contenido de reuniones como el Foro Social Mundial. Algunos grupos, como el Frente Patria Grande –una coalición de diversos movimientos sociales de Argentina– destacaron el hecho de que temas clave municipalistas como la democracia directa, el empoderamiento de la ciudadanía a través de la participación o la protección de los bienes comunes eran temas por los que los movimientos latinoamericanos llevaban luchando mucho tiempo, especialmente desde la posdictadura vivida en varios países de la región.
Sin embargo, su uso, al menos en el caso de Ciudad Futura, ha sido estratégico para demarcar una posición política diferente a la izquierda tradicional y permitir así la construcción de un nuevo proyecto capaz de conectar con públicos más amplios.
El acto se cerró con la presentación de la Carta de Rosario 4-3-3, un documento colaborativo que establece cuatro principios, tres objetivos y tres misiones para consolidar la red y los mandatos políticos municipales populares.
Estos consistían en: "democratizar la democracia y feminizar la política", "protección y gestión social de los bienes comunes" e "internacionalizar el nuevo municipalismo (principios); fortalecer el movimiento municipalista, empoderar los territorios a través de la construcción comunitaria y desarrollar un ecosistema de políticas e instrumentos municipalistas (objetivos); intercambiar conocimientos y experiencias a través de la creación de una escuela municipalista en línea, crear una plataforma municipalista colaborativa y generar una estrategia de comunicación compartida para contener el avance de la ultraderecha.
La experiencia latinoamericana fue caracterizada por Gerardo Pisarello, de Barcelona en Comú, como un faro de esperanza frente a la parálisis del Norte Global. Para Caren Tepp, de Ciudad Futura, el reto común es reivindicar un “nuevo municipalismo latinoamericanista y revolucionario”.
La marea rosa latinoamericana 2.0
Si los tres ejemplos de nuevo municipalismo en Argentina, Chile y Brasil pueden considerarse vectores, aunque incipientes, de un nuevo enfoque político progresista en la región, ¿cómo se relacionan con los partidos más tradicionales, particularmente, aquellos que han vuelto al poder en los gobiernos nacionales, al menos en parte, y se han enmarcado de forma especulativa como el retorno de la "Ola Rosa"?
Su posición es particular en cada contexto nacional, pero la interacción ha tenido importantes consecuencias en la orientación de sus actividades.
La comparación es desafiante porque los resultados electorales fueron variados: mientras que en Valparaíso Sharp comanda el Ejecutivo desde 2016, Ciudad Futura es un bloque independiente con amplia representación en el Concejo Municipal de Rosario, mientras que Gabinetona es un bloque opositor más pequeño en Belo Horizonte. En los tres casos, las diferentes estrategias para hacer política, desde los movimientos de partidos hasta las plataformas ciudadanas y la “toma” de un partido existente, han constituido un cambio en la política tradicional de las ciudades respectivas.
En retrospectiva, a pesar del lento crecimiento de su representatividad, los tres ejemplos han ocupado una posición dentro del espectro izquierdista de la política local, disminuyendo o desplazando el dominio de los partidos de izquierda tradicionales. Sin embargo, su capacidad para ganar más fuerza también está relacionada con la dirección de la política nacional.
En Argentina, Ciudad Futura ha adoptado hasta ahora una posición independiente en relación con la política nacional representada por el Frente de Todos, la coalición de peronistas y kirchneristas que derrotó al gobierno neoliberal del expresidente Mauricio Macri en las elecciones nacionales de 2019.
Sin embargo, ha establecido importantes conexiones con representantes de movimientos sociales de la base del actual gobierno de Alberto Fernández. Un logro importante fue la inclusión de la zona de Nuevo Alberdi, bastión político de Ciudad Futura en la periferia de Rosario, en un programa nacional de integración social y urbana de asentamientos populares, una de las trece iniciativas en todo el país.
Entre tanto, una crisis económica fue marcando la mayor parte de 2022 en el país, mientras el gobierno retomaba las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional —trayendo a la memoria recuerdos dolorosos de dos décadas atrás. La reducción del gasto en políticas sociales ha sacudido la base de apoyo del Frente de Todos, con movimientos sociales a punto de abandonar la coalición, un proceso de momento interrumpido ante el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La relación entre la política local en Valparaíso y la ruptura radical a nivel nacional es más estrecha en el caso de Chile. Jorge Sharp ha sido un aliado del presidente Gabriel Boric durante muchos años, uno de los líderes de las protestas estudiantiles de 2011, pero no sin disputas ocasionales antes de la elección sin precedentes del Frente Amplio de Boric para el gobierno nacional en 2021.
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