
Mark Zuckerberg. Demotix/Lino De Vallier. Todos los derechos reservados.
Muchas plataformas online quieren incrementar su cuota de mercado a través de un mayor control de lo que ven sus usuarios. En esto, casi ninguna ha avanzado tanto como Facebook. Dos recientes innovaciones de la firma, Artículos instantáneos e internet.org dan una idea de la capacidad de Facebook para conformar el panorama de las comunicaciones.
Un gran número de las mediciones clave de la cuota de mercado de las redes sociales señalan el dominio de Facebook, incluido como fuente de tráfico de medios. No es necesario extendernos ahora sobre si el término 'monopolio' es adecuado en este caso. A efectos de esta discusión, la inmensa posición de mercado de la que goza en la gestión de las comunicaciones de los ciudadanos es suficiente como para justificar que cuestionemos la calificación del servicio que ofrece.
Esta es la historia de una hegemonía mediática a una escala sin precedentes. Tiene que ver con el libre flujo de información como pieza clave en democracia y con las dificultades que experimentamos como sociedad para garantizarlo eficazmente.

Rupert Murdoch ejemplifica el control de los medios en un manual para el personal de Facebook. Crédito: Ben Barry. Algunos derechos reservados.
"Históricamente, los que controlaban los medios de comunicación controlaban el mensaje. Si eres el único que tiene una imprenta, controlas lo que la gente lee. Lo mismo pasa con la radio. Lo mismo con la televisión. Pero, ¿qué sucede cuando todo el mundo puede colocar su mensaje frente a un montón de gente, cuando el terreno de juego está nivelado? Cuando todo el mundo tiene una imprenta, los que tienen las mejores ideas son los que la gente escucha.”
A menos que Facebook dé forma a la cobertura, ya que el terreno de juego es suyo. A menos que decida mostrarte algo para alterar tu estado de ánimo. La cita anterior está extraída de un manual para el personal de Facebook, que anuncia el fin de la era Murdoch en cuanto al control de los medios. ¿Niega la empresa su dominio de la 'imprenta digital "? Afecten o no sus algoritmos intencionadamente el flujo de información de su servicio de noticias en la actualidad, nada impide que puedan hacerlo en el futuro. El código cerrado que utiliza entraña un enorme poder.
La neutralidad de la red: el derecho a un terreno de juego nivelado

