Muchos brasileños seguramente tuvieron reacciones similares del otro lado de la pantalla. La entrevista de Bolsonaro dio al Jornal Nacional su audiencia más alta desde marzo de 2020, cuando la pandemia produjo altos índices de rating. Aunque el fenómeno pueda simplemente demostrar preocupación por lo que serán, quizás, las elecciones más importantes del país en décadas, el interés también ilustra el éxito de la estrategia de Bolsonaro de invertir en el caos mediático.
Durante la entrevista, las respuestas de Bolsonaro también fueron uno de los temas más comentados en las redes sociales, lo que pone en evidencia la efectividad de su táctica de mentir y diseminar fake news para captar la atención. Aunque la mayoría de las menciones a Bolsonaro fueron negativas, el interés generado preocupa porque transforma las entrevistas a los candidatos, uno de los procesos democráticos más importantes de campaña electoral, en simple entretenimiento.
7 de septiembre
Las conmemoraciones del 7 de septiembre, que marca el Día de la Independencia de Brasil con un gran desfile, ofrecerán otra oportunidad a Bolsonaro de demostrar con qué fuerza cuenta frente a las elecciones. En 2021, su intento de usar las celebraciones para ostentar su potencia y escenificar el gran apoyo con el que supuestamente cuenta, fue un fiasco. Con solo el 6% del público previsto en São Paulo, Bolsonaro logró lo opuesto a lo que muchos temían que sería un intento anticipado de autogolpe, y el espectáculo bochornoso se volvió en su contra.
Este año, Bolsonaro intenta una vez más movilizar a su base violenta de seguidores, pero a través de un abordaje más preciso. En vez de apostar en un movimiento generalizado, Bolsonaro se enfocará en Río de Janeiro, uno de sus principales reductos electorales – y también donde se concentran algunos de sus apoyadores más radicales. El comando militar de la ciudad, ha cancelado el tradicional desfile en la Avenida Presidente Vargas, en el centro de la ciudad, y realizará un acto menor en el Fuerte de Copacabana, como había sugerido Bolsonaro.
Los bolsonaristas más afectos realizarán un evento en ese barrio de Río, que contará con la presencia de Bolsonaro. Sin embargo, el comando militar desistió finalmente de involucrarse directamente en los actos pro-Bolsonaro, demostrando su voluntad de separar la imagen de las Fuerzas Armadas de los intentos golpistas del presidente.
Al romper con las tradiciones y convenciones de la fecha conmemorativa, intentando capitalizarlas a favor de su campaña, Bolsonaro demuestra que su intención no es celebrar el bicentenario de la independencia de Brasil, sino usar sus partidarios más violentos para enviar un mensaje hostil capaz de amedrentar a la población y movilizar el mayor número de apoyos posible.
El intento de golpe de Bolsonaro tiene fuertes aliados
Aunque las Fuerzas Armadas han demostrado cautela en su apoyo a un potencial golpe de Bolsonaro, otros sectores de la sociedad han sido menos reservados. Muchos pastores evangélicos, representantes de la religión que más crece en Brasil, están empeñados en su misión de reelegir al presidente. Líderes religiosos estarán al lado de Bolsonaro durante el acto puramente político en Copacabana – y han instado a que los fieles hagan lo mismo.
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