
El conflicto en la frontera entre Colombia y Venezuela sigue abierto
Pese a la liberación de 8 militares secuestrados, el conflicto entre el ejército y una facción de las FARC en Apure, Venezuela, permanece abierto

El conflicto en el Alto Apure, iniciado con los enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional (FAN) y la guerrilla, permanace abierto pese a la entrega de los ocho efectivos militares secuestrados por una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el pasado 31 de mayo.
El 1 de junio, en un comunicado, el ministro de la Defensa, general en Jefe (Ej) Vladimir Padrino López, señaló que la liberación de los uniformados, secuestrados tras el ataque del 23 de abril en La Capilla, se llevó a cabo después de las gestiones realizadas por la organización castrense mediante la operación «Águila Centenaria».
«Tal como se había comunicado recientemente, veníamos llevando a cabo ingentes esfuerzos a fin de lograr la recuperación de los hermanos patriotas, a quienes felizmente ya tenemos con nosotros sanos y salvos», aseveró el alto oficial. Eso indica que el problema demanda una mirada seria.
“Primero, a estos elementos del Alto Mando les interesa, amamantan eso, porque es la única forma que tienen para justificarse. Después, son un grupo de incapaces desde el punto de vista de la concepción táctica o estratégica del costado norte suroccidental del país.

Luego, hay otra cosa muy importante y muy delicada, que es la penetración de la organización supuestamente militar por elementos de otras organizaciones armadas. Ahí disfrazan a cualquiera de cualquier cosa, no hay profesionalismo, no existe», asegura Machillanda.
Siguen los cabos sueltos en Apure
José Machillanda destaca que en medio del conflicto en Apure se ha desnudado lo que califica como la «debacle» de la Fuerza Armada. El también coronel retirado cuestiona la instrumentalización de los sistemas de armas de la organización castrense.
“Nosotros, cuando formamos a nuestros soldados para ganar la guerra que le ganamos a Teodoro Petkoff, a Américo Martín, teníamos un Ejército absolutamente profesional. Cada uno de nosotros, desde el teniente coronel comandante del batallón hasta el último soldado sabía operar y accionar el trabajo que le correspondía como fusilero, como cargador, como artillero, como observador”, enfatiza Machillanda.
Para Luis Manuel Esculpi, que perteneció a la Comisión de Defensa del Congreso, tras la liberación de los efectivos no se detiene la crisis iniciada el 21 de marzo, pero tampoco se aclaran los cabos sueltos.
Agrega que la Fuerza Armada debe cumplir con su rol que, principalmente, es la defensa de la soberanía y de la integridad territorial.
«La crisis permanece. Quizás haya un momento de tregua, pero permanece porque la presencia de la disidencia de las FARC allí es más que evidente”
El general Padrino López expresó, a principios de junio, que «no fue un capricho de la FAN o una ligereza, ir al combate y cortar definitivamente las actividades de delito trasnacional en la frontera, sino que es un mandato constitucional y exigencia del pueblo venezolano».

Esculpi insiste en que es poco clara la información que se conoce sobre el secuestro y la entrega de los uniformados, ni de la «supuesta» operación. Señala que antes de la liberación se supo del repliegue de la FAN.
«Pero, sobre el secuestro tampoco la información inicial proviene del Ministerio de la Defensa y sobre los heridos y las bajas que sufrió el ejército en las primeras operaciones tampoco hubo información oportuna y veraz, sino después de que muchos sectores habían informado de esos encuentros”, destaca Luis Manuel Esculpi.
El exparlamentario puntualiza que el gobierno de Nicolás Maduro no habla de la disidencia de las FARC. Recuerda que, antes de la agudización del conflicto en Apure, este sector de la guerrilla era bien visto por el gobierno.
«El sector que está ahora es una disidencia de las FARC de Iván Márquez y de Jesús Santrich. Sobre la muerte de este último, en extrañas circunstancias, y se dice que, en territorio venezolano, tampoco hay información oficial. También se habla de la disidencia de Gentil Duarte que nunca estuvo de acuerdo con la paz. El gobierno habla de grupos irregulares, ya no habla de paramilitares, es un sector con el que, en algún momento, el gobierno se identificó», subraya.
Asimismo, Luis Manuel Esculpi señala que hay varias denuncias de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de Venezuela y de Colombia «que señalan la presencia no solo de la disidencia de las FARC, sino también del ELN y de otros sectores en territorio venezolano. Eso es sumamente grave y alguno de los hechos recientes lo confirman».
Secuestrados y condecorados
El 3 de junio, en un acto celebrado en el salón de honor general de Brigada Monseñor Hernán Sánchez Porras en Fuerte Tiuna, el ministro Padrino López condecoró a los ocho efectivos secuestrados a los que calificó como dignos patriotas que volvieron a la FAN tras un rescate victorioso.
“Ustedes son ocho héroes venezolanos, probados en combate, que tendrán mucho que decirles a sus compañeros, subalternos y superiores sobre sus experiencias en la defensa del bien más preciado: La Patria y su independencia», dijo el general Padrino López.
De acuerdo con el director de FundaRedes, Javier Tarazona, en la FAN callarán a los efectivos secuestrados y liberados para que no cuenten la ocurrido.
«Es una situación de conflicto abierto y esto apenas es un capítulo que tratan de sublimarlo: `’Vamos a condecorar a los soldados que estaban secuestrados’ como si el origen de los hechos pudiéramos pasarlo por alto y eso tapa la situación. Lo cierto es que sigue la situación de conflicto, no hay información suficiente, no permiten que los medios indaguen y pasan por alto que estos efectivos fueron prisioneros de guerra», resalta Luis Barragán, miembro de la dirección nacional de Vente Venezuela y analista militar.
Barragán asevera que el Ministro de la Defensa reconoció el carácter beligerante de las FARC cuando trató de llegar a un acuerdo con esos elementos. En ese sentido, acota que el Alto Mando militar tiene mucho que explicar al país sobre la situación en el Alto Apure, que también ha tenido un alto costo para la población.
Esto apenas son escenas de un enorme conflicto en expansión.
La información en la IV república
Por otra parte, Luis Manuel Esculpi y Luis Barragán señalan que la información que se ha conocido sobre la crisis en Apure no deja de ser opaca y coinciden en calificar de escuetos los comunicados que emitió el Ministro de la Defensa. Para José Machillanda toda la situación no deja de ser oscura.
«La opacidad es una política global del gobierno. Aquí no hay cifras de los sucesos de los fines de semana como las había antes, hay una opacidad en las cifras financieras, sobre la vacunación y sobre todo. No hay información transparente entre el gobierno y el Estado. Casos como éste que son tan graves deberían ser transparente», acota Esculpi.
El exparlamentario refiere que cuando la crisis de la corbeta Caldas, en 1987, en medio de un conflicto con Colombia, el gobierno logró unir a todos los sectores en torno a la posición de Venezuela. «En el caso de Apure no se ha dado eso y se generan muchas dudas», indica Luis Manuel Esculpi.
En el caso Caldas, la presencia de naves de guerra colombianas en aguas no delimitadas entre Venezuela y Colombia, desató varias acciones militares, políticas y diplomáticas.
«En los años 60, los órganos democráticos oficiales informaban. Los comunicados de ahora no constituyen una fuente fiable de información, y menos en Twitter. Lo que debería hacer el Ministro de la Defensa es realizar una rueda de prensa para informar de las acciones, donde haya preguntas y respuestas», puntualiza Luis Barragán.
Este artículo es original de TalCual y se publica en el marco de nuestra colaboración con Alianza Rebelde
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