Sin embargo, esta decisión no es lo que los activistas indígenas y sus aliados buscaban originalmente. El censo de 2017 registró 2.185.729 personas como pertenecientes a un pueblo indígena o originario, lo que representa el 12,8% de la población nacional. De esta cifra, el 79,8% se identifica como mapuche, el 7,2% como aymara y el 4,1% como diaguita. En este censo, el pueblo mapuche representaba el 9,9% de la población nacional. Sobre la base de estas cifras del censo, la solicitud original era de 23 o 25 escaños, que deberían sumarse a los 155 escaños ya acordados. Otros habían propuesto incluir un escaño para cada uno de los pueblos chango y selk'nam.
De esa forma, el aparente progreso de la semana pasada también revela obstáculos persistentes para el cambio. La decisión refleja cómo el gobierno de derecha actual no sólo limitó el número total de escaños (a 17 dentro de los 155, en lugar de añadirlos), sino que también rechazó las propuestas de incluir a la comunidad indígena selk'nam (que actualmente está en proceso de finalizar el reconocimiento oficial del Estado) y rechazó de manera similar los escaños reservados para los afrochilenos, que fueron reconocidos formalmente por el Estado como pueblo tribal en 2019.
No obstante, grupos de todo el país están participando en esta oportunidad, lograda con tanto esfuerzo, de reformar la Constitución de Chile, entre ellos movimientos sociales, académicos, comunidades indígenas y afrochilenas y otros activistas. El proceso de reescritura de la Constitución es incierto y requerirá la formación de nuevas alianzas para tener éxito. Sin duda, exigirá nuevos compromisos.
El periodista y autor mapuche Pedro Cayuqueo dijo en un tuit que, aunque el pueblo mapuche constituye el 80% de la población indígena de Chile, aceptó sólo siete escaños en la asamblea, representando el 40% del total, en lo que describió como una "generosidad política" que merece ser destacada en el actual clima político. También hizo referencia al valor cultural mapuche del "kelluwün" o apoyo mutuo, "la sabia reciprocidad de los antepasados". A medida que diversos intereses se unen dentro del proceso de la Asamblea Constituyente – reuniendo las demandas de representación regional, una mayor participación indígena y afrochilena, la protección de los derechos de la naturaleza, los derechos de los LGBTQ+ y otras preocupaciones – la importancia de la generosidad y la reciprocidad dentro de los esfuerzos colectivos es más necesaria que nunca.
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