Luego vino el caso más grande en contra de Hernández, y sobre el que trata la videocolumna de Coronell: el caso Vitalogic. Actualmente, Hernández está imputado por la Fiscalía por el delito de interés indebido en la celebración de contratos. Este caso inició en 2016 cuando era alcalde de Bucaramanga, una de las ciudades intermedias de Colombia. En ese momento Hernández enfrentaba una crisis sanitaria debido al colapso del relleno sanitario El Carrasco. Para solucionarlo, puso en marcha la contratación de un consultor experto que evaluara varias empresas para que una implementara los procesos para convertir las basuras en energía.
Hernández dispuso dos contratos: uno para la consultoría, por 336 millones de pesos, y otro para la empresa que quedaría contratada, por 250 millones de dólares. La Fiscalía afirma que el consultor elegido, Jorge Alarcón, fue designado a dedo por Hernández y que los otros candidatos nunca existieron. El problema es que Alarcón es empleado de Vitalogic; empresa que licitó para quedarse con el segundo contrato, lo que supone un conflicto de interés evidente. Pero eso no es todo. El hijo de Hernández, Luis Carlos Hernández, creó un contrato de corretaje con dos contratistas de Vitalogic para cobrar 2 millones de dólares de comisión en caso de que la empresa fuera escogida.
A lo anterior se suma que La Procuraduría General de la Nación tiene pruebas que muestran que empleados de Vitalogic se reunieron con Hernández para acordar la firma del contrato., y que, por mensajes de Whastapp, el ingeniero discutía aspectos de la licitación con su hijo, quien luego los comentaba con Vitalogic, algo completamente ilegal.
El juicio por este caso contra Hernandés se hará el 21 de julio. Sería irónico, por decir lo menos, que, de ganar las elecciones, la primera aparición pública del ingeniero fuera en su juicio.
Por otro lado, el 9 de junio, la Revista Semana publicó una serie de grabaciones de los comités de estrategia de la campaña de Gustavo Petro en los que es evidente que hubo un plan para sacar de la contienda electoral a Federico 'Fico' Gutiérrez y a Sergio Fajardo.
En los audios se oye Sebastian Camilo Guanumen Parra, estratega de comunicaciones de Petro, diciendo que tienen que empezar a atacar 'Fico' a través de rumores que se difunden por redes sociales para desprestigiar. El audio es grave ya que Guanumen dice sin titubeos que lo van a atacar con sus relaciones con el narcotráfico, con su mala gerencia, con las redes de poder que lo soportan y, finalmente, afirma que hay que venderlo como marioneta y construir "líneas narrativas" en su detrimento. A este audio,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, se suman otros en los que se habla de cómo atacar a Sergio Fajardo y a Alejandro Gaviria.
Como si la campaña sucia de su estratega de comunicaciones fuera poco, Semana publicó otros dos audios en los que se oye a Roy Barreras, quien fue retirado de la campaña de Petro después del escándalo, hablar sobre cómo controlar los daños ante la noticia de que dirigentes del Pacto Histórico habrían ofrecido a criminales en las cárceles o extraditarlos como parte de la propuesta de "perdón social" del candidato de izquierda.
Los audios sin duda enlodan la campaña de Petro, que se vende como un progresista, con ideas de avanzada e íntegro.
En este complicado contexto, el 19 de junio no solo se decidirá quién gobierna Colombia, sino el rumbo ideológico del país durante los próximos cuatro años. Si se pasa de la inacción de Duque a la voracidad de Rodolfo Hernández y su visión capitalista neoliberal del desarrollo. O si, en cambio, se acepta por primera vez un líder de izquierda que, aunque supone un evidente riesgo para el status quo económico, podría traer consigo avances sociales, ambientales y políticos.
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