democraciaAbierta: Interview

La guerra Rusia-Ucrania es un golpe fatal al multilateralismo

democraciaAbierta habló con dos expertos sobre la escalada del conflicto Rusia-Ucrania, sus orígenes y repercusiones.

Juanita Rico
17 marzo 2022, 12.01am
A demonstration in Whitehall, London, on 26 February
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Mark Phillips/Alamy

Desde que el conflicto entre Rusia y Ucrania escaló hasta el punto en que Vladimir Putin, presidente ruso, envió tropas a invadir Ucrania, han surgido preguntas como qué causó el conflicto, qué significa para cada región del mundo y qué intereses están en juego.

Democracia Abierta habló con Alexandra Pérez, docente del programa de Ciencia Política de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia, y con Walter Arévalo, Profesor principal de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario en Colombia, y Secretario General de la Academia Colombiana de Derecho Internacional, quienes aclararon algunas de las dudas más comunes sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.

democraciaAbierta: ¿Podrían darnos contexto sobre qué está pasando entre Rusia y Ucrania?

Walter Arévalo: Los últimos sucesos en el conflicto entre Rusia y Ucrania son una violación al derecho internacional en varios sentidos. Una violación a la prohibición del crimen de agresión. Una violación a la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza. Una violación a la integridad territorial de otro Estado. Una violación de una aplicación inadecuada de un principio de derecho internacional, que es el reconocimiento dentro de un conflicto muy grande e histórico que tiene muchos antecedentes. Los más cercanos son la disolución de la Unión Soviética y el pasado conflicto en Crimea con la anexión de la península de Crimea como territorio ruso. De ahí en adelante, ha existido un conflicto territorial de vecindad entre Ucrania y Rusia que se ha manifestado a través de dos regiones separatistas el Donbass y Donetsk.

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Lo que pasó en las últimas semanas fue lo siguiente: Rusia utiliza una teoría del derecho internacional, una teoría conocida como el remedial secession, la secesión remedial, que permite que una colectividad o un pueblo invoque la autodeterminación para separarse, así sea afectando la integridad territorial de un Estado preexistente, Ucrania en este caso, e invocando que lo acepte porque no tiene garantías para la autodeterminación.

Alexandra Pérez: Se podría decir en términos muy, muy estrictos del derecho internacional que lo que está sucediendo es una agresión en términos de derecho internacional, una agresión que un país hace contra otro país soberano.

democraciaAbierta: ¿Cómo se llegó a este punto?

Walter Arévalo: Eso es claro en el contexto de un conflicto en donde Ucrania ha ido y venido en sus posturas frente a Rusia y se ha convertido en un estado que no es del gusto de la esfera de influencia de Rusia por haber querido entrar a la OTAN y por su cercanía con la Unión Europea.

El problema se verá más adelante cuando sepamos hasta dónde llegará Rusia y si llega al punto de consolidar un control fáctico sobre esos dos nuevos estados que sólo Rusia reconoce

El problema se verá más adelante cuando sepamos hasta dónde llegará Rusia y si llega al punto de consolidar un control fáctico sobre esos dos nuevos estados que sólo Rusia reconoce, o si decide seguir actuando sobre Ucrania como un territorio fundamental para la economía europea, una real potencia energética por su ubicación y, además, un estado que desde el punto de vista de los tamaños y capacidades de los estados europeos es un gigante.

democraciaAbierta: ¿Cómo afecta a Latinoamérica el conflicto entre Rusia y Ucrania?

Walter Arévalo: Como en todo conflicto armado, lo primero que hay que abordar, a pesar de que sean muchas las consecuencias a mediano y largo plazo, es la crisis humanitaria que pueda desatar. Y dentro de esa crisis humanitaria, si bien no somos un estado vecino del conflicto o si bien no somos el estado que está siendo víctima del conflicto, sí tenemos, por ejemplo, población en el territorio. Entonces la primera consecuencia puede ser una consecuencia de carácter humanitario .

¿El segundo impacto? por supuesto, es político, en el sentido de cosas que ya se han mencionado en varios medios y es que sí hay una presencia creciente de Rusia en los estados vecinos como Venezuela, Nicaragua y Cuba principalmente. La situación actual puede seguir afectando esas relaciones. Es un problema de seguridad y, además, un problema de relaciones diplomáticas, que lo que hace es afectar a la población en general. Porque, insisto, no es un problema de relacionamiento entre las fuerzas militares de los dos estados en la frontera. Lo que hace es que los dos pueblos, las personas venezolanas y los colombianos, por ejemplo, no puedan acceder a los servicios básicos, no puedan pasar fácilmente de un territorio a otro, se pierden las relaciones familiares y lo mismo en Nicaragua. Entonces tenemos todo un problema de pesca, todo un problema de el Sea Flower del relacionamiento en la región con Nicaragua, y a esto le sumamos una complicación desde el punto de vista de este nuevo conflicto.