Mobile World Congress. Demotix/Matthias Oesterle. Todos los derechos reservados.
En estos momentos, la ‘neutralidad de la red’ es un gran caballo de batalla que ha sido objeto de recientes acrobacias legislativas en Estados Unidos y de incesantes movilizaciones. La neutralidad de la red remite a la idea de internet como espacio nivelado y público: exige que se pueda acceder a una pieza de contenido (por ejemplo, de un blogger sin blanca) con la misma velocidad y disponibilidad que cualquier otra pieza de contenido (por ejemplo, de una corporación de pago), independientemente de lo que prefieran los proveedores de servicios de internet (Internet Services Providers – ISP).
Al examinar algunas de las novedades de Facebook y su importancia para la información libre, bueno es tener en mente la reciente clasificación de internet como servicio público cuyo núcleo es la neutralidad de la red. Esto confirma que la expresión pública libre y accesible es una condición lógica y razonable para la prestación de servicios en la red.
El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, Tom Wheeler, señaló que el estatus de internet como "núcleo de la libertad de expresión y de los principios democráticos" es la razón por la que hay que mantener la neutralidad de la red. El hecho de que esta idea comporte trato legislativo determina tiñe de color político el debate sobre el tipo de bestia en la que s eha convertido Facebook. Si resulta que asume tanto control como para alterar significativamente quién ve qué y cómo, el efecto sobre la accesibilidad de la información será parecido al de los ISP dosificando contenido a cambio de dinero, aunque posiblemente afectará a una base de usuarios más amplia. Si el problema legislativo tiene que ver con las condiciones del terreno de juego, entonces el efecto Facebook no puede ignorarse. Aunque se den cambios que afecten, precarizándolos, incluso a los grandes monolitos, la red tiene por efecto convertir a los grandes actores en algo más que una empresa en un mercado. Facebook puede forzarnos a repensar qué puede considerarse servicio public y qué no.
Instant Articles hace más rápida la red… en Facebook
Un producto reciente de Facebook, Instant Articles, consiste en una integración de piezas enteras de distintos editores directamente dentro de Facebook. El usuario puede clicar un artículo en su servicio de noticias y verlo todo inmediatamente, enriquecido y en colores, en Facebook, sin perder 8 segundos en salir y cargarlo en el sitio web del editor.
A primera vista, esto es una bendición para todo el mundo. La hazaña técnica de Facebook hace que sea más fácil y agradable acceder a las noticias y los medios. Esto es lo que hacen las grandes firmas: mejorar el servicio tanto para los editors como para los anunciantes y los usuarios.
Sin embargo, se parece también a la tendencia de ‘jardín emparedado’, tan común entre los proveedores comerciales, para controlar a los usuarios. Instant Articles reduce los motivos para salir de Facebook. Los usuarios permanecen más tiempor en Facebook, consumiendo medios a la vez que se relacionan socialmente. Facebook sigue comisariando el servicio de noticias del usuario que actúa como tributario de todo el contenido de internet. Esta función puede verse también en otros lugares a medida que las plataformas editoriales van extendiéndose, pero Facebook es sin duda el principal contendiente.
Voces a precios prohibitivos
Pequeños editores, bloggers, organizaciones benéficas, organizaciones comunitarias y cualquier persona sin demasiado dinero para pagar por la publicidad tienen una relación problemática con Facebook como plataforma de comunicaciones. Hace tiempo que se sabe que Facebook es donde pueden encontrarse tantos usuarios de manera eficaz. Muchos se lanzaron a Facebook con entusiasmo cuando parecía una arena libre, pero las cosas han cambiado. En Facebook sigue siendo más costoso comunicarse hasta con aquellos usuarios que han pedido seguir nuestro output. Facebook juzga si nuestro contenido es digno de visibilidad, y garantiza su visibilidad si pagamos.
"Es fantástico ver que Facebook está probando nuevas vías para que el desarrollo del periodismo de calidad en el móvil", afirma exultante Tony Danker, director internacional de Guardian News and Media. Los grandes actores del sector se están lanzando a utilizar la nueva herramienta que, potencialmente va en detrimento del internet abierto. Con un guiño en clave esperando la reciprocidad entre productor y plataforma de distribución, el articulista del Guardian añade: "Es vital que, con el tiempo, los artículos Instant produzcan beneficios recurrentes para los editores, cuya continua inversión en contenido original es lo que sustenta el éxito de la herramienta." Está claro quien lleva los mandos en esta operación.
Desarrollos como Instant Articles incrementan la dependencia de los medios de Facebook como plataforma de distribución. A la luz de recientes trangresiones y en terminus más generals, consideremos su adecuación a la función.
“¡Todo es cuestión de rendimiento!”
Se puede argumentar que lo que Facebook está haciendo no es más que una mejora de rendimiento. La introducción de herramientas como esta mejora internet y actúa como acicate para que otros aumenten el rendimiento de su sitio. Sin embargo, este argumento debe contrapesarse con el hecho de que los artículos instantáneos son especialmente tentadores para los editores porque son muchos los usuarios que comienzan su navegación por los sitios de noticias ya desde Facebook. El dominio de Facebook implica que los editores no tienen más remedio que aceptar la oferta.
Algunos comentaristas toman ya como premisa la consolidación de la distribución de medios en Internet, con diagnósticos en los que afirman que "si a usted le preocupa que Facebook acoja contenidos informativos... olvídese, ya está muerto." Los procesos por los que dicha consolidación puede darse siguen evolucionando. Todos tenemos la prerrogativa de considerar de qué manera se defiende el interés público en este proceso.
La supermercadización de los medios electrónicos
Hasta hace poco, las cabeceras de los medios recibían directamente a sus visitantes online, lo que significaba que un modesto blog podía atraer tanto tráfico como una megacorporación.
La concentración y consolidación de plataformas online es comparable a la propagación de supermercados. Esta jugada hace que Facebook se parezca más a Walmart, Tesco y Lidl, que almacenan productos de otros en sus estantes. Para los productores de contenidos, es por consiguiente más importante que nunca fortelecer sus marcas y exhibir valor en estos estantes.
Si llevamos la comparación todavía más allá y pedimos "si Facebook fuese un supermercado, ¿cómo sería de grande?" vamos a poder hacernos una idea de su poder en el mercado. En la medida en que la red abierta es como una calle mayor, Facebook está en camino de adquirir bienes inmuebles (locales comerciales) a mayor escala que cualquier cadena de supermercados ha hecho nunca. Los efectos propios de la red y otras señas de identidad del reino digital hacen posible tal impacto.
Es esta una realidad que los productores de medios tienen que aprender, a la que deben adaptarse y quizás morir en el intento. No parece una reconfiguración del mercado muy saludable, y debe ser cuestionada.
Un 'Internet' bastardo, libre para todos, desde Facebook
El segundo desarrollo que tenemos sobre la mesa es “internet.org”, un portal en el que Facebook, en alianza con redes de telefonía móvil, ofrece acceso libre pero muy limitado a las poblaciones de los países pobres.
¿A quien pertenece internet(.org)?
¿Dominio privado o público? Internet.org es un nombre imponente para todo lo que no es internet - el internet real. ¿Se atribuye Facebook la autoría del nombre o de la idea (el sitio oficial no lo clarifica)? Si esto es así, debería haber una reclamación pública. Si no, deberíamos poder usar esta marca y la idea como un bien público.

