Es una personalidad dual. Por un lado, aprovechando todas las oportunidades de hacer negocios, incluida la explotación a sus obreros y por otro lado, dando su dinero a manos llenas, entregando su tiempo y usando sus contactos para este propósito. Todo eso hace al personaje interesante, multidimensional.
JZ: Cuando leí el libro Escape a los Andes por alguna razón misteriosa me acordé de la película Los Diez Mandamientos. Hay una escena donde el faraón escucha las quejas del que va a ser el futuro faraón, Ramsés II, sobre su hermano Moisés por los yerros que éste comete en contra de la de la dinastía. Y a cada yerro Moisés agrega una pesa en un lado de la balanza. Y al final, cuando le toca a él, toma un ladrillo y la inclina hacia el otro lado totalmente, con lo que son sus virtudes. ¿A qué lado de la balanza se inclina el fiel de la balanza en el caso de Hochschild?
RP: Creo que se inclina hacia el bien con todo lo que se le puede criticar. Hay que medirlo con la vara de esos años, no con la de hoy. Salvar a 12.000 personas antes de la guerra y a otros que llegaron después a Bolivia, es algo muy grande.
Ahí está el proverbio talmúdico “Quien salva una vida, salva al mundo entero” (Mishná 4:5)
Puso su dinero, su tiempo. Seguramente estaba tan imbuido del salvataje que dejó de encargarse de sus empresas.
Así, entre el bien y el mal, el bien es notoriamente más importante.
JZ: Durante aquella época, no una, no dos, sino muchas naciones europeas con argumentos similares restringieron severamente la acogida de emigrantes judíos. Hubo aquí razones económicas, pero hubo consideraciones ajenas a la solidaridad humana e incluso muy ajenas.
RP: Exactamente. El cierre de los países europeos, Estados Unidos mantenía una cuota muy rígida que ni siquiera se cumplía. Había 500.000 judíos en Alemania y Estados Unidos tenía una cuota de 30.000. O sea, se habrían necesitado 12 o 13 años para que todos pudieran salir y ni siquiera se cumpliese esa cuota de los 30.000.
Hay un evento interesante que está en el libro y es que hay una campaña en Estados Unidos para que se aumente la cantidad de personas que puedan llegar como refugiados, pero sobre todo menores de edad. Al mismo tiempo hay una campaña en contra y las encuestas señalaban que la gente no apoyaba la iniciativa. Pero luego hubo otra cuando empezaron los bombardeos contra Inglaterra. La gente si quería aceptar a niños ingleses. Había un antisemitismo, un racismo difícil de procesar y entender. Incluso podríamos decir que muchos de estos niños judíos alemanes, eran rubios, lucían como europeos. No hacía un tema el color de la piel, sino su religión. En muchos de los países prevaleció el antisemitismo, la desconfianza con los que profesaban esa religión. Es realmente muy triste, sólo hace un siglo atrás.
JZ: Qué bueno que lo señale, porque acabo de acordarme que ustedes hacen muy bien diciendo que ya en el año 1215 se impuso la obligación de que los judíos llevaran algo que los identificara. Historia aparte. Curioso el comportamiento de algunas naciones latinoamericanas en la época. Cerraron las puertas a los inmigrantes judíos perseguidos por los nazis y luego de terminada la Segunda Guerra mundial, abrieron esas mismas puertas para recibir a jerarcas del Tercer Reich. Es como para pensarlo.
RP: Es totalmente cierto, realmente terrible. ¿Cómo se puede explicar una situación así? ¿Cómo puedes estar del lado errado? No después de conocer toda la barbarie, porque, antes de conocerla, uno podría decir no había información. Pero después de conocer la barbarie, terminada la guerra, abiertos los campos de concentración, y aun así, qué difícil encontrar una respuesta.
En el caso de los judíos polacos, por ejemplo, habían sido llevados a campos de concentración e, increíblemente habían sobrevivido. Una cantidad pequeña que volvió a sus casas y encontraron antisemitismo después de todo lo sucedido. Seguían siendo agredidos y en algunos casos asesinados después de la guerra. alcanzaban su casa y resulta que algún vecino ya la había tomado. Aparecían ellos, en las peores condiciones físicas. Incluso allí hubo antisemitismo y muchos de ellos tuvieron que salir de Polonia.
Curiosamente, 8000 de ellos llegaron a Bolivia porque el país seguía con sus puertas abiertas para estos desposeídos.
Pero realmente es muy importante lo que dices. ¿Cómo podemos estar a ojos vista, errados en las decisiones que tomamos?
JZ: Por eso que es oportuna la aparición del libro Escape a los Andes, porque a pesar de contar una historia que muy pronto va a cumplir un siglo, tiene una vigencia tan plena que en estos instantes tenemos una guerra. Ahí, a la vuelta de la esquina, tenemos el resurgimiento de un antisemitismo feroz. Y una tentación totalitaria en muchos países. Y no hablo solo de América Latina.
RP: Es verdad. Creo que el mundo ha aprendido en este siglo, pero queda tanto por hacer. No estamos en la situación espantosa de los años 30 y 40 del siglo pasado, afortunadamente, porque peor que eso no ha habido en la humanidad.
En América Latina hay 7 millones de venezolanos que han tenido que salir de su país, y muchas veces han recorrido a pie el continente para tratar de ser recibidos en otro país. Han encontrado desprecio, rechazo.
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