La flexibilización de la legislación para la compra y porte de armas de fuego
La relajación de la legislación sobre armas fue uno de los principales pilares de la retórica de Bolsonaro durante su campaña electoral. Como uno de sus primeros actos en el cargo, Bolsonaro estableció por decreto presidencial que los ciudadanos adultos ahora pueden comprar hasta cuatro armas de fuego, siempre que sean mayores de 25 años, estén legalmente empleados, no tengan casos penales pendientes o hayan sido condenados, tengan una residencia fija y la capacidad técnica y psicológica para usar el arma.
Con el nuevo decreto del 7 de mayo, no solo se relajaron los requisitos para la compra, sino también para el porte de armas. Según el nuevo texto, no solo los coleccionistas de armas, tiradores deportivos y cazadores, sino también abogados, camioneros o políticos – desde los concejales municipales hasta el propio presidente – están exentos de demostrar su necesidad de portar un arma, y se les permite llevar un arma cargada mientras ejercen su profesión.
El paquete contra el crimen y la relajación de las sanciones por excesos cometidos en operaciones armadas
Además de los cambios en la legislación sobre armas de fuego, el ministro de Justicia, Sergio Moro, presentó en febrero un llamado paquete de leyes "anticrimen", que incluye propuestas de cambios en 14 leyes relacionadas con cuestiones de seguridad pública y aplicación de la ley penal. Actualmente en el Congreso, las nuevas propuestas incluyen modificaciones para la penalización de los llamados "excesos de autodefensa", que tienen el potencial de aumentar la impunidad contra los asesinatos y la violencia policial.
La legislación actual entiende la autodefensa como la posibilidad de usar la fuerza para "repeler la agresión injusta, presente o inminente". Según la nueva propuesta, cualquier agente de seguridad que "en un conflicto armado o en riesgo inminente de conflicto armado evita una agresión injusta e inminente" está actuando en defensa propia. Tal formulación permitiría al juez no solo relajar las penas por excesos cometidos en operaciones armadas, sino también aumentar la impunidad por los asesinatos cometidos por policías en Brasil.