La decisión del gobierno de Honduras de romper con Taiwán a favor de un acercamiento con la República Popular de China el último fin de semana da cuenta de los esfuerzos del gigante asiático por afirmar su influencia en Latinoamérica.
Aunque el dominio económico chino en la región se viene estableciendo desde principios de siglo, América Central había permanecido bajo la influencia de Estados Unidos hasta más recientemente. Con la acción del gobierno de Xiomara Castro, Honduras consolida el éxito de China en su estrategia de desplazar aún más a los Estados Unidos de su patio trasero.
La noticia llegó a los titulares de todo el mundo porque incide en la creciente tensión entre Taiwán y China, que domina actualmente el movedizo terreno de la lucha por la hegemonía mundial de China frente a Estados Unidos. Pero la decisión de la presidenta hondureña no fue inesperada.
Al ganar las elecciones en noviembre de 2021, la izquierdista Castro defendió establecer acuerdos comerciales con China, lo que incitó una respuesta inmediata de la presidenta de Taiwán. A través de Twitter, Tsai Ing-wen felicitó a Castro y le recordó la relación entre Honduras y Taiwán. “Espero trabajar juntas para beneficiar a las personas de nuestros países y fortalecer la asociación de larga data #Taiwán-#Honduras”, escribió Tsai.
América Central: reemplazando a EE.UU. por China
Hasta el 25 de marzo, Honduras era uno de los apenas 14 países que reconocen la soberanía de Taiwán, territorio históricamente reclamado por China. De los que restaron, la mitad son Estados de América Latina o del Caribe: Belice, Guatemala, Haití, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
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