Cualquier persona con un teléfono, pero sin contrato de datos para móvil, tendrá libre acceso a un subconjunto de la red en el que se ofrece Facebook, Wikipedia y un reducido paquete de servicios determinado por el proveedor.
El plan asume que, con el tiempo, los usuarios migrarán al Facebook real, en abierto, donde todos los contenidos son de libre acceso, en base a la neutralidad de la red.
Por supuesto, los usuarios más pobres quizás no podrán nunca salirse de este plan. Aunque lo hagan, es de suponer que su concepción de Facebook sería asimilable a la de un estado benefactor, o podrían incluso llegar a asimilar Facebook con el propio internet – el branding desde luego no permite distinción alguna.

Campaña de Facebook en la India. Todos los derechos reservados.
"¿La conectividad es un derecho humano?" pregunta Mark Zuckerberg sugiriendo que esta es la principal motivación de internet.org. Pero el énfasis en el desarrollo y los derechos humanos no ha conseguido suturar la creciente movilización global contra internet.org (como puede verse en internet.not). Se han organizado marchas y circulan cartas abiertas y peticiones.
Aunque no se puede ignorar el ímpetu comercial del proyecto, no es preciso diseccionar el complejo moral de Zuckerberg para ver que se trata de un esfuerzo para dar internet a los pobres a través de la manga interesada de Facebook.

Página de inicio de internet.org. Todos los derechos reservados.
La centralidad de las preocupaciones por la neutralidad de la red en este caso es evidente, a la par que Facebook va maniobrando para convertirse en un super-portador de internet. Su proyecto no sólo se propone crear una conexión controlada por Facebook con la que no puede accederse a todo un mundo de competencia, sino que planea hacer que sea esta la única opción probable para miles de millones de personas a nivel mundial. Esto nos daría un mundo al que de facto se le niega el derecho a la neutralidad de la red, que es algo que consideramos básico para la libre expresión en democracia.
Un discurso conducido por ideas y no por dinero
openDemocracy tiene como misión publicar materiales pluralistas y de libre acceso para informar el discurso público. Nacimos en internet, un terreno entonces reciente, especialmente adecuado para hacer llegar ideas importantes a la audiencia que se merecen, independientemente de los presupuestos de publicidad.
Cuando vemos que este terreno está siendo exprimido y reconstituido, tenemos el deber de defenderlo, Where we see that terrain squeezed and reconstituted, we have a duty to defend it, por el bien del discurso público impulsado por ideas en lugar de dinero.
En este caso, tenemos el deber de observar los acontecimientos que pueden causar problemas y apuntar alternativas. Todos los medios deben avalar y adaptarse a las novedades (este artículo también está disponible en la nueva plataforma de publicación Fold) en esta época de reinvención destructiva, sin dejar de ser conscientes de cómo está constituido el mercado. Algunos comentaristas, por su parte, simplemente se conforman con contemplar cómo se asienta el polvo tras el juego de poder, supuestamente inevitable, con el que se están reorganizando nuestras autopistas de la información.
Si finalmente nos vemos obligados a consentir la opción comercial (openDemocracy, por ejemplo, ya tiene la mayoría de sus medios de comunicación social en Facebook), esto debería ir precedido de un análisis tanto crítico como pragmático. Debe escucharse la crítica y actuarse en consecuencia.
Facebook podría ser el sistema tecno-social más avanzado y abarcalotodo jamás conocido. Tiene una extraordinaria influencia, a todos y cada uno de los niveles, para decidir el diseño y la estructura del flujo de información. Deberíamos estar escudriñando esas decisiones, preguntarnos si son adecuadas y actuar, de la manera que sea, a todos los niveles.
¿Soluciones para la hegemonía?

Yo preferiría que esto fuese una consigna efectiva, parte de una civilizada masa crítica a favor de sistemas diseñados para el ordenamiento abierto de la información, al igual que la red social Diaspora, dirigida por la comunidad.
Alternativamente, sería alentador asistir a la unión de la comunidad de productores de medios en general, conscientes de la amenaza que se cierne sobre la información libre, exigiendo la apertura y el control compartido de los algoritmos que deciden qué parte de la realidad vemos. Una unión capaz de retener colectivamente los contenidos hasta que se cumplan los requisitos democráticos.
El reconocimiento por parte de Facebook del control social que tiene, y de que es demasiado, ya sería un buen comienzo.
Todo esto son, lamentablemente, esperanzas exageradas en medio del salvaje torbellino global del mercado de los medios. Sin embargo, en aras al pluralismo y la democracia, algo hay que hacer. Quizás una regulación, a través de un marco que todavía no puedo ni imaginar, deberá enfrentarse a este mamut que, como ningún marco sustantivo Todavía puedo imaginar, tendrá que hacer frente a este gigante que, como los monopolios, tiene demasiado control sobre algo demasiado importante socialmente. Me atrevo a apuntar esta posibilidad, consciente de la insoportablemente complicada mecánica de cualquier regulación plausible en este sentido.
Desgraciadamente, considerando la capacidad actual de los gobiernos para actuar con firmeza en el interés democrático, más probable que todo lo mencionado hasta ahora es que Google acabe ganándole la partida al titular y que pase a presidir nuestros escarceos sociales, junto con los correos electrónicos, las búsquedas y todo lo demás.
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