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Podemos in a campaign meeting in Madrid, December 2015. Demotix/Jose_Hinojosa. All rights reserved.
Nuestros editores invitados, Simona Rentea y Joan Pedro-Carañana, son académicos y activistas sociales con sede en Madrid, España.
Simona y Joan explican la temática de esta semana
En el debate televisado del 7 de diciembre entre los líderes de los cuatro principales partidos con opciones a gobernar tras las elecciones del 20D, Pablo Iglesias, cabeza de lista por Podemos, concluyó su intervención con un llamamiento al electorado. En primer lugar, instó a los votantes a recordar un catálogo de abusos y violaciones cometidos contra sus derechos sociales, económicos y políticos por parte de los dos partidos mayoritarios, desde casos escandalosos de corrupción y la reforma de la legislación laboral hasta los recortes drásticos en los servicios públicos. En segundo lugar, invitó a los votantes a sonreír el 20 de diciembre: “Sonrían al 15-M, sonrían a las plazas, sonrían a los vecinos que paraban deshaucios, sonrían a Ada Colau, sonrían a los autónomos y a los pequeños empresarios, sonrían a los que se levantan a las 6 de la mañana para trabajar y a los que se levantan a las 6 y no tienen dónde ir a trabajar, sonrían a las madres con jornadas de 15 horas…”.
Las palabras de Iglesias ponen de manifiesto lo que los españoles se juegan en estas elecciones y el papel que podría cumplir Podemos. Estas elecciones podrían ser históricas si permitiesen una ruptura con el régimen del 78 iniciado con la Transición (de la dictadura franquista a una democracia limitada por los poderes económicos y políticos). El proceso de ruptura socio-política en España se inició con la ocupación de la Puerta del Sol por el movimiento de los Indignados o 15-M, según se le conoce en España desde el 15 de mayo de 2011, y ha continuado con las asambleas de barrio, las Mareas en defensa de los servicios públicos, y una miríada de organizaciones que luchan para recuperar los derechos sociales y políticos fundamentales.
Como dijo una activista por la cultura libre del 15-M, Marga Padilla, el 15-M provocó “una actualización de la dimensión política de la vida”. La movilización tuvo un carácter singular en la medida en que trajo a las plazas, de manera espontánea, a centenares de miles personas con distintos perfiles y tendencias políticas –activistas, pero también personas que no habían participado en política ni en movimientos sociales, ciudadanos, personas invitadas, jóvenes y mayores– para compartir lo que tenían en común: una poderosa capacidad afectiva y una sensación de inquietud y malestar que debía expresarse públicamente. Este movimiento transversal que rehuía de la política identitaria tradicional fue pronto desdeñado por los medios de comunicación y las élites políticas (la casta) como una multitud emotiva del todo inútil y poco recomendable en términos políticos. Este rechazo de la dimensión afectiva de nuestra vida política es el resultado de una reducción liberal de los estados afectivos generales a emociones irracionales individuales que sigue siendo una herramienta poderosa para presentar las movilizaciones populares como políticamente irrelevantes o peligrosas.
No obstante, los Indignados resistieron la campaña del miedo y se negaron a individualizar los riesgos sociales, a sufrir la inseguridad en soledad, y combatieron el discurso moralizante de la austeridad que culpabiliza a las víctimas. Comprendieron que compartían experiencias comunes en torno a la condición social y laboral de la precariedad. Combinaron el pensamiento racional con emociones como la indignación, la esperanza y el goce, compartieron conocimientos y habilidades y re-imaginaron las visiones de cómo podría ser nuestra realidad política si vienese marcada por la participación y el control de nuestras propias vidas. Nació, así, un nuevo sentido de la política, basado en el cuidado entre las personas y del medioambiente y anclado en una ética del bien común que implica generar conocimiento y tomar decisiones colectivamente. El nuevo horizonte de la imaginación socio-política surgió de una extenuación, inseguridad y exclusión que podría haber llevado fácilmente a la derechización, al derrotismo y al retiro en el egoísmo individualista. Sin embargo, prevaleció el sentimiento de un “nosotros” que impulsó una nueva relación entre el poder del pensamiento colectivo y la vida política, centrada en la búsqueda de nuevas preguntas y el avance de un proyecto de cambio que requería una creatividad e innovación cuya materialización por el 15-M no tiene precedentes en la historia de España.