Alexandra Pérez: A Latinoamérica le debe importar lo que está sucediendo en Ucrania. Por supuesto, no podemos esperar que tengamos implicaciones y repercusiones en la región del tipo que tienen los directamente implicados y las regiones circundantes pero podría tener reverberaciones geopolíticas en la región, particularmente en la frontera entre Venezuela y Colombia, por las rencillas que ya traemos de atrás y porque estos dos actores son los que han adoptado una narrativa y se han auto etiquetado de un bando u otro. Entonces, por supuesto, eso hace que la situación actual defina el pensamiento de los líderes y también el de las personas; eso es evidente en la disyuntiva actual entre los dos países del sur y en cómo algo que se está adentrando en nuestra cotidianidad.

democraciaAbierta: Dentro de las conversaciones que se han tenido sobre los países que entran a jugar en este panorama de conflicto se habla mucho del rol de Estados Unidos y de China. ¿Por qué?

Walter Arévalo: La postura de Estados Unidos sobre el Estado Europa se organiza alrededor de una idea que para muchos todavía sigue siendo vieja, que es la OTAN, y el concepto principal de esa idea, por lo menos geopolítica, es que haya un acuerdo de seguridad colectiva sobre todo lo que amenace el orden sobre el que se organizan los países en el Este de Europa y las relaciones entre Estados Unidos y Europa. Esto afecta estas acciones militares, pues afecta a uno de los últimos países barrera que es Ucrania y, además, pone en riesgo a miembros plenos de este modelo, bien sea por lo territorial como Polonia o bien sea por lo energético y lo económico como Alemania, Francia y todos los demás.

El problema con China es que es un país que está expectante sobre: ¿qué puede hacer Rusia? Porque esa teoría de reconocer para invadir, supuestamente para proteger, es una teoría que China podría aplicar en muchos territorios en el mar del norte de China y en China-Taiwán, por ejemplo. El tema es que han sido varios años en donde la OTAN ha querido o reconstruirse o reencauzarse y los Estados tanto europeos como Estados Unidos no han terminado de lograr acuerdos para que esta organización siga siendo un verdadero foco de seguridad y no una excusa más para las vocaciones expansionistas de Rusia.

Entonces, por ejemplo, Ucrania quiso ser parte plena de la OTAN, lo apoyó Estados Unidos y en un momento lo apoyaron varias naciones europeas. Rusia intervino con el argumento de los recursos económicos y básicamente pudo manipular para que esa entrada de Ucrania a la OTAN fuera vetada. Eso no fue hace 50 años, eso fue hace menos de 10 años. Entonces, esas incapacidades son las que han impedido que se consolide en Ucrania una postura clara sobre cómo defenderse, cuál es el contorno, de quién se defiende, quién lo defiende. Lo mismo pasó con la Unión Europea, pues todo este debate de si debía o no el gobierno de Ucrania entrar a la Unión Europea, todo el debate de si eso le daba legitimidad o no. Hace unos años todas estas manifestaciones populares y hoy aún la difícil situación de cómo proteger a Ucrania desde la Unión Europea si no es plenamente europeo.

democraciaAbierta: Se habla mucho de que esto podría ser una tercera guerra mundial, ¿es así o no?

Walter Arévalo: Lo que pasa es que el concepto de guerra mundial no es un concepto jurídico, ni un concepto normado; es un concepto histórico. Uno podría decir que los conflictos entre los Estuardo y los Lombardo en 1500 fueron la guerra mundial menos uno. El concepto de guerra mundial es un concepto absolutamente maleable, político.

Si tratamos de definirlo como un conflicto en donde todas las naciones del mundo, a partir de un hecho, entran en un conflicto armado, pues todavía no es una guerra mundial.

Si tratamos de definirlo como un conflicto en donde todas las naciones del mundo, a partir de un hecho, entran en un conflicto armado, pues todavía no es una guerra mundial.

Probablemente, además, la vocación del sistema internacional actual no sea la de que exista el modelo de guerras mundiales. ¿Qué es a lo que podemos llegar? a un conflicto armado entre dos naciones por la territorialidad de una de ellas, con efectos globales.

Lo que sí puede ser heredero de ese nombre, Guerra Mundial, es que sea un conflicto que implique sí o sí, que para su finalización haya que reconfigurar el sistema internacional, que fue lo que ocurrió en la primera y segunda guerra mundial: después de esos conflictos fue necesario inventar otras instituciones.

Lo que el sistema internacional moderno ha mostrado es que se empiezan a copar las sanciones bilaterales, se empiezan a dañar las relaciones diplomáticas y, desafortunadamente, a quien termina violando el derecho se le da una especie de colchón de hasta dónde puede llegar.

Alexandra Pérez: Esto, como decía, va en contra de los principios del derecho internacional. Aquí estamos perdiendo a nivel global nuestro sistema o las normas que hemos definido internacionalmente. Hace ya mucho rato venimos hablando de una crisis del multilateralismo, una parálisis del multilateralismo y esto llega como algo que le da un golpe fatal.

Desde ese punto de vista, es decir, globalmente, estamos perdiendo las normas internacionales que hemos definido para sí, para, para mantener nuestra coexistencia pacífica después de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Esa institucionalidad se está debilitando y ahora mismo esas grietas están absolutamente visibles.

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