En Colombia se encuentran algunas de las empresas más importantes en la producción de cannabis a nivel mundial; Khiron Life Sciences Corp es una empresa totalmente centrada en la salud y el bienestar en el mercado en crecimiento. También está Canopy Growth, una empresa estadounidense y canadiense con sede en Colombia que tiene todas las licencias para el cultivo de cannabis psicoactivo, el cultivo de cannabis no psicoactivo y la fabricación en el marco de las ventas nacionales, científicas y de exportación.
El 12 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud firmó la Resolución 315, que incluye el cannabis medicinal en la lista de estupefacientes y otros componentes sujetos a control del Estado y lo cataloga como uno de los medicamentos bajo control excepcional que pueden ser distribuidos en droguerías autorizadas para tal fin.
Uruguay
En Uruguay, las políticas destinadas a despenalizar el uso medicinal de la marihuana se iniciaron en 2013 con la publicación de la Ley 19.172. Así, se creó el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) para organizar las actividades de plantación, cultivo, cosecha, producción, procesamiento, almacenamiento, distribución y venta del cannabis. Pero no fue hasta 2015 cuando se emitió la regulación para el uso medicinal con el Decreto 46/2015.
En octubre de 2017 se reguló la autorización de venta bajo prescripción profesional para medicamentos con cannabidiol como principio activo, elaborados a partir de extractos de cannabis de variedades no psicoactivas de Cannabis (cáñamo especialmente) con menos del 1% de THC.
Actualmente, seis empresas están autorizadas a producir cannabis para uso medicinal, Gilkenal, Recogen, Algamur, Burey, Fotmer y Dormul. También se han concedido 19 licencias para utilizar el cannabis con fines de investigación.
Un detalle interesante es que Uruguay permite el uso de plantas de cannabis psicoactivas con fines medicinales. Tanto las variedades de cannabis con más del 1% de THC como las de menos del 1% de THC pueden utilizarse con fines medicinales y de investigación.
Las autoridades encargadas de supervisar la producción y el uso del cannabis son el Ministerio de Salud Pública y el IRCCA. Por ejemplo, el control de calidad de la cosecha de cannabis debe ser realizado por laboratorios autorizados por el IRCCA para este fin.
En Uruguay está prohibida la publicidad, promoción, patrocinio o mecenazgo directo o indirecto de productos psicoactivos a base de cannabis.
De flores y semillas
Por el momento, Colombia es uno de los países que ha recibido mayor inversión y llegada de empresas extranjeras interesadas en desarrollar el mercado del cannabis medicinal.
Un ejemplo es que en 2021 la multinacional estadounidense Kinetiq Group amplió su operación y su cartera invirtiendo en el sector del cannabis medicinal en el país sudamericano, concretamente en Breedco, una empresa colombo-británica ubicada en el Valle del Cauca para exportar semillas y flores secas de cannabis medicinal producidas en esta zona al Reino Unido, Europa, Canadá, Sudáfrica, Australia, Estados Unidos y varios países latinoamericanos.
Las semillas se han convertido en un atractivo nicho de exportación, y Colombia quiere aprovecharlo. Según datos de la consultora Markets and Markets, el mercado mundial de semillas se mueve actualmente en 63.000 millones de dólares, y en 2026 alcanzará los 86.800 millones, impulsado por el aumento de la demanda de las industrias de alimentos, bebidas, piensos, biocombustibles, farmacéutica y cosmética.
Estas industrias incluyen a grandes actores como Dupont y Syngenta, los mayores proveedores de semillas del mundo, pero trabajan muy poco con el cannabis.
En 2017 Brasil incluyó al cannabis en su lista de plantas medicinales, y en junio de 2022 el Superior Tribunal de Justicia (STJ) del país autorizó por primera vez el cultivo de cannabis; una decisión inédita en la región.
En Argentina, por ejemplo, la Confederación del Cannabis estima que para 2025 generará 10.000 nuevos puestos de trabajo, 500 millones de dólares en ventas internas anuales y 50 millones de dólares en exportaciones. Son cifras significativas para un cultivo que está ganando terreno en esta región.
El cáñamo, un futuro textil
Otra área muy atractiva es el cáñamo industrial, una fibra obtenida de la planta de cannabis y utilizada para fabricar textiles, materiales de construcción, bioplásticos y productos de papel.
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