Esta lucha por una nueva política resurgió a la superficie en febrero y marzo de 2014, cuando cientos de miles de ciudadanos caminaron unidos en grandes “Columnas” desde todos los rincones de España, culminando en una marcha de 2 millones de personas en Madrid el 22 de marzo. Estas Marchas de la Dignidad supusieron un revivir del espíritu transformador y experimental del 15-M. Caminaban, comían, dormían y hablaban juntos; se reunieron en las plazas de las ciudades y los pueblos para compartir sus preocupaciones, agotamiento y anhelos, buscando nuevas ideas para sobrellevar esta crisis con un algo de esperanza: “Estamos indignados y enfadados pero llenos de dignidad”.
El contexto político había cambiado. Recordamos a personas en las marchas que hablaban con mucha esperanza de un nuevo partido (formado sólo unos meses antes, en enero de 2014) y el papel que podría desempeñar en llevar a cabo los cambios que necesitan las instituciones. La comprensión de que después de años de lucha y movilización social, la realidad socio-económica había continuado degenerando (con tasas desorbitadas de desempleo y con recortes drásticos en los servicios públicos), indicaba que era necesaria una estrategia más amplia: la lucha social requería ahora un agente de cambio institucional que recurriese a la vía electoral.
Podemos sería el partido encargado de la batalla político-electoral para avanzar en una nueva política transformadora. El espíritu constituyente de los movimientos sociales dio legitimidad a la idea de que Podemos constituía un nuevo tipo de fuerza política, que era un partido innovador. Podemos fue descrito como un partido-movimiento que podría alumbrar un nuevo tiempo en la práctica política institucional en España y Europa. Al desarrollo de esta idea contribuyeron sus medidas de transparencia, los métodos de auto-financiación, su transversalidad, la elaboración de los programas y las listas de candidatos de una manera abierta y participativa, su defensa de los derechos sociales y económicos o la proliferación de los “círculos” sectoriales y territoriales. Sin embargo, las relaciones con los movimientos sociales tuvieron dificultades. Pueden observarse contradicciones entre el discurso más radical o izquierdista de los movimientos sociales y la postura más pragmática de la comunicación política de Podemos, entre la necesidad de buscar la eficacia mediante una maquinaria de guerra electoral y la necesidad de participación democrática, entre centralización y descentralización, el arriba y el abajo, la unidad y la pluralidad, la representatividad y la no representatividad, entre el corto y el largo plazo o entre las reglas de las instituicones y los procedimientos asamblearios. Además, han surgido dificultades para conciliar la solidaridad y la autonomía, las demandas e intereses de lugares geográficos diferentes en términos culturales, según su tamaño y su carácter más urbano o rural. No pueden obviarse tampoco algunas diferencias de opinión importante entre Podemos, los movimientos sociales y la mayor parte de la sociedad española.
En esta semana previa a las elecciones del domingo, este número invitado, aborda estas dimensiones de análisis, se centra en la capacidad de Podemos para actuar como agente de transformación socio-política en la España de hoy y se hace una serie de preguntas relacionadas: ¿Cuáles son las principales características e innovaciones del proyecto de Podemos; ¿cuáles son sus limitaciones? Es Podemos el resultado de una articulación del espíritu del 15-M dentro de la política institucional y electoral? ¿Puede construirse un verdadero movimiento-partido dentro de los confines de nuestros marcos políticos actuales del Estado-nación y la Unión Europea? ¿Cómo podemos abordar con éxito las relaciones entre el partido, los movimientos sociales, y la mayoría de los ciudadanos? ¿Qué podemos aprender de esta experiencia; qué estrategias y tácticas pueden ser apropiadas para impulsar el cambio socio-político?
Presentación de las colaboraciones..
Los colaboradores de este número especial traen una pluralidad de puntos de vista y de respuestas a estas preguntas, lo que revela la profundidad y matices del debate que está teniendo lugar en España, y permite llevar nuevas voces a la audiencia internacional de openDemocracy.
Las cuestiones que aquí se abordan son de relevancia en el momento actual, no sólo para el futuro del panorama político en España, sino para Europa en su conjunto. En el contexto de los debates a escala europea sobre el papel de los partidos anti-austeridad y su capacidad para desarrollar una alternativa a las medidas de austeridad impuestas por Bruselas dentro de las disposiciones constitucionales existentes -sobre todo a raíz de las limitaciones que está padeciendo Syriza-, el futuro de la lucha contra la austeridad en Europa aparece estrechamente vinculado al futuro de Podemos.
