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“Por favor, nos estamos muriendo”

Mohanned Jammo, médico sirio a bordo de un barco a 61 millas de Lampedusa, pidió ayuda a la Guardia Costera italiana. "Por favor, nos estamos muriendo", dijo. English Português 

Manuel Nunes Ramires Serrano
17 mayo 2017
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Migrantes y refugiados en un barco que se acerca a la isla griega de Kos. Fotografía: Jonathan Brady/PA Wire/PA. 22 de febrero de 2017. Todos los derechos reservados.

El que se desespera ante la condición humana es un cobarde, pero el que alberga esperanzas acerca de ella es un necio. - Albert Camus

Hay artículos que escribes porque tienes que hacerlo. Y hay artículos que escribes sólo porque necesitas hacerlo - no podrías dormir si no lo hicieras.

Tras la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales francesas y la proclamación del Sr. Macron, me sentí aliviado. Para mí, como para la mayoría de los europeos, la posibilidad de que Madame Le Pen resultase elegida presidenta de Francia era una pesadilla. La victoria de Macron indicaba que, a pesar de todo, todavía hay esperanzas para Europa. Los populistas han perdido dos batallas importantes: Holanda y Francia han escogido la libertad y el pluralismo en lugar de nativismo e intolerancia.

Unos días más tarde, sin embargo, mientras estaba repasando mis notas para terminar una pieza sobre la victoria del Sr. Macron y el resurgir de Europa, me crucé con un artículo que me llamó poderosamente la atención. Decía: Las fuerzas italianas hicieron caso omiso de un barco lleno de refugiados sirios que se hundía en alta mar. El artículo, publicado por el semanario italiano L’Espresso, hace referencia a cinco grabaciones que indicarían que las autoridades italianas en 2013 desoyeron la llamada de socorro de un barco procedente de Libia que transportaba refugiados. El barco volcó a unas 61 millas al sur de Lampedusa. Más de 260 refugiados murieron. Sesenta de ellos eran niños.

A bordo del barco había cuatrocientas ochenta personas. Eran ciudadanos sirios que habían buscado primero asilo en Libia escapando de la guerra que está arrasando su país desde 2011 y que, cuando estalló el conflicto también en Libia, decidieron huir de nuevo. Esta vez, por desgracia, la mayoría de ellos no lograron llegar a puerto. No es ésta una historia nueva ni, por desgracia, única. Pero ha sido este 8 de mayo de 2017 cuando hemos sabido exactamente lo que ocurrió aquel 10 de octubre de 2013. Las cinco conversaciones telefónicas registradas reflejan cómo las autoridades italianas abandonaron - esta vez, por lo menos - los refugiados a su destino.

Cuando estalló el conflicto en Libia, decidieron huir de nuevo. Esta vez, por desgracia, la mayoría de ellos no lograron llegar a puerto. 

En la primera grabación, se puede escuchar a uno de los pasajeros - Mohanned Jammo, un médico - pidiendo ayuda a la sede de la Guardia Costera italiana en Roma. El Dr. Jammo le dice a la persona que atiende la llamada que "el barco se está hundiendo". Ella le pregunta por su posición. Él se la da. Esto sucedía a las 12:39 p.m.

En la segunda grabación, el médico pregunta a la Guardia Costera si ya han enviado ayuda. Un hombre le responde y le dice, una y otra vez, que llame a Malta. "Por favor, por favor, llame a Malta directamente, están cerca, de acuerdo?" Esto sucedía a la 1.17 p.m.

En la tercera grabación, el médico vuelve a llamar a la Guardia Costera italiana, informando que las autoridades maltesas le han dicho que se encuentran más cerca de Lampedusa. La mujer al otro lado de la línea telefónica le sigue diciendo que "tiene que llamar a Malta, señor". El médico pregunta: "¿Lampedusa es Italia? Por favor, nos estamos muriendo". Esto ocurría a la 1.48 p.m.

En una cuarta grabación, puede escucharse a las autoridades maltesas pidiendo a las autoridades italianas que manden un barco cercano a rescatar a los refugiados. El oficial italiano se niega, ya que esto pondría a Italia "en la situación de tener que hacerse cargo de la transferencia a la costa más cercana". Al parecer, al oficial le preocupaba el hecho que si despachaba una patrullera, ésta debería transportar a los refugiados a Lampedusa. Esto sucedía a las 4:44 p.m.