El especial también es de plena actualidad en el contexto de la capacidad que tienen los partidos europeos de extrema derecha de movilizar el sentimiento de hastío hacia las instituciones y la política europea. España podría demostrar una vez más que es el laboratorio creativo que canaliza la rabia, las inquietudes y la indignación hacia una forma de política más humanista orientada a la transformación social colectiva, y que rechaza firmemente las divisiones étnicas y nacionales, la xenofobia y el odio. Las preguntas siguen siendo: ¿Puede Podemos conseguirlo, puede hacernos sonreír de nuevo al 15-M? ¿Puede ganar? Y después, una vez pasen las elecciones, ¿podrá volver a las plazas y decir con toda sinceridad: ‘hicimos todo lo que pudimos’?
Temas y calendario de los artículos:
‘¿Quiénes somos?’ El lunes, lanzamos nuestra ‘semana de invitados’ con un análisis de los orígenes de Podemos en el contexto de la fractura del régimen del 78 y del espíritu emancipador del 15-M. En el primer artículo, el filósofo y miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, Germán Cano, hace hincapié en la estrategia del partido de ampliar el espacio de lo posible en el contexto de una crisis orgánica del neoliberalismo, de la que surgió Podemos como agente clave para la articulación del descontento social y las esperanzas de una nueva política centrada en la construcción de un sujeto de cambio que aún está construyéndose. Basándose en su experiencia como activista de 15-M, abogada laboralista, diputada de Podemos en Aragón, Violeta Barba destaca la centralidad de la nueva forma de hacer política de Podemos, tanto en términos de su método –asambleario y basado en el consenso político, siguiendo el modelo de las plazas- y el contenido –con fundamento en las disposiciones socialmente progresistas ya introducidas por los gobiernos locales y regionales con el apoyo de Podemos.
La innovación de Podemos: El martes, ampliamos el análisis de la capacidad de Podemos para organizar una verdadera transformación social y política. En el primer artículo, Cecilia Salazar, portavoz de educación de Podemos en la Asamblea de Madrid, explica cómo el proyecto de abrir nuevos espacios para la participación política en las instituciones llevó al partido a basar su programa educativo en las propuestas de la Marea Verde, promoviendo educación gratuita, pública y laica come medio para contrarrestar la desigualdad social. En el segundo artículo, filósofo y miembro de Podemos, Carlos Fernández-Liria explica las claves para un programa centrista que igualmente sea transformacional y anti-sistémico: basándose en los principios republicanos de libertad, igualdad, fraternidad y Estado de Derecho.
Las relaciones con los movimientos sociales: El miércoles, analizamos en profundidad la controvertida relación de Podemos con los movimientos sociales, con los que está, sin embargo, estrechamente relacionada desde sus inicios. Curro Machuca Prieto y Javier Fernández Cruz, dos profesores que han participado en el 15-M y en Málaga Ahora, argumentan que el municipalismo surgió en España como un correctivo al intento de Podemos de erigirse como heredero exclusivo del 15-M y advierten contra el abandono de los movimientos descentralizados, del poder local y de la participación ciudadana. Daniel Cao, un activista de la Marea Atlántica que actualmente gobierna la ciudad de A Coruña, retoma el mismo tema con la mirada puesta en lo que considera un giro desastroso de Podemos hacia la política del Tic Tac, de confrontación cuasi-militar con el Gobierno del PP, a expensas del espíritu Rún Rún del 15-M y la corriente municipalista. Por último, Raúl Sánchez Cedillo -académico, activista y participante en el 15-M-, propone provocativamente que, independientemente de si gana o pierde, Podemos habrá llegado a su límite como instrumento de transformación social y asalto institucional.
Críticas al proyecto: Dedicamos el jueves a recoger críticas específicas al proyecto de Podemos provenientes tanto de académicos como de activistas sociales. La pieza de apertura, escrita por Arianne Sved -activista del 15-M y miembro de Barcelona en Comú (plataforma de ciudadanos que ganó la alcaldía de Barcelona)-, investiga las causas del declive de Podemos en las encuestas electorales desde enero de 2015, en términos de su negativa adoptar el modelo de “confluencia”, que había tenido éxito a nivel local, para las elecciones generales y la adopción de un modelo centralizado de organización del partido. Continuando con el análisis de los métodos de Podemos, el catedrático de teoría de la comunicación Francisco Sierra Caballero ofrece un análisis crítico de la estrategia de comunicación política de Podemos desde el punto de vista de la economía política de la comunicación y de las conceptualizaciones iberoamericanas de los procesos de mediación. En la pieza de clausura, el politólogo y co-fundador del circulo Podemos Marbella-San Pedro, Marco Arafat Garrido, ofrece una genealogía crítica del proceso de construcción en Podemos, que expone los pasos que se han dado para que un partido que fue construido colectivamente haya sido apropiado por la cúpula.
Mirando hacia el futuro: la esperanza de un cambio. Los artículos del viernes tienen por objeto proporcionar un diagnóstico de los retos y oportunidades para la transformación socio-política en España, en el contexto de la crisis del proyecto neoliberal, que, sin embargo, no cesa de expandirse. En la primera intervención, Pedro Honrubia Hurtado, sindicalista del SAT y candidato de Podemos al Parlamento español por Granada, explica lo que Podemos ha aprendido y puede enseñar a la izquierda europea: a fin de librar con éxito la batalla por el ‘sentido común’, a veces uno debe jugar con las reglas del adversario y vencerle en su propio territorio. La activista por la vivienda Sonia Martínez y el historiador Emmanuelle Rodríguez identifican las condiciones estructurales de las sociedades neoliberales que necesitan ser confrontadas y apuntan a la necesidad de tomar en cuenta las contradicciones entre el liderazgo y la base, así como entre el corto y el largo plazo. Un agricultor ecológico valenciano, Vicent Martí, plantea la necesidad de que la nueva política se base en la ética, el humanismo y el cuidado por el medio ambiente (como Compromís, la coalición regional y municipal que ha llegado a un acuerdo para concurrir a las elecciones con Podemos).
Las elecciones del 20 de diciembre podrían ser históricas: Los dos artículos que cierran el número abordan las elecciones generales de mañana. El catedrático de filosofía José Luis Villacañas, ve estas elecciones como un momento único en la historia de España ya que, por primera vez, un partido tiene la oportunidad de efectuar una transformación profunda del sistema político y una reforma constitucional que permita atender a los intereses de las clases populares. En la pieza de clausura del especial, el historiador Miguel Ángel Andreu Segura trae la perspectiva de muchos votantes de izquierdas. Tras los altibajos en la construcción del proyecto y en las encuestas electorales, este es el momento de la remontada, cuando todavía es posible un resultado positivo porque, como nos recuerda el autor, ‘Podemos no nació para resistir, sino para vencer’
Nota biográfica de los editores:
Simona Rentea es Assistant Professor en Relaciones Internacionales en la Saint Louis University, en el Campus de Madrid, España. Tiene un doctorado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Manchester, Reino Unido. Su investigación aborda cuestiones clave en las relaciones internacionales sobre la naturaleza de la política, la posibilidad de superar el orden de Westfalia, la política de la imaginación y el papel del afecto en política. Es co-editora de The Ashgate Research Companion to Biopolitics (London: Ashgate, 2016; con Sergei Prozorov) y está terminando una monografía sobre los imaginarios de lo global y transversal en las prácticas de los movimientos anti-austeridad en el sur de Europa. Página de Simona en SLU.
Joan Pedro-Carañana es Assistant Professor de Comunicación en la Saint Louis University-Madrid Campus. Es doctor en Comunicación, Cambio Social y Desarrollo por la Universidad Complutense de Madrid y ha investigado en Goldsmiths, University of London. Su investigación se centra en las transformaciones socio-históricas de la comunicación, la educación y la cultura. Ha co-editado el libro Talking Back to Globalization: Texts and Practices (New York: Peter Lang, 2016), con Brian M. Goss y Mary R. Gould. Joan también ha participado en una variedad de movimientos sociales. La página web de Joan en SLU.
Saint Louis University es una universidad jesuita estadounidense con dos campus, uno en Saint Louis, Missouri, y otro en Madrid, España. Cada año, el campus de Madrid recibe a más de 700 estudiantes de más de 60 países y ofrece un amplio repertorio de grados como Comunicación, Ciencias Políticas: Relaciones Internacionales, Filosofía, Inglés y Psicología, así como programas de maestría en Español, Inglés y Relaciones Internacionales (a partir de otoño de 2016). Para obtener más información, visite la página de SLU Madrid
Agradecimientos: Los editores quieren agradecer a Anne McCabe, Brian M. Goss, Arianne Sved, Marco Arafat, Daniel Dixon, Katherine García, Murphy Barney, Darrin J. Dechane y Aida Castellano su valiosa ayuda y apoyo en la traducción de este número especial. También nos gustaría dar las gracias a nuestros colaboradores por su entusiasta respuesta y participación durante estas semanas frenéticas previas a las elecciones. Apreciamos mucho sus análisis cuidadosos y matizados. También agradecemos a los editores de oD su paciencia y cuidadosa ayuda para publicar este número especial.
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