En la quinta y última grabación, las autoridades maltesas informan los italianos que el barco se ha hundido. Esto sucedía a las 5:07 p.m. El oficial maltés le dice a su homólogo italiano que tienen que mandar su patrullera, porque la de Malta no llegaría a tiempo para rescatar a los refugiados. Sólo entonces, casi cuatro horas después de la primera llamada, las autoridades italianas accedieron a mandar su barco, el Libra, que se encontraba a 20 millas de distancia de los refugiados – a entre treinta y sesenta minutos. El Libra llegó al lugar del naufragio a las 6. El barco que transportaba a los refugiados había volcado y 268 de ellos habían muerto ahogados. Sólo se recuperaron 26 cadáveres. Y sólo sobrevivieron 212 de las 480 personas que viajaban a bordo.

Más de 1.300 refugiados han muerto en el Mediterráneo este año - casi 250 durante el segundo fin de semana de mayo. El clima favorable, las malas condiciones de las embarcaciones y el cinismo de los desalmados que hacen negocio con la desesperación de los refugiados no harán más que empeorar la situación en los próximos meses, ya que el número de refugiados que tratan de llegar a nuestras costas aumentará sin duda. A pesar de los intentos de criminalizar a las ONGs – a las que se acusa de "connivencia" con las mafias del tráfico de personas y de propiciar el "efecto llamada" -, éstas rescataron a más de 46.000 personas en aguas del Mediterráneo en 2016 – lo que equivale a más del 26% de todas las operaciones de rescate. Y se espera que este año el porcentaje llegue a un 33%.

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Aproximadamente 380 refugiados son rescatados el 11 de diciembre de 2016 en aguas internacionales de la costa libia en el mar Mediterráneo por la ONG SOS Mediterranee y transferidos a Sicilia. Laurin Schmid SOS Mediterranee/DPA/PAL Images. Todos los derechos reservados.

Sin poner en duda los esfuerzos realizados por el Frontex, la agencia europea de guardia costera y de fronteras, el enfoque europeo ante esta crisis humanitaria sólo puede calificarse de trágico fracaso. Las misiones de búsqueda y rescate pueden no ser la solución para el problema de los refugiados, pero ¿qué alternativa hay? ¿Por cuánto tiempo tendremos que esperar a que los líderes europeos adopten políticas de sentido común humanitario  para hacer frente a esta crisis?

No hemos sido capaces de establecer rutas legales y seguras para que los refugiados puedan llegar a nuestras costas. Y esta falta de asistencia se parece cada vez más a un elemento de disuasión: una estrategia para prevenir futuras travesías. El Mediterráneo es ahora la principal vía de entrada para los refugiados, porque ahora las fronteras terrestres están cerradas. La política de intentar mantener a los refugiados fuera de Europa no sólo va en contra de todo lo que representa Europa, sino que fracasa estrepitosamente.

¿Por cuánto tiempo tendremos que esperar a que los líderes europeos adopten políticas de sentido común humanitario para hacer frente a esta crisis?

Si ustedes estuvieran, como yo, a punto de celebrar la victoria de otro político que promete un futuro mejor para su país y una mejor Unión Europea para todos, deberían primero escuchar estas grabaciones. Y mientras lo hacen, por favor, imagínense que están en medio del mar pidiendo ayuda desesperadamente, probablemente en compañía de sus hijos, y que aquellos que esperan que acudan a rescatarles – y que se encuentran a tan sólo 20 millas de distancia – tardan cuatro horas en llegar. Es cierto que, afortunadamente, ésta no es la norma. Hay personas valientes y desinteresadas que trabajan todos los días para salvar vidas arriesgando la suya propia, en el mar o en tierra firme. Sin embargo, casos como el que describen las grabaciones hechas públicas en Italia muestran la falta de voluntad subyacente de la Unión Europea  - y de la mayoría de sus países miembros - para defender los mismos derechos humanos dentro de la UE que los que con tanto ahínco exigen fuera. Muestran una Europa muy diferente de la que se fundamenta en el concepto de dignidad humana.

Confieso que después de escuchar las grabaciones, me resultó imposible escribir sobre las elecciones francesas. O sobre la Unión Europea. Seguía escuchando las palabras del Dr. Mohanned Jammo: "Por favor, nos estamos muriendo", "Por favor, nos estamos muriendo", "Por favor, nos estamos muriendo".

Supongo que este artículo califica como uno de esos que uno necesita escribir. Pero todavía me cuesta dormir